Los suicidios entre los miembros de las Fuerzas Armadas de EE. UU. aumentaron un 16 por ciento en 2020 en comparación con el año anterior, lo que provocó un compromiso de los líderes militares para redoblar los planes de prevención.
Las 580 muertes autoinfligidas en 2020 fueron superiores a las 498 de 2019, según datos recién publicados por el Departamento de Defensa.
«Los resultados son preocupantes. Las tasas de suicidio entre nuestros miembros de las Fuerzas Armadas y las familias de los militares siguen siendo demasiado elevadas, y las tendencias no van en la dirección correcta», dijo en una declaración el secretario de Defensa, Lloyd Austin, quien calificó la prevención del suicidio como un «desafío primordial» para el Pentágono y prometió «redoblar nuestros esfuerzos» en ese frente.
La mayoría de los suicidios se produjeron entre varones menores de 30 años. La mayoría se suicidó utilizando armas de fuego.
Las autoridades no están seguras de lo que impulsó el aumento, que continúa una tendencia observada en los últimos años.
La pandemia de COVID-19 puede haber desempeñado un papel, según los autores del informe anual sobre suicidios del Pentágono. Oficiales militares, legisladores y otros funcionarios de todo el país impusieron duras normas durante la pandemia, lo que, según algunos expertos, provocó un aumento de los problemas de salud mental.
«Aunque no hay una comprensión clara de lo que está causando el aumento de los suicidios, nos damos cuenta de que tenemos que mejorar la prevención del suicidio y garantizar que los recursos estén disponibles y sean fácilmente accesibles», dijeron en una declaración conjunta Christine Wormuth, secretaria del Ejército, y el general James McConville, jefe de Gabinete del Ejército.
«Una de las cosas que es desconcertante sobre el suicidio es que a menudo es muy difícil conectar los puntos en la causalidad, es decir, lo que lleva a alguien a tomar esa decisión», dijo el portavoz del Pentágono John Kirby a varios periodistas en Washington. «Es difícil denotar una causalidad específica con el suicidio sobre una base individual, y mucho menos sobre una base institucional. Y creo que por eso es tan difícil para nosotros hablar de ello con alguna especificidad, excepto para decir que nos tomamos esto muy, muy en serio».
La tasa de suicidio entre los miembros de las Fuerzas Armadas pasó de 20.3 a 28.7 suicidios por cada 100,000 entre 2015 y 2020. El nuevo aumento incrementó la tasa en aproximadamente 2 por cada 100,000. La Oficina de Prevención de Suicidios de Defensa dice que el salto anterior fue estadísticamente significativo, pero que el último no lo es.
Aun así, se están tomando medidas en todas las ramas militares para tratar de prevenir futuros suicidios, incluyendo el aumento del apoyo a las tropas y sus familias desde el comienzo de la pandemia. Los oficiales también están planeando centrarse en abordar las barreras percibidas para buscar ayuda entre los miembros, especialmente los más jóvenes.
«Hacer esto bien es algo personal para todos nosotros en el Departamento. Sin embargo, la prevención puede ser compleja. A medida que la investigación científica sobre la prevención del suicidio sigue evolucionando, seguimos haciendo todo lo posible para detener estas tragedias. No hay dos individuos idénticos, y no hay dos experiencias vitales idénticas. Así que estamos trabajando para abordar una serie de factores de riesgo y mejorar los factores de protección para los miembros de nuestras Fuerzas Armadas», dijo en una declaración el general de división Clement Howard, director general en funciones de la Oficina de Resiliencia de la Fuerza.
Además, los líderes militares están hablando cada vez más sobre el tema, incluso compartiendo sus propios problemas.
El general John Hyten, vicepresidente del Estado Mayor Conjunto, dijo en un mensaje de video el año pasado que había buscado ayuda. En un nuevo video publicado el jueves, dijo que había experimentado muchas emociones durante el año pasado, incluyendo la ira, la frustración y la confusión, pero que había recibido una avalancha de apoyo después de revelar sus luchas.
«Sinceramente, no esperaba ese tipo de respuesta. No lo esperaba porque no creía que buscar ayuda fuera tan extraordinario. Pedir ayuda es simplemente lo correcto. No es diferente de ser atendido por un médico por una lesión o enfermedad física. Y todos le apoyaremos por igual si decide buscar ayuda profesional», dijo.
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