El Departamento de Estado de Estados Unidos pidió el 17 de junio al régimen chino que pusiera inmediatamente en libertad a dos activistas chinas, afirmando que fueron condenadas injustamente.
«Estados Unidos condena la injusta condena de la periodista independiente y activista por los derechos de la mujer Huang Xueqin (Sophia Huang), así como del activista por los derechos laborales Wang Jianbing», declaró en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
«Estas sentencias demuestran los continuos esfuerzos de la RPC para intimidar y silenciar a la sociedad civil», añadió Miller, en referencia al nombre oficial de China, República Popular China.
El Sr. Miller señaló que ambos fueron sometidos a «una larga detención preventiva y a un juicio secreto cerrado a los periodistas o al público».
La Sra. Huang, de 35 años, destacada activista china del #MeToo y periodista independiente, fue condenada a cinco años de prisión por un tribunal de Guangzhou, en el sur de China, el 14 de junio. El Sr. Wang, de 40 años, que fue juzgado con la Sra. Huang, fue condenado a tres años y seis meses.
Fueron declarados culpables de «incitar a la subversión del poder del Estado», un cargo que el Partido Comunista Chino (PCCh) utiliza a menudo para silenciar a los disidentes y críticos con el régimen.
«Instamos a la RPC a que libere inmediatamente a Huang y Wang, así como a otras personas detenidas injustamente por ejercer sus libertades fundamentales», declaró Miller. «Seguimos pidiendo a la RPC que cumpla sus compromisos internacionales y respete los derechos humanos de todas las personas, incluida la libertad de expresión y las garantías de un juicio justo».
La Sra. Huang dijo la semana pasada que pensaba apelar, según el grupo de campaña Free Huang Xueqin and Wang Jianbing. El Sr. Wang dijo que consultaría a su abogado antes de decidir si apelaría su sentencia.
Un documento compartido por el grupo mostraba que el tribunal también confiscó 100,000 yuanes (unos 13,800 dólares) en activos a la Sra. Huang y 50,000 yuanes (unos 6900 dólares) al Sr. Wang.
El viernes hubo un fuerte dispositivo de seguridad en torno al tribunal, según el grupo.
Ambas fueron detenidas el 19 de septiembre de 2021. Hasta el 15 de junio, un día después de la decisión de la corte, habían pasado 1000 días detenidas.
Antes de su detención, Huang tenía previsto viajar a Reino Unido desde China el 20 de septiembre de 2021 para comenzar sus estudios de maestría en la Universidad de Sussex. Había obtenido una beca del programa de becas Chevening del gobierno británico.
La Sra. Huang comenzó a informar sobre casos de #MeToo en 2016, según la Red Global de Periodismo de Investigación.
El 9 de junio de 2019, participó en una protesta contra el proyecto de ley de extradición en Hong Kong, junto con más de un millón de personas, y compartió su experiencia en internet.
La policía de Guangzhou la detuvo en octubre de 2019 por «buscar peleas y provocar problemas», una acusación común que el PCCh utiliza para silenciar a los críticos. Fue puesta en libertad bajo fianza en enero de 2020.
Antes de su detención en 2021, el Sr. Wang había proporcionado apoyo legal a trabajadores con enfermedades relacionadas con el trabajo y a personas con discapacidad. También apoyó el movimiento #MeToo en China.
El representante Chris Smith (R-N.J.) y el senador Jeff Merkley (D-Ore.), presidente y copresidente de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China, también pidieron al régimen chino que liberara a la Sra. Huang y al Sr. Wang, diciendo que simplemente habían estado «celebrando reuniones privadas con otros activistas».
«Deben ser puestos en libertad, y condenamos la criminalización de la libertad de expresión y asociación por parte de la República Popular China», escribieron los dos legisladores en la plataforma de redes sociales X el 14 de junio.
La directora de Amnistía Internacional para China, Sarah Brooks, emitió un comunicado el 14 de junio en el que afirmaba que ni la Sra. Huang ni el Sr. Wang habían cometido delito alguno.
«El gobierno chino ha inventado excusas para considerar su trabajo una amenaza y para atacarlas por educarse a sí mismas y a otros sobre cuestiones de justicia social como la dignidad de las mujeres y los derechos de los trabajadores», afirmó Brooks. «Estas condenas malintencionadas y totalmente infundadas demuestran hasta qué punto el gobierno chino está aterrorizado ante la nueva oleada de activistas que se atreven a alzar la voz para proteger los derechos de los demás.
«Sophia Huang Xueqin y Wang Jianbing han sido encarcelados únicamente por ejercer su derecho a la libertad de expresión, y deben ser puestos en libertad de inmediato y sin condiciones».
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