Si fuera presidente de Estados Unidos, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, aflojaría las espitas reguladoras de la producción nacional de petróleo/gas para debilitar la Rusia de Putin, defendería Taiwán si fuera atacado por la República Popular China, prohibiría TikTok y nacionalizaría una fórmula de gobierno que ha hecho del Estado del Sol «una de las jurisdicciones más dinámicas del mundo».
Durante una entrevista de una hora el 23 de marzo con Piers Morgan en Fox Nation en la Mansión del Gobernador en Tallahassee, DeSantis respondió a preguntas sobre su infancia en Dunedin, Florida, la muerte de una hermana a la edad de 30 años a causa de una embolia pulmonar, y sobre la exitosa batalla de su esposa, Casey, contra el cáncer de mama.
DeSantis y Morgan trazaron sus experiencias como estudiante de Yale y Harvard, como abogado de la Marina de Estados Unidos en Irak y en la Bahía de Guantánamo, sus dos periodos en el Congreso, y sus desafíos y triunfos como gobernador de un estado indeciso en el que ganó por poco su primer mandato en 2018 antes de ser reelegido por más de 1.5 millones de votos en noviembre de 2022 en un estado que, bajo su liderazgo, se había vuelto rojo brillante.
Alrededor de 50 minutos después de la entrevista, Morgan finalmente hizo estallar «la pregunta que no va a responder», que es —y ha sido durante meses— ¿Se postula para presidente?
«No he tomado una decisión final al respecto», dijo DeSantis. «Le he dicho a la gente que tengo mucho que hacer aquí en Florida en los próximos meses. Vamos a anotar un montón de puntos, y luego veremos cómo se aclaran las cosas después de eso».
«Pero», continuó, «le diré que tenemos mucha gente que se da cuenta de que el país no va en la dirección correcta y cree que lo que hemos sido capaces de hacer en Florida, si pudiéramos aplicarlo a nivel nacional, volvería a encarrilar a Estados Unidos y a nuestros cimientos».
«Me lo tomo muy en serio. Es una lección de humildad que la gente venga a mí y me pida que lo haga, o me inste a hacerlo. Así que permanezcan atentos».
Eso suena a un «sí», dijo Morgan.
«Es un permanezcan atentos», dijo DeSantis.
DeSantis, considerado el principal aspirante no declarado a la candidatura de Donald Trump para una tercera nominación republicana consecutiva a la presidencia en 2024, no es abiertamente candidato a la presidencia. Nadie espera que se declare formalmente hasta después de que la Legislatura de Florida entre en receso en mayo, a pesar de los claros indicios de lo contrario. Recientemente concluyó una gira de presentación de su libro por Iowa y Nevada, estados donde se celebraron las primeras primarias, y en abril tiene previsto visitar Pennsylvania, Michigan, Ohio, Virginia y New Hampshire.
A pesar de todo, DeSantis dijo que no es seguro que se postule para 2024.
«Miren, tengo una familia joven y tengo diferentes obligaciones y no es la cosa más fácil del mundo por la que pasar y también quiero asegurarme de que tengo una razón muy clara para hacer lo que estoy haciendo», dijo, para luego lanzar un golpe muy de campaña.
«Lo único que me interesa es hacer las cosas y lograrlas», dijo DeSantis. «No necesito un título. No necesito fanfarria. Sólo quiero saber que si pongo mi mente en esto, si alguna vez hiciéramos eso y tuviéramos éxito, ¿qué podría hacer para marcar la diferencia?»
Dijo que está dispuesto a hacer precisamente eso si se postula y llega a la Casa Blanca en enero de 2025.
«Lo que se necesita es tener una visión para el país, la capacidad de ejercer el liderazgo, y estar dispuesto a pararse en ese fuego cuando se pone muy, muy caliente, y no retroceder bajo presión», dijo DeSantis. «Creo que tengo todas esas cosas».
Habría «despedido» a Fauci
Morgan comenzó la entrevista con una confesión, recordando que dijo en 2021 que DeSantis tendría «las manos manchadas de sangre» por negarse a seguir la orientación federal sobre el cierre de negocios y el cierre de escuelas durante la pandemia de COVID-19 que llevó a batallas de alto perfil con los gobiernos locales, las juntas escolares y la Administración de Biden.
«Lo critiqué en un tuit de 2021 cuando parecía que el historial de Florida sobre COVID no iba a ser bueno», dijo Morgan, llamando a DeSantis «una de las primeras personas en Estados Unidos, ciertamente, que devolvió a la gente su libertad».
Por supuesto, «no resultó así», dijo Morgan. «En realidad fuiste muy audaz en las cosas que estabas haciendo, más que cualquier otro gobernador. Y resulta que fuiste reivindicado».
Resultó así, reconoció DeSantis, pero no siempre estuvo tan seguro de las cosas que eran correctas durante el invierno y la primavera de 2020.
«Estaba muy preocupado por el COVID», dijo, señalando que, como paraíso para los jubilados, Florida tiene una importante población de ancianos con más de 4000 hogares de ancianos. «Así que se trataba de una enorme amenaza existencial para Florida. Nos lo tomamos muy en serio. También dije: ‘Vamos a seguir los datos'».
DeSantis negó ser un «antivacunas» y, al principio, estaba ansioso por animar a la gente a vacunarse porque «pensábamos que la vacuna acabaría con el COVID durante la ola de delta».
Pero los datos demostraron que no era cierto: la gente que se vacunaba podía seguir propagando la enfermedad.
«Dije, ‘vale, la vacuna no está deteniendo la propagación; necesitamos tratamientos» como anticuerpos y otras alternativas a las vacunas.
Ante los mandatos federales de vacunación, también crecía el sentimiento de indignación. «También hay que confiar en la gente para tomar una decisión. Esta idea de que vamos a utilizar la coacción. Simplemente no creo que sea sostenible», dijo.
DeSantis dijo que él habría manejado la pandemia de manera diferente a como lo hizo Trump. Por un lado, dijo, no habría permitido que el exdirector del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, el doctor Anthony Fauci, dictara la política nacional.
“Yo habría despedido a alguien como Fauci. Creo que tenía un exceso de confianza en su propia autoridad, y creo que hizo mucho daño”, dijo DeSantis.
Líos con Trump
El comentario fue uno de los muchos a lo largo de la entrevista haciendo referencia al expresidente.
DeSantis dijo al compararse con el grandilocuente Trump, que «hay algunas cosas» en las que las diferencias son claras.
«Sólo en términos de mi enfoque de liderazgo», dijo, «consigo personal en el gobierno que tenga la agenda del pueblo y comparta nuestra agenda. Si traes tu propia agenda, te vas. No vamos a permitirlo. Así que, la forma en que dirigimos el gobierno, creo, es sin drama diario, centrarse en el panorama general, y anotar puntos en el tablero».
Mientras Trump aspira el aire de la sala, DeSantis dijo que él lo oxigena sin ser llamativo o con drama.
«No soy de cócteles», dijo, aunque afirmó que él y Casey disfrutan de vez en cuando de una celebración. «Simplemente hago mi trabajo y me voy a casa a pasar tiempo con mi familia. Creo que trato mejor con la gente normal que con algunas personas de la clase política».
DeSantis dijo que tuvo «una buena relación» con Trump mientras estuvo en el Congreso en 2016 y en sus dos primeros años como gobernador tras su elección en 2018, impulsada por el efusivo respaldo del presidente.
«Vi esto de la colusión con Rusia como una farsa desde el principio. Muy poca gente lo dijo. Teníamos un puñado de nosotros en el Congreso que luchábamos contra eso, así que salía en televisión y lo defendía cuando no era popular y cuando era políticamente arriesgado, pero simplemente pensé que era lo correcto y pensé que tenía buenas ideas para el país», dijo. «Cuando era gobernador… trabajamos muy bien juntos. Quiero decir que aún no era residente de Florida, tenía un lugar en Florida, entendía Florida, y realmente trabajó bien con nosotros para servir a nuestro estado».
Pero mientras que muchos de los respaldos de Trump a mitad de periodo fueron derrotados y el Partido Republicano se quedó corto de su autoproclamada «ola roja», DeSantis lideró un resonante tsunami republicano en Florida, encabezado por su propia reelección abrumadora.
El éxito del gobernador en las elecciones de mitad de periodo y los resultados económicos de Florida le situaron en lo más alto de la lista de candidatos presidenciales republicanos para 2024, junto a Trump.
La atención y los elogios no sentaron bien al ex presidente. Empezó a llamar a su potencial rival » Ron Albóndiga» y «Ron DeSanturrón» en los mítines y en su página TruthSocial.
DeSantis dijo a Morgan que los floridanos no entienden lo que Trump quiere decir con el apodo, no están seguros de si es un insulto y que tiene «muchas vocales».
“No sé cómo se escribe el santurrón. No sé lo que significa, pero me gusta: es largo y tiene muchas vocales. Vamos con eso, está bien”, le dice a Morgan. “Quiero decir, puedes llamarme lo que quieras, siempre y cuando también me llames ganador, porque eso es lo que hemos sido capaces de hacer en Florida, es anotar un montón de puntos en el tablero y realmente llevar este estado al siguiente nivel”.
Ahora que Trump está inmerso en cuatro investigaciones penales y se encuentra en «vigilancia de acusación» por un gran jurado de 23 miembros en Manhattan que se espera que dicte una acusación la próxima semana por su presunto pago de 130,000 dólares de «dinero de silencio» en 2016 a la estrella porno Stormy Daniels, DeSantis ha sido cauteloso en sus comentarios sobre los escándalos del expresidente, diciendo dos veces durante una conferencia de prensa el 20 de marzo en Tallahassee que no tiene ninguna experiencia en cómo lidiar con «pagar a estrellas porno».
Hay «mucha especulación sobre la conducta subyacente que se pretende que sea», dijo a Morgan. «La realidad es que eso está fuera de mi alcance. Espero no llegar a esto en el futuro».
Sin embargo, ha criticado al fiscal del condado de Nueva York, Alvin Bragg, por perseguir un caso de hace siete años que su predecesor y los fiscales federales optaron por archivar.
«Si eres un fiscal muy estridente —y este tipo es de izquierda— y no estás persiguiendo muchos delitos en Manhattan, ¿vas a perseguir a alguien del otro lado por un delito ‘nuevo’?», dijo DeSantis. «Eso no inspira confianza y la gente lo ve como usar el sistema judicial como arma. Así que creo que es fundamentalmente erróneo. ¿Quién sabe? Quizá no veamos nada de eso, aún no hemos visto nada firme».
Morgan citó la advertencia de un colega médico al Dr. Frankenstein en «Frankenstein» de Mary Shelley: «Has creado un monstruo y te destruirá».
«¿Y a qué alude?», se rió DeSantis.
Formado por el 11-S, Irak y Guantánamo
DeSantis se había graduado en Yale y había sido aceptado en la facultad de Derecho de Harvard cuando «el mundo cambió» el 11-S.
En la década de 1990, «nuestro país no se preocupaba por nada en el mundo. La Guerra Fría había terminado. Había prosperidad. Cuando cayeron las torres, cambió mi perspectiva», dijo, y se dijo a sí mismo que «debía estar dispuesto a hacer algo». «Fue entonces cuando decidí empezar a buscar otras opciones profesionales».
Se alistó en la Marina. «Cuando vistes el uniforme de tu país, eso es un servicio significativo», dijo. Como abogado del JAG, trabajó con el Seal Team 1 en Faluya (Irak) y en el centro de detención de Guantánamo (Cuba).
Su paso por «Guantánamo» será sin duda un tema de campaña. Niega haber ordenado alimentar a los detenidos a la fuerza. «Yo era un oficial subalterno. No tenía autoridad para autorizar nada», dijo.
DeSantis dijo que debería haber habido «comisiones militares» para juzgar a los considerados terroristas en lugar de permitir que languidecieran en la aislada base de Cuba.
«La cuestión era, si liberamos a esta persona de vuelta a Afganistán, ¿se va a dedicar al terrorismo? Es difícil saberlo definitivamente, por lo que creo que tendieron a pecar de precavidos», afirmó. «Es difícil cuando se da una situación de terrorismo y guerra, porque no son una nación-estado y no se les puede juzgar en un tribunal civil. Así que realmente necesitas comisiones militares, pero eso como que se esfumó».
DeSantis dijo que invadir Afganistán y acabar con los talibanes fue lo correcto. «Yo me habría ido antes de lo que lo hicimos», dijo.
El único beneficiado de invadir Irak fue Irán, dijo. «Ahora tenemos una situación en la que Irak es básicamente un satélite de Irán, nuestro adversario más importante en la región. En retrospectiva, creo que Irán se ha hecho más fuerte como resultado de ese conflicto», dijo.
Claridad sobre Ucrania
A principios de marzo, DeSantis dijo a Tucker Carlson en su programa de Fox News que la guerra entre Ucrania y Rusia era una «disputa territorial» de poco valor estratégico para Estados Unidos.
Desde entonces ha sido duramente criticado, incluso por muchos republicanos prominentes.
«Creo que [el comentario] ha sido mal caracterizado. Obviamente, Rusia invadió Ucrania, y eso estuvo mal», dijo DeSantis, señalando que la toma de Crimea por parte de Rusia en 2014 también estuvo mal.
«La idea de que yo pensaba que Rusia estaba justificada, es una tontería».
Las regiones fronterizas y Crimea son «una situación desordenada» con muchos rusos étnicos viviendo allí, dijo.
«A lo que me refería es a donde se están produciendo los combates, esa región fronteriza oriental, Donbás, ese es el origen del conflicto» que «probablemente continuará en el futuro».
«Creo que es probable que haya un estancamiento durante bastante tiempo», continuó DeSantis, «y por desgracia, mucha gente va a terminar muriendo si ese es el caso. Si pudiera chasquear los dedos, se lo devolvería a Ucrania al cien por ciento. Pero la realidad es que, ¿cuál es la implicación de Estados Unidos en términos de escalada armamentística? Tropas terrestres sería un error. Eso es lo que quería decir. Rusia se equivocó al invadir y se equivocó en Crimea».
La invasión ha puesto de manifiesto que las fuerzas armadas rusas son menos formidables de lo que se temía en cuanto a capacidad de combate convencional y que el presidente ruso, Vladimir Putin, es un tirano que se engrandece a sí mismo.
«El punto más importante es, de acuerdo, Rusia no ha demostrado la capacidad de apoderarse de Ucrania, de derrocar al gobierno, de amenazar a la OTAN», dijo DeSantis. «Eso es bueno, se han debilitado».
Putin, sin embargo, es una amenaza para Occidente y Estados Unidos, dijo, y debe ser contenido. «Creo que tiene grandes ambiciones y es hostil a Estados Unidos, pero lo que hemos visto es que no tiene la capacidad convencional para hacer realidad sus ambiciones. Así que, básicamente, es una gasolinera con un montón de armas nucleares».
¿La mejor manera de detenerlo? «Para nosotros, entre las cosas que podríamos estar haciendo mejor es utilizar nuestros propios recursos energéticos» y abrir el acelerador de la producción de petróleo y gas para exportar a Europa y a otros lugares del mundo.
«Las exportaciones de petróleo y gas es: de donde saca todo su poder y, obviamente, ha influido en Europa. Así que la forma de golpear a Putin es con energía», dijo DeSantis, calificando a Putin de «criminal de guerra».
China, y no la Rusia de Putin, es la mayor amenaza del país, dijo, añadiendo que Estados Unidos debería defender Taiwán si China lo invade.
«Eso sería una agresión», dijo DeSantis.
«Absolutamente. Yo diría que Taiwán es un fuerte aliado de Estados Unidos» y que defenderlo redundaría en interés de la nación.
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