Cuando los encuestadores que hicieron la encuesta del New York Times/Siena College completaron sus cálculos finales antes del día de las elecciones, dijeron que el exvicepresidente Joe Biden gozaba de un amplio margen en cuatro estados clave indecisos.
«Joseph R. Biden Jr. mantiene una clara ventaja sobre el presidente Trump en cuatro de los estados indecisos más importantes (según una nueva encuesta), reforzada por el apoyo de los votantes que no participaron en las elecciones de 2016 y que ahora parecen estar acudiendo en masa a votar, principalmente por el demócrata», informó el NY Times dos días antes de que los votantes acudieran a las urnas el 3 de noviembre.
Biden «va por delante del Sr. Trump en los estados indecisos norteños de Wisconsin y Pensilvania, así como en los estados del Cinturón del Sol de Florida y Arizona, según una encuesta realizada por el New York Times y el Siena College».
«Su victoria es más pronunciada en Wisconsin, donde obtiene una mayoría absoluta de los votos y lidera al Sr. Trump por 11 puntos, 52 por ciento a 41 por ciento», dijo el NY Times. Biden también tenía una ventaja de 6 puntos en Pensilvania y Arizona, y de 3 puntos en Florida.
Veinticuatro horas más tarde, los votantes hicieron añicos esas predicciones. Al cierre de la edición de este artículo el 4 de noviembre, Trump, no Biden, ganó en Florida y Pensilvania, mientras que en Wisconsin está muy cerca de lograrlo (Biden lidera por menos del 1 por ciento) y la campaña de Trump ha solicitado un recuento. Solo la predicción de Arizona resultó ser acertada, pero la campaña de Trump sigue teniendo la esperanza de ganar finalmente allí, ya que Biden lidera el estado, aunque solo por 3 puntos, no 6.
La encuesta del Times no fue la única que se equivocó en los cuatro estados en las últimas horas antes de la votación. La encuesta de ABC/Washington Post, por ejemplo, puso a Biden 17 puntos por delante de Trump en Wisconsin justo antes de la votación.
En cuanto a las encuestas a nivel nacional, el promedio de RealClearPolitics en 13 encuestas importantes realizadas durante la última semana de la campaña le dio a Biden una ventaja de 7.5 puntos, apuntando a una victoria decisiva para el demócrata.
El problema no es exclusivo de los Estados Unidos, ya que los encuestadores de Gran Bretaña predijeron que los ciudadanos de ese país en 2016 votarían abrumadoramente por permanecer en la Unión Europea; en cambio, una mayoría estuvieron a favor de irse.
Los encuestadores también informaron que los conservadores ganarían una pequeña mayoría en el Parlamento el año pasado. De hecho, el partido del primer ministro Boris Johnson ganó su mayor mayoría desde 1987.
Demócratas critican las encuestas
Observando que los mismos problemas ocurrieron hace cuatro años en la contienda presidencial de EE.UU., los estrategas de campaña y los defensores de los dos principales partidos políticos criticaron fuertemente a los encuestadores en entrevistas el miércoles con The Epoch Times, acusándolos de sobre-muestrear a los demócratas y de no dar cuenta de los «tímidos» votantes de Trump que dudan en discutir sus puntos de vista.
Kevin Chavous, un estratega demócrata con sede en Washington, D.C., dijo que «el mayor perdedor de anoche, en mi opinión, fue toda la industria de las encuestas, especialmente cuando se trata de encuestas específicas para cada estado».
«Estaban muy lejos, incluso más que en 2016. Muchas encuestas importantes atribuían a Joe Biden una ventaja dos dígitos apenas cinco días antes de las elecciones».
Chavous señaló a los tímidos partidarios de Trump como uno de los múltiples factores en las inexactitudes de los encuestadores, pero advirtió que «podría explicar algunos de los errores en las encuestas, pero no todos».
Cristina Antelo, una estratega demócrata que fundó Ferox Strategies, también señaló a los «tímidos» partidarios de Trump.
«Los encuestadores no saben cómo tomar en cuenta el trumpismo. Ellos llegarán con algún análisis que diga que no estaban tan equivocados como parece que lo están ahora, pero les falta todo un sentimiento y un bloque de gente y simplemente no saben cómo corregirlo», dijo Antelo.
«Y si el trumpismo se mantiene, eso seguirá siendo un problema en el futuro», advirtió.
Republicanos critican las encuestas
Matt Mackowiak, de Potomac Strategy Group, declaró que las encuestas de 2020 «fueron ridículamente malas, con muy pocas excepciones. Las encuestas públicas son baratas, mal hechas, y regularmente sobremuestran a los demócratas. Toda la industria debe ser arrasada y volver a la clase de estadística».
Y Seton Motley, fundador y presidente de Less Government explicó que, «desconfiamos de los encuestadores porque empiezan con el resultado deseado, y luego hacen encuestas para alcanzarlo».
El presidente de Citizens Against Government Waste, Tom Schatz, dijo a The Epoch Times que «hay algunos encuestadores que lo hicieron bien, o al menos [están] más cerca del resultado final, incluyendo a Rasmussen y Trafalgar», pero dijo que la mayoría «subestimaron a los republicanos por lo menos en 4-5 puntos porcentuales».
De manera similar, el presidente de la Taxpayers Protection Alliance, David Williams, observó que «los métodos que el encuestador está usando son anticuados y no son indicativos de lo que la gente realmente piensa. También es cada vez más claro que el gasto en encuestadores políticos es un desperdicio de dinero. Si cometiera tantos errores como los encuestadores, me quedaría sin trabajo».
De los votantes «tímidos» de Trump, Hans von Spakovsky, excomisionado federal de elecciones (FEC) que ahora dirige la Iniciativa de Reforma de la Ley Electoral de la Fundación Heritage, dijo que existen porque «la gente que pone carteles de Biden en sus céspedes no se preocupa por los actos de vandalismo. La gente que pone carteles de Trump sí lo hace».
Brian Darling, exasesor principal del senador Rand Paul (R-Ky.), sugirió que los tímidos votantes de Trump tendrían que haber sido identificados a estas alturas, pero no lo fueron porque los encuestadores «parecían no hacer ningún esfuerzo por encuestar a las masas de estadounidenses que se presentan en los mítines de Trump y que participan en los desfiles de barcos de Trump».
Zach Friend, exsecretario de Prensa de la campaña Obama, advirtió que «el mayor desafío aquí no es si las encuestas individuales o incluso agregadas fueron inexactas, sino que la fe en estos métodos continuará erosionándose».
Las encuestas deben ser vistas como instantáneas «de una muestra de personas que se cree representativa del conjunto de la población en un momento dado», dijo.
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