Denunciantes de la fuerzas armadas que están hablando en nombre de miles de miembros del servicio cuyas carreras se han puesto en peligro por oponerse a la orden militar de vacunación contra COVID-19 del Secretario de Defensa Lloyd Austin, de 2021, expresaron su preocupación por la legalidad del mandato así como por sus efectos en la salud.
Junto con tres miembros de las Fuerzas Armadas, el abogado y excapitán del Cuerpo de Marines, Dale Saran, participó en una conferencia de prensa de denunciantes militares transmitida en directo el 18 de octubre para manifestar su preocupación por la orden militar de vacunación. El vídeo ha obtenido más de 40,000 visitas, hasta la fecha.
Saran defendió en su día a los miembros del servicio implicados en una lucha en oposición al programa de vacunación obligatoria contra el ántrax del Pentágono. A su vez está desafiando la orden de vacunación del Pentágono en una demanda colectiva. En la conferencia de prensa, él señaló que el caso actual tiene sorprendentes similitudes con la batalla legal que se opone al programa de vacunación contra el ántrax de hace casi 20 años.
Saran dijo que «en el centro de la mayoría de las reclamaciones legales» que se oponen a la actual orden de vacunación militar contra COVID-19 está el hecho de que «no hay ninguna vacuna autorizada» disponible para los miembros del servicio.
El abogado y muchos miembros del servicio argumentan que la orden de vacunación del Pentágono, que cubre «las vacunas contra COVID-19 que reciben la licencia completa de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), de acuerdo con el etiquetado y la orientación aprobados por la FDA», no se aplica a ninguna vacuna emitida bajo autorización de uso de emergencia (EUA), como la vacuna de Pfizer-BioNTech.
Ellos afirman que a los militares les ofrecen principalmente la vacuna Pfizer-Biotech que está bajo autorización de uso de emergencia (EUA), en lugar de la vacuna Cominarty aprobada por la FDA, y por tanto no pueden obligar al personal a recibirla. Ellos también argumentan que es ilegal la normativa del Pentágono que dice que las vacunas Cominarty y la Pfizer-BioNTech que está bajo la EUA sean intercambiables.
Saran dijo que la presión continua para vacunar a los miembros del servicio «se hace solo para doblegarlos».
En la conferencia de prensa, el teniente primero de la Fuerza Aérea, John Bowes, un estudiante piloto de F-16, señaló varios informes que se han enviado al Congreso sobre el efecto de la orden militar de vacunación en la preparación militar y la salud de los miembros del servicio.
«Nosotros fuimos allí para abogar por los 80,000 miembros del servicio que no están siendo escuchados», dijo Bowes a The Epoch Times después de la conferencia.
«Nosotros estamos haciendo un llamado de ayuda tanto al Congreso como al pueblo estadounidense para que nos defiendan y nos den algo de protección del Departamento de Defensa para que podamos seguir sirviendo, lo cual es lo único que queremos hacer», añadió Bowes.
La conferencia de prensa permitió a los miembros del servicio activo y a «un destacado abogado» hablar en contra de la orden de vacunación militar, dijo Bowes, indicando que cada uno de ellos está arriesgando su carrera para crear consciencia sobre » el problema realmente grave al que nos enfrentamos en este momento».
Al igual que Saran, Bowes considera que el actual mandato de la vacuna COVID-19 es «casi un calco de lo que ocurrió con el ántrax hace casi dos décadas», en donde «el ántrax acabó siendo dictaminado como una vacuna que no se podía imponer a los miembros del servicio porque era experimental».
«Es chocante ver que ocurra exactamente lo mismo 20 años después».
Bowes añadió que los miembros denunciantes de las fuerzas armadas que participaron en la conferencia de prensa «seguirán sacando a relucir respetuosamente las devastadoras consecuencias [de la orden de vacunación] tanto para la seguridad nacional como para la salud y la seguridad de nuestra fuerza en cada oportunidad que se les dé».
El oficial subrayó que sus opiniones no reflejan las del Departamento de Defensa ni las de la Fuerza Aérea.
Preocupación continua
La comandante de la Marina, Olivia Degenkolb, que lleva 20 años de servicio, también participó en la rueda de prensa.
Al principio, Degenkolb tenía «importantes preocupaciones» sobre el efecto de la vacuna en la fertilidad y su carcinogenicidad antes del mandato militar de la vacuna, que según ella fueron desestimadas por el personal médico militar, dijo a The Epoch Times, haciendo hincapié en que sus opiniones no representan las del Departamento de Defensa o de la Marina.
La comandante destacó lo que dice el prospecto de Comirnaty. «No se ha evaluado el potencial del COMIRNATY para causar carcinogenicidad, genotoxicidad o deterioro de la fertilidad masculina. En un estudio de toxicidad para el desarrollo en ratas con COMIRNATY no hubo efectos relacionados con la vacuna en la fertilidad de las hembras».
Además de las preocupaciones sanitarias, Degenkolb también planteó a los dirigentes militares su preocupación por la legalidad de exigir productos bajo autorización de uso de emergencia (EUA), así como por la legalidad de obligar a realizar pruebas de detección del virus de COVID-19 y a llevar mascarilla.
«Estos productos EUA no están formalmente autorizados por la FDA y, según la ley federal, no pueden ser obligatorios», dijo la comandante.
La Marina ignoró esas preocupaciones, indicó Degenkolb.
En diciembre de 2021, la solicitud inicial de Degenkolb de adaptación religiosa fue denegada, pero su apelación sigue pendiente. Ella indicó que sus objeciones religiosas y legales provocaron que perdiera una asignación en China, la denegación de permisos de salida, la pérdida de oportunidades de formación, la falta de acceso a las posesiones de su familia y otras dificultades familiares.
«Para colmo, en agosto de 2022 recibí una evaluación de desempeño que puso fin a mi carrera y se recomendó una junta para mostrar la causa del cese de mis servicios en la Marina».
Al igual que otros que se oponen a la orden de vacunación, Degenkolb señaló que la normativa ha perjudicado la preparación militar en un momento en que Estados Unidos se enfrenta a mayores amenazas.
«La demanda de una fuerza militar robusta está aumentando en todo el mundo debido a países como Rusia y China, que están participando en actividades cada vez más agresivas», declaró la comandante.
Por lo tanto, «imponer productos bajo autorización de uso de emergencia (EUA) no solo es peligroso e ilegal, sino que también socava la seguridad nacional», dijo a continuación.
Durante la conferencia de prensa, el capitán del ejército, Grant Smith, declaró que las preocupaciones sobre la vacuna «han caído en un saco roto».
«Esta vacuna es insegura e ineficaz para los miembros del servicio activo», dijo el capitán. Además coincidió con los demás en que la orden de vacunación «ha sido un desastre para la preparación», señalando que sus opiniones no reflejan las del Departamento de Defensa ni las del Ejército.
Los funcionarios del Departamento de Defensa, el Departamento de la Fuerza Aérea, el Departamento de la Marina y el Departamento del Ejército no devolvieron las solicitudes de comentarios de The Epoch Times.
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