El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó a última hora del martes una moción de emergencia que pretende bloquear la nueva ley de aborto del estado de Texas, que hace ilegal el procedimiento si se detecta el latido del corazón en el feto.
La solicitud, presentada ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. en Austin, Texas, se produce pocos días después que el Departamento de Justicia (DOJ) presentara una demanda contra el estado por la ley SB8, que entró en vigor el 1 de septiembre. El DOJ argumentó este martes que esta legislatura se aprobó «para impedir que las mujeres ejerzan sus derechos constitucionales».
«Este intento de blindar una ley claramente inconstitucional para que no sea modificada no puede sostenerse. Estados Unidos busca una orden de restricción temporal o una orden judicial preliminar que impida la aplicación de la S.B. 8», dijo el DOJ en su moción.
En virtud de la nueva ley de Texas, las personas están autorizadas a presentar demandas contra los médicos que practican abortos ilegales y contra cualquier persona sospechosa de ayudar a una embarazada a abortar. Los demandantes que tengan éxito podrán recibir una indemnización de al menos 10,000 dólares.
«Este recurso es necesario para proteger los derechos constitucionales de las mujeres en Texas y el interés soberano de Estados Unidos», añadió el DOJ en una declaración.
Los funcionarios del Departamento de Justicia escribieron que «también es necesario proteger a las agencias federales, empleados y contratistas cuyas acciones legales, la SB8 pretende prohibir».
«Estados Unidos tiene la autoridad y la responsabilidad de asegurar que Texas no pueda aislarse de la revisión judicial por sus violaciones constitucionales y de proteger los importantes intereses federales que la S.B. 8 perjudica», señala la moción del DOJ.
La semana pasada, el fiscal general, Merrick Garland, anunció que el Departamento de Justicia había presentado una demanda contra el estado de Texas para bloquear la nueva ley.
Los abogados del gobierno que actúan en la demanda, obtenida por The Epoch Times, argumentan que la ley recién promulgada va en contra de las sentencias anteriores de la Corte Suprema, incluyendo el caso Roe vs. Wade, que determinó que el acceso al aborto es un derecho constitucional.
«La ley es claramente inconstitucional en virtud de los precedentes de la Corte Suprema desde hace mucho tiempo», dijo el fiscal general Merrick Garland durante una conferencia de prensa en Washington para anunciar la demanda. «Esos precedentes sostienen, en palabras de Planned Parenthood vs. Casey, que ‘independientemente de que se hagan excepciones para circunstancias particulares, un Estado no puede prohibir a ninguna mujer que tome la decisión final de interrumpir su embarazo antes de la viabilidad'».
Tras la demanda del DOJ la semana pasada, la secretaria de prensa del gobernador de Texas, Greg Abbott, Renae Eze, dijo que «La libertad más preciada es la vida misma».
«Texas aprobó una ley que garantiza que la vida de cada niño con un latido se salvará de los estragos del aborto. Por desgracia, el presidente Biden y su administración están más interesados en cambiar la narrativa nacional de su desastrosa evacuación de Afganistán y sus imprudentes políticas de fronteras abiertas, en lugar de proteger a los inocentes no nacidos. Confiamos en que los tribunales defenderán y protegerán este derecho a la vida», dijo Eze.
Todavía no está claro cuándo podría pronunciarse el juez sobre la petición de moción de urgencia del Departamento de Justicia.
Los representantes de la oficina de Abbott no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.
Con información de Zachary Stieber
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