El candidato presidencial y gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que, de ser elegido presidente, eliminaría el tratado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre pandemias y no permitiría que afectara a la soberanía de Estados Unidos..
En el evento organizado por el think tank conservador Heritage Foundation y The Epoch Times el 27 de octubre, se le preguntó a DeSantis cómo abordaría el tratado sobre pandemias de la OMS, un acuerdo global sobre prevención y preparación para futuras respuestas a pandemias, si fuera elegido presidente.
«Como presidente», dijo, «cogeré ese tratado y lo tiraré a la papelera, que es donde debe estar».
DeSantis calificó el acuerdo de «tratado de bloqueo internacional» que podría afectar a la soberanía de Estados Unidos.
«Es una cuestión de soberanía ante todo. ¿Por qué íbamos a renunciar a la soberanía?», señaló DeSantis.
La administración Biden está impulsando el tratado de la OMS sobre pandemias. Los críticos temen que el tratado otorgue a la OMS la autoridad para controlar la respuesta mundial ante una pandemia e infrinja la soberanía de Estados Unidos.
DeSantis añadió que «en Florida ya hemos aprobado leyes que anulan cualquier efecto de ese acuerdo de la OMS. Es un tratado de bloqueo. En el Estado de Florida, no lo reconoceremos. No lo acataremos».
El gobernador de Florida se refirió a la ley que firmó en mayo, diseñada para mantener a Florida fuera del tratado de pandemia de la OMS para futuras respuestas a pandemias.
A continuación, citó las repercusiones negativas cuando se llevan a cabo políticas displicentes durante las respuestas a la COVID, como los daños colaterales y el menoscabo de los derechos y libertades individuales de las personas.
El aspirante republicano a la presidencia prosiguió y dijo que algunas malas decisiones tomadas por gobiernos occidentales prolongaron los bloqueos a pesar de que no había datos que lo respaldaran.
Advirtió del abuso de poder cuando se les da demasiado poder.
«Eso me dice que estaban más interesados en controlar el comportamiento que en detener un virus concreto», dijo DeSantis.
«Si le das a esta gente una pulgada, tomarán una milla», señaló.
«Vamos a rechazar absolutamente ese tratado», concluyó DeSantis.
Además, DeSantis envió el mensaje de que «limpiaría la casa» responsabilizando a las agencias federales de salud, incluidos los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) por su «dañina» respuesta al COVID que debilitó a los Estados Unidos.
En marzo, DeSantis culpó a las políticas fallidas del gobierno federal y de muchos gobiernos estatales y a sus respuestas a la pandemia de causar múltiples problemas. También criticó a los expertos por «equivocarse sobre COVID-19».
Preocupación por la soberanía
La OMS ha presentado el borrador cero de su acuerdo global de respuesta a pandemias para que lo negocien sus estados miembros. La Asamblea Mundial de la Salud, el órgano decisorio de la OMS, presentará este borrador jurídicamente vinculante para su consideración en 2024.
Según el acuerdo propuesto, la OMS estaría autorizada a determinar cuándo y cómo se llevan a cabo los bloqueos.
Los expertos han expresado su preocupación por la posibilidad de que el tratado acabe con la soberanía de los países y socave la libertad individual si se abusa de él, como se vio en la última respuesta al COVID, en la que casi todos los países llevaron a cabo el modelo de bloqueo de China impulsado por la OMS.
La Casa Blanca y la OMS defendieron el tratado cuando el Secretario de Estado Antony Blinken declaró ante el Congreso en marzo que la administración Biden «está intentando reforzar la arquitectura mundial para hacer frente a las pandemias».
Los legisladores estadounidenses han presentado un proyecto de ley y una resolución que requieren la aprobación del Senado para el tratado con el fin de evitar que un presidente estadounidense «ceda la soberanía de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud.»
«La Organización Mundial de la Salud ha demostrado ser incapaz de responsabilizar al Partido Comunista Chino (PCCh) por su papel en la pandemia de COVID-19. Renunciar a la soberanía de Estados Unidos en favor de una entidad internacional como ésta diluiría la excelencia estadounidense», declaró el senador Kevin Cramer (republicano por Dakota del Norte) ante el Congreso en marzo, al presentar la resolución que impedía al presidente Joe Biden firmar el tratado.
El senador Jim Risch (R-Idaho), copatrocinador de la resolución, dijo en la declaración de entonces: «La OMS no responsabilizó a China de la propagación mundial del COVID-19, que mató a más de un millón de estadounidenses y a miles de habitantes de Idaho. Otorgarle poder sobre cualquier futura emergencia sanitaria que afecte a Estados Unidos sería un desastre con consecuencias potencialmente mortales».
Reggie Littlejohn, presidenta de Mujeres por los Derechos sin Fronteras, advirtió en abril de que el PCCh podría tratar de aprovechar el tratado de la OMS sobre pandemias para extender por todo el mundo el infame sistema chino de crédito social que rastrea a los chinos.
Un político británico también advirtió que el tratado «representa un asalto a nuestras libertades» y crea un «vasto mecanismo de vigilancia de la salud pública».
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