La Administración Biden está revisando la designación de los hutíes como grupo terrorista que se hizo a finales del mandato del expresidente Donald Trump.
«El Departamento de Estado ha iniciado una revisión de las designaciones terroristas de Ansarallah», dijo un portavoz a los medios de comunicación.
«No discutiremos ni comentaremos públicamente las deliberaciones internas sobre esa revisión; sin embargo, con la crisis humanitaria en Yemen, estamos trabajando tan rápido como podemos para llevar a cabo la revisión y tomar una decisión».
El Departamento de Estado cree que los hutíes, un clan islámico también conocido como Ansarallah, «tiene una responsabilidad significativa por la catástrofe humanitaria y la inseguridad en Yemen», pero quiere asegurarse de que Estados Unidos «no está impidiendo el suministro de asistencia humanitaria».
El entonces secretario de Estado Mike Pompeo anunció el 10 de enero la designación de los hutíes como organización terrorista extranjera, junto con la designación de tres de sus líderes como terroristas globales especialmente designados.
«Estas designaciones proporcionarán herramientas adicionales para hacer frente a la actividad terrorista y al terrorismo de Ansarallah, un grupo letal de milicianos respaldado por Irán en la región del Golfo. Las designaciones tienen por objeto hacer que Ansarallah rinda cuentas por sus actos terroristas, incluidos los ataques transfronterizos que amenazan a la población civil, las infraestructuras y el transporte marítimo comercial», dijo entonces Pompeo en un comunicado.
«Las designaciones también pretenden avanzar en los esfuerzos para lograr un Yemen pacífico, soberano y unido, libre de la interferencia iraní y en paz con sus vecinos. Solo se puede avanzar en la solución de la inestabilidad de Yemen cuando los responsables de obstruir la paz rindan cuentas de sus actos».
La Administración Trump era consciente de la preocupación de que las designaciones pudieran afectar a la situación humanitaria en Yemen, pero dijo que iba a poner en marcha medidas que redujeran ese impacto.
Varias organizaciones sin ánimo de lucro dijeron que la designación tendría un impacto negativo.
«Esta política, en un intento de frenar a los hutíes, en realidad frenará los programas comunitarios de ayuda y a la diplomacia internacional. Se necesita lo contrario: una presión efectiva sobre todas las partes del conflicto para que dejen de utilizar a los civiles como rehenes en sus juegos de guerra», dijo David Miliband, director del Comité Internacional de Rescate, en un comunicado.
El nominado a secretario de Estado de Biden, Anthony Blinken, dijo a los senadores durante su reciente audiencia de confirmación que los hutíes «derrocaron un gobierno» y «han cometido atrocidades y abusos contra los derechos humanos».
«Sin embargo, lo que también es un hecho es que la campaña liderada por Arabia Saudí en Yemen contra la agresión hutí ha contribuido a lo que es, según la mayoría de las versiones, la peor situación humanitaria a la que nos enfrentamos en cualquier parte del mundo, y un aspecto de esa situación es que alrededor del 80 por ciento de la población del Yemen ahora mismo está en zonas controladas por los hutíes. Nos guste o no, tenemos que encontrar la forma de hacerles llegar la ayuda si queremos hacer algo para solucionar la situación», dijo.
«Así que mi preocupación, profunda preocupación por la designación que se hizo, es que, al menos en su superficie, no parece lograr nada particularmente práctico en el avance de los esfuerzos contra los hutíes y para traerlos de vuelta a la mesa de negociación, mientras que hace que sea aún más difícil de lo que ya es proporcionar asistencia humanitaria a las personas que lo necesitan desesperadamente».
Propuso una revisión de la designación para asegurarse que no está impidiendo la asistencia humanitaria.
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