El Departamento del Tesoro de EE. UU. ha llegado a un acuerdo con Airbnb por aparentes violaciones de las sanciones contra Cuba por parte de la empresa, que incluían procesar pagos sin autorización y no mantener registros específicos relacionados con Cuba.
Airbnb acordó remitir 91,172.29 dólares y liquidar su posible responsabilidad civil con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. En base a una revisión forense, la empresa de Silicon Valley fue sancionada por permitir que los huéspedes de Airbnb viajaran fuera de las categorías autorizadas por la OFAC, además de no mantener ciertos registros clave asociados a las transacciones relacionadas con Cuba. Aunque el cálculo inicial del acuerdo era mucho mayor, el departamento hizo ciertos ajustes para Airbnb.
«La sanción monetaria civil máxima legal aplicable en este asunto es de 600,601,408 dólares. Sin embargo, la OFAC determinó que Airbnb Payments autodeclararon voluntariamente las aparentes violaciones y las aparentes violaciones constituyen un caso no grave», dijo el informe publicado el lunes.
Según la OFAC, viajar a Cuba con fines turísticos está prohibido por ley. Hay 12 razones por las que un estadounidense puede visitar Cuba, incluyendo las visitas familiares, los asuntos oficiales del gobierno de Estados Unidos, el periodismo, la investigación profesional, la educación, la religión, los espectáculos públicos, los fines humanitarios, el apoyo al pueblo cubano, las actividades de las fundaciones privadas, la transmisión de materiales informativos y para llevar a cabo ciertas transacciones de exportación autorizadas.
La OFAC descubrió que Airbnb no pudo gestionar su escalada de negocios en el país después de abrir la tienda en 2015, cuando el gobierno estadounidense anunció cambios regulatorios con respecto a los tratos comerciales con Cuba.
Los defectos técnicos y de contabilidad acabaron provocando infracciones, que la empresa investigó internamente y revisó con el programa de cumplimiento de sanciones. Airbnb Payments presentó voluntariamente los hallazgos a la OFAC para evitar futuras recurrencias y cooperó plenamente con las autoridades, lo que llevó a la reducción de las sanciones.
Airbnb ha acordado ahora varias iniciativas como parte del acuerdo, que incluyen el establecimiento de un sistema de bloqueo de IP que impide a los usuarios registrarse como anfitriones o huéspedes en la plataforma mientras estén radicados en Cuba, así como un control detallado de la información para identificar si los usuarios son residentes cubanos, garantizando que los anfitriones no sean funcionarios del gobierno cubano o miembros del partido comunista.
En abril del año pasado se reportó que Vilma Rodríguez, nieta del expresidente de Cuba, Raúl Castro, alquilaba una mansión a través de Airbnb, por lo que la empresa recibió reacciones negativas.
El embargo de Estados Unidos contra Cuba estipula que ninguna entidad estadounidense puede realizar transacciones comerciales con entidades cubanas. Iniciado en la década de 1960, es el embargo comercial más prolongado de la historia moderna.
El mes pasado, Airbnb se vio en apuros por albergar propiedades de alquiler en la región china de Xinjiang, donde los uigures son sometidos a duras condiciones y obligados a trabajar como esclavos para empresas chinas e internacionales, incluidas las estadounidenses.
Las instalaciones eran propiedad de una fuerza paramilitar china acusada de ayudar al genocidio de Beijing contra los uigures. El senador Marco Rubio (R-Fla.) había instado a la empresa a retirar las propiedades de la lista en una carta enviada al director ejecutivo de Airbnb, Brian Chesky, el 7 de diciembre.
“[Al] mantener estos listados, Airbnb es cómplice de enriquecer una organización que facilita el terrible abuso de los derechos humanos y corre el riesgo de violar la ley de sanciones de EE. UU. que prohíbe que ocurran tales transacciones”, escribió.
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