El gobernador de Florida, Ron DeSantis, sigue por detrás del expresidente Trump en las encuestas por más de 40 puntos porcentuales, pero sigue comprometido con la idea de que el trabajo sobre el terreno dará sus frutos.
El ex Navy SEAL volvió a Iowa con su Super PAC «Never Back Down» el 16 de septiembre para continuar con su misión de visitar los 99 condados antes del primer caucus del país.
Con un total de 58 condados, el candidato republicano reafirmó su compromiso. Esto cosechó aplausos en un ayuntamiento lleno hasta la bandera en la localidad de Red Oak (condado n.º 56) con la senadora federal por Iowa Joni Ernst.
«Tal vez sea la forma en que crecí», dijo, «pero nada está garantizado en esta vida. No tienes derecho a nada. Tienes que ganarte el sustento.
«Y eso significa que tienes que ganarte esta nominación presentándote en Iowa. Apareciendo en todas las comunidades de Iowa. Hablando con la gente, respondiendo a sus preguntas y pidiéndoles su apoyo. Y eso es exactamente lo que vamos a hacer».
Trump sigue muy arriba en las encuestas a pesar de enfrentarse a multitud de cargos federales y estatales y de negarse a participar en los procedimientos tradicionales para la nominación del Partido Republicano -como participar en debates y firmar un compromiso de lealtad para abandonar la carrera y apoyar a quien la gane-.
«Creo que los votantes de Iowa realmente quieren ver a los candidatos», dijo Ernst cuando se le preguntó si creía que el ex presidente estaba pasando suficiente tiempo haciendo campaña en su estado.
«Quieren poder salir, hacer preguntas a los candidatos y escuchar cuál es su visión de futuro.
«Eso es lo que realmente quieren los ciudadanos de Iowa. Quieren poder acercarse y estrechar la mano de la persona a la que quieren apoyar».
«Por lo tanto, me encanta ver la participación.
«El gobernador DeSantis está haciendo la gira por 99 condados, se está reuniendo con esos votantes de Iowa. Eso marca la diferencia».
«No vamos a tener un mulligan en las elecciones de 2024», dijo DeSantis. «Se acabó el tiempo de las excusas. Tenemos que hacer el trabajo. Voy a hacer el trabajo».
El gobernador se hizo eco de lo que él ve como una necesidad de «fuerza» en la capital de la nación, un resurgimiento de la seguridad nacional, y un «ajuste de cuentas» para los responsables del aumento de la deuda y de los cierres y mandatos de COVID-19.
«Me niego a ondear la bandera blanca de la rendición ante este declive», dijo. «Juntos, invertiremos el declive estadounidense, pondremos a este país en la senda de un nuevo nacimiento de la libertad, y restauraremos lo que es grande de estos Estados Unidos de América».
El tema del primer día
El gobernador dedicó la mañana de ese sábado a esbozar algunas de las acciones que prometió llevar a cabo en su primer día en el Despacho Oval. Una de ellas fue acabar con la «Bidenomía».
«El primer día, vamos a coger todas las regulaciones de Biden, las órdenes ejecutivas», dijo. «Voy a cogerlas, y voy a tirarlas al cubo de la basura para siempre. Y vamos a tener una nueva era en este país».
También pidió una enmienda a la Constitución para equilibrar el presupuesto y la limitación de mandatos en el Congreso.
El gobernador también declaró que la crisis migratoria es un «tema del primer día.»
» El primer día, vamos a declararlo una emergencia nacional, vamos a movilizar recursos, incluyendo a nuestros militares, para estar en la frontera», dijo entre aplausos.
«Vamos a detener la invasión, no vamos a permitir las falsas peticiones de asilo. Pueden esperar en México. Vamos a detener eso. Construiremos un muro fronterizo».
También prometió responsabilizar al cártel mexicano del tráfico de drogas y el tráfico sexual a través de la frontera.
Su tercera promesa «del primer día» fue «poner freno a esta burocracia fuera de control» y a lo que llamó «la militarización de agencias» como la Oficina Federal de Investigación (FBI) y el Departamento de Justicia (DOJ).
«Cuando sea presidente, tendrán un nuevo director del FBI el primer día», dijo. «Va a ser una gran limpieza de la casa.
«También vamos a marcar el comienzo de un ajuste de cuentas por todos los mandatos por COVID-19 fallidos del gobierno, y por las políticas de bloqueo que infligieron a este país desde Fauci hacia abajo.
«Hicieron daño a este país. No reconocen el daño que hicieron. Siguen actuando como si todo esto hubiera tenido éxito».
DeSantis afirmó ser el único candidato dispuesto a poner fin al gasto -del que culpó tanto a demócratas como a republicanos-, a actuar con dureza en la frontera sur y a exigir responsabilidades a las agencias gubernamentales por sus acciones en los últimos cuatro años.
El gobernador también se refirió a medidas similares que tomó en Florida, desde el envío de inmigrantes ilegales a Martha’s Vineyard y la prohibición de restricciones pandémicas como los mandatos de máscaras y los cierres, hasta el pago de más de una cuarta parte de la deuda de su estado.
También recibió fuertes aplausos por las posturas que adoptó sobre los «derechos de los padres» y la defensa de los niños frente a las ideologías transgénero.
«Pueden tener confianza y pueden confiar en mí», dijo. «Lo que voy a hacer es lo que voy a hacer. Si no pienso hacerlo, no se los voy a decir».
«Pueden tener la lista de control de lo que dije que haría, y nos pondremos en marcha el primer día», afirmó. «Ahora es el momento en que tenemos que hacer esto».
DeSantis tiene previsto comparecer en Midland, Texas, el 20 de septiembre, para desvelar la política energética que aplicará si es elegido presidente.
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