El Departamento de Estado instó a la República Popular China (RPC) a dejar de perseguir a los practicantes de Falun Gong. La petición se dio a la luz de un reciente informe que dice que el régimen está intensificando los esfuerzos para “eliminar” la práctica espiritual no sólo a nivel nacional, sino también en el extranjero.
“La represión de la RPC a menudo se extiende más allá de sus fronteras, ya que las autoridades participan en la represión transnacional para vigilar, amenazar y acosar a los ciudadanos de la RPC, incluidos los practicantes de Falun Gong, buscando silenciar a aquellos que han huido de la persecución debido a su identidad religiosa o étnica y buscan seguridad en el extranjero”, dijo el departamento en una declaración a NTD News, un medio de comunicación asociado de The Epoch Times.
“Instamos al gobierno de la RPC a mantener sus compromisos internacionales y las promesas hechas en su propia constitución para proteger la ‘libertad de creencia religiosa’, y poner fin a su campaña de 25 años para erradicar a Falun Gong”.
La declaración fue emitida en respuesta a una pregunta sobre el contenido de un informe del 7 de agosto del Centro de Información de Falun Dafa (FDIC) basado en los relatos de tres denunciantes que detallan el nuevo plan del Partido Comunista Chino (PCCh) para manipular a los influencers de las redes sociales y los medios de comunicación occidentales para sembrar discordia pública y desencadenar una respuesta de las fuerzas del orden estadounidenses contra Falun Gong.
“El régimen chino ha tomado la decisión estratégica de intensificar su persecución contra Falun Gong en todo el mundo, ampliando su propaganda, desinformación y actividades de represión transnacional para atacar a Falun Gong más agresivamente fuera de China, y especialmente en Estados Unidos”, dice el informe, publicado el 7 de agosto por la FDIC, una organización sin fines de lucro que monitorea la persecución del PCCh contra Falun Gong.
“Este parece ser el juego final del PCCh para destruir finalmente a Falun Gong”.
En 1999, el entonces líder del PCCh, Jiang Zemin, lanzó una campaña para “erradicar” Falun Gong después de que las encuestas del gobierno indicaran que entre 70 y 100 millones de personas habían adoptado esta práctica desde su introducción pública en 1992.
Grupos de derechos humanos han calculado que millones de personas han sido arrojadas a prisiones, campos de trabajo y centros de detención, enfrentándose habitualmente a torturas y asesinatos. Varias investigaciones independientes han concluido que el PCCh ha estado matando a presos de conciencia para vender sus órganos para trasplantes, siendo los practicantes de Falun Gong las principales víctimas.
Según la información proporcionada por los denunciantes, la nueva campaña en el extranjero busca fabricar denuncias con el mayor potencial para desencadenar una investigación por parte del gobierno estadounidense.
El régimen busca “movilizar agentes ocultos para crear y escalar los conflictos internos de Falun Gong, para expandir sin parar la fuerza de lucha, la profundidad y el alcance de [los influencers de las redes sociales que apuntan a Falun Gong]”, dijeron las notas de una reunión a nivel provincial del Ministerio de Seguridad Pública de China en junio, proporcionadas por dos de los denunciantes.
“Deben atraer la atención continua de toda la sociedad estadounidense y obligar al gobierno de Estados Unidos a atacar en todos los frentes, eliminando la fuerza de Falun Gong”, decían las notas.
Además, los funcionarios del PCCh fueron autorizados a “activar” a sus agentes incrustados dentro de las comunidades de Falun Gong para agitar las protestas contra el gobierno de EE.UU. y luego “crear algunos incidentes” durante las protestas, con el fin de provocar a las autoridades estadounidenses, según las notas de la reunión.
Otro conjunto de notas, de un informe interno de junio de la Fundación CITIC de China para Estudios de Reforma y Desarrollo, habla de un esfuerzo para “movilizar los recursos de los medios de comunicación del Estado central, grupos de reflexión universitarios y otros recursos de la unidad [para] compartir activamente información difamatoria sobre Falun Gong con los medios de comunicación en el extranjero”.
Los agentes del régimen también debían “aprovechar las elecciones estadounidenses y los conflictos entre ambas partes” para promover sus objetivos, según las notas.
El gobierno de EE.UU. se ha opuesto a la persecución del PCCh contra Falun Gong con creciente vigor. Varios agentes del PCCh que perseguían a Falun Gong han sido arrestados en los últimos años y el Departamento de Estado ha emitido varias declaraciones pidiendo al PCCh que libere a los practicantes de Falun Gong encarcelados. En junio, la Cámara de Representantes aprobó la Ley de Protección de Falun Gong, un proyecto de ley que impondría sanciones a las personas implicadas en la sustracción forzada de órganos en China. En julio se presentó un proyecto de ley similar en el Senado.
Ataques a Shen Yun
Una parte de la información filtrada se refería a la estrategia del PCCh para sabotear Shen Yun Performing Arts, una compañía de danza clásica china con sede en Nueva York que fue fundada por practicantes de Falun Gong.
Shen Yun es visto como una amenaza por el régimen comunista por presentar la cultura china antes de la incursión del PCCh en China, según la FDIC.
“Con una sola actuación, Shen Yun demuestra la magnificencia de la cultura china antes del ascenso del comunismo y, al hacerlo, ofrece una visión de lo maravillosa que podría ser China sin el PCCh”, dice el informe.
Algunas de las piezas de danza de Shen Yun representan historias actuales de practicantes de Falun Gong perseguidos en China.
Desde su fundación en 2006, la compañía ha crecido hasta contar con ocho conjuntos de danza y orquestas que actúan ante un público de aproximadamente un millón de espectadores al año. El Epoch Times patrocina a la compañía.
La nueva estrategia del PCCh consiste en crear acusaciones que puedan desencadenar una investigación a la compañía de artes escénicas por parte del gobierno estadounidense, indica la información de los denunciantes.
El mes pasado, dos hombre chinos se declararon culpables de soborno y de actuar como agentes chinos ilegales tras intentar sobornar al IRS para que abriera una auditoría sobre Shen Yun. La persona que creían que era un funcionario de Hacienda era en realidad un agente encubierto del FBI.
Los hombres también intentaron utilizar una demanda medioambiental contra las instalaciones de entrenamiento y las escuelas de Shen Yun para “inhibir” su crecimiento, según los documentos judiciales.
En los últimos años, un estadounidense con vínculos comerciales con China presentó demandas medioambientales sin fundamento contra Shen Yun.
La nueva campaña parece funcionar a través de personas influyentes en las redes sociales, en particular dos individuos que han estado produciendo y promoviendo contenidos anti-Falun Gong y anti-Shen Yun en YouTube en los últimos años.
Uno de ellos reside en Japón y trabajaba para un medio de comunicación dirigido por el PCCh. El otro es un inmigrante chino en Estados Unidos que ha hecho comentarios amenazadores contra el personal de Shen Yun en sus vídeos.
El año pasado, el FBI advirtió a las fuerzas de seguridad locales de Nueva York que el hombre estaba “potencialmente armado y era peligroso”, después de que se le viera cerca del centro de formación de Shen Yun. Actualmente se enfrenta a cargos por posesión ilegal de armas de fuego.
Las notas de los denunciantes afirman que “todos los gobiernos a nivel provincial [deben] proporcionar recursos para apoyar plenamente [a los dos influencers y a otros] para tener una lucha contra Falun Gong».
Los funcionarios también exigieron el uso de todos los canales para suministrar a estas personas “información maliciosa sobre Falun Gong recopilada internamente por el Ministerio de Seguridad Pública”, afirman las notas.
El PCCh lleva mucho tiempo intentando sabotear a Shen Yun, la mayoría de las veces presionando a teatros o funcionarios del gobierno para que cancelen las representaciones de la compañía bajo amenaza de poner en peligro las relaciones con China.
En algunos casos, los neumáticos de los autobuses de gira de Shen Yun han sido pinchados para que reventaran durante el viaje. Los familiares de algunos artistas de Shen Yun han sido perseguidos en China. La FDIC ha documentado más de 100 incidentes de este tipo.
En marzo, el campus de Shen Yun y varios lugares donde realizan sus representaciones en Estados Unidos y Taiwán recibieron amenazas de bomba por correo electrónico y al menos una amenaza de tiroteo masivo. Según varios expertos en ciberseguridad consultados por The Epoch Times, es probable que las amenazas tengan su origen en el PCCh.
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