El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó el lunes una ley que pretende frenar las protestas violentas y los disturbios en el estado.
DeSantis, un republicano, firmó la llamada medida «antidisturbios» en el condado de Polk, diciendo que es «la pieza de legislación más fuerte contra los disturbios y a favor de las fuerzas policiales en el país».
La firma se produce en medio de protestas, disturbios, saqueos e incidentes provocados en varias ciudades importantes de Estados Unidos a raíz de una muerte provocada por un disparo de una oficial en Brooklyn Center, Minnesota. Mientras tanto, se espera el veredicto de un jurado en el juicio por asesinato del expolicía de Minneapolis Derek Chauvin, al que se le vio arrodillarse sobre George Floyd antes de su muerte—lo que desencadenó meses de disturbios y manifestaciones.
La ley, conocida como HB1, aumenta las sanciones penales por agresión, desfiguración de monumentos y vandalismo en la propiedad pública durante los disturbios. Los gobiernos locales que interfieran con la policía al tratar de contener las manifestaciones violentas serán penalizados. Mientras tanto, se establecerá un proceso de apelación por parte de los ciudadanos cuando los condados y las ciudades intenten reducir sus respectivos presupuestos de fuerzas policiales.
El lunes, DeSantis dijo en el acto de la firma que los gritos de la izquierda de «desfinanciar a la policía» que resonaron en las manifestaciones de Black Lives Matter el año pasado es una «teoría insensata» y «no se va a permitir que se imponga nunca en el estado de Florida».
Los demócratas y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) dijeron que la ley está diseñada para intimidar a los manifestantes de Black Lives Matter y otros grupos afines.
«La ley fue diseñada a propósito para reforzar el trato policial dispar que hemos visto una y otra vez dirigido hacia las personas negras y morenas que están ejerciendo su derecho constitucional a protestar», dijo Micah Kubic, el director ejecutivo de ACLU de Florida, en un comunicado.
La ley entró en vigor inmediatamente después de que DeSantis firmara el proyecto de ley el lunes.
Según el texto de la ley, otras nuevas medidas incluyen el cambio de la definición de lo que es un «disturbio» en el estado de Florida. Un disturbio se definirá como un disturbio público violento en el que participan tres o más personas que actúan con una intención común y que causa daños a la propiedad pública o lesiones, o puede causar lesiones o daños inminentes.
La ley crea un nuevo delito de segundo grado —»disturbio agravado»— que tiene lugar cuando un disturbio tiene más de 25 personas involucradas, causa daños corporales graves, o más de 5000 dólares en daños a la propiedad. También se utilizará si los participantes tienen o amenazan con un arma mortal o bloquean las carreteras por la fuerza o con la amenaza de utilizarla.
El senador estatal de Florida Danny Burgess, republicano que patrocinó la medida, dijo que la ley define la diferencia entre una manifestación pacífica y un disturbio.
«No solo lo hicimos para poner al público sobre aviso en cuanto a lo que constituye un disturbio, sino también para dejar claro tanto a los manifestantes como a la policía dónde se traza esa línea en la ley», dijo Burgess, según Newschannel8.
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