El actor Denzel Washington, ganador de un Óscar, celebra casi 10 años de sobriedad y habla de su salud desde que dejó el alcohol cuando cumplió 60 años.
Durante una entrevista concedida a Esquire para su portada del 19 de noviembre, el actor de 69 años admitió que había desarrollado un sutil patrón de consumo de vino durante 15 años a partir de finales de la década de 1990.
«Nunca me intoxiqué con heroína. Nunca consumí cocaína. Nunca me drogué con drogas fuertes. Me drogaba igual que ellos, pero nunca me emborraché», afirmó.
«Y nunca me embriagué con licores. Tenía esa noción ideal de las catas de vino y todo eso — que es lo que era al principio. Y eso es algo muy sutil. Es decir, bebía lo mejor».
Washington cautivó al público con sus poderosas interpretaciones, como «Training Day«, «The Book of Eli«, «Fences» y «American Gangster«, pero entre bastidores se enfrentaba a su propia batalla.
Explica que, sin darse cuenta, se aferró a años de «amargura» y no se dio cuenta que se sentía así hasta que perdió el Óscar al Mejor Actor frente a Kevin Spacey en el 2000.
A lo largo de su carrera, Washington recibió múltiples premios de los Globos de Oro, los Screen Actors Guild Awards y los Tony Awards, con más de 200 nominaciones en total. A pesar de sus logros, recuerda que la noche de los Óscar del año 2000 se fue a casa a beber.
«Pauletta veía todas las películas de los Óscar; le dije que eso no me importaba. Oye: ‘¿No les importo? No me importa’. Tú votas. Las ves. Yo no veo eso. Me rendí. Me amargué. Me compadecí», recuerda.
Pauletta Washington, su esposa desde hacía más de 40 años, siempre había sido para él un ancla firme. Aun así, el deseo habitual del actor por el buen vino hizo difícil que se diera cuenta que estaba desarrollando patrones poco saludables.
Con más de 60 títulos de crédito a sus espaldas, Washington mantenía una reputación respetada, haciendo gala de profesionalidad dentro y fuera de la pantalla.
«Nunca bebía mientras trabajaba o me preparaba. Me aseaba y volvía al trabajo, podía hacer las dos cosas. Por muchos meses que pasara rodando, pum, era hora de irse. Entonces, pum. Tres meses de vino y vuelta al trabajo», explica.
Cuando Washington tomó la decisión de dejar atrás el alcohol, afrontó la sobriedad con el mismo compromiso que ponía en su oficio de actor, con la determinación de darlo todo.
«Hice mucho daño a mi cuerpo. Ya veremos. He estado limpio. Cumpliré diez años este diciembre. Lo dejé a los sesenta y desde entonces no he tomado ni una gota», dijo.
«Ahora las cosas se abren para mí, como tener setenta años. Es real. Y no pasa nada. Este es el último capítulo. Si tengo otros treinta, ¿qué quiero hacer? Mi madre llegó a los noventa y siete».
Como resultado, el actor está haciendo todo lo posible para ser la mejor versión de sí mismo en todos los aspectos, comiendo más sano y haciendo ejercicio con regularidad.
«Hago todo lo que puedo. Y no solo el alcohol, olvídate de todo eso. Fuerza», dice. «Estaba viendo fotos mías y de Pauletta en los Óscar por Macbeth y me veía gordo, con el pelo teñido y me dije: Esos días se acabaron, hombre. Siento que me estoy haciendo fuerte. Estar fuerte es importante».
Washington se está preparando para su última película, «Gladiator II», la secuela de la original del año 2000 del director Ridley Scott, que llegará a los cines el 22 de noviembre.
Recientemente se planteó su jubilación y su futuro en el cine y el 11 de noviembre declaró al programa «Today» de Australia que planea alejarse de los escenarios tras finalizar sus próximos proyectos.
«No sé cuántas películas más voy a hacer. Probablemente no tantas. Quiero hacer cosas que no he hecho», dijo.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
