Cuando el gobernador de Florida, Ron DeSantis, terminó una conferencia de prensa en Ponte Vedra Beach el jueves, dejó entrever la posibilidad de que los legisladores del estado deroguen la Ley de Mejora de Reedy Creek de 1967 en respuesta a la actual oposición de Disney a la recientemente firmada ley de «Derechos de los Padres en la Educación«, apodada por los opositores liberales de la medida como el proyecto de ley «No digas gay».
El Distrito de Mejoramiento de Reedy Creek (RCID) de 1967 —redactado por la Legislatura de Florida en colaboración con Walt Disney World y convertido en ley por el gobernador republicano Claude Kirk— creó de hecho dos gobiernos de tipo municipal, Bay Creek y Reedy Creek, para regular los terrenos del lago Buena Vista donde opera el Walt Disney World Resort. A través del RCID, Disney gestiona su propia protección contra incendios, servicios de seguridad, servicios públicos y planificación. Su Junta de Supervisores es seleccionada por los propietarios de los terrenos que rodean la propiedad de 38.5 millas cuadradas, lo que permite a Disney funcionar como su propio gobierno. Si se deroga el RCID, la propiedad de Disney quedaría repentinamente bajo la completa autoridad de los condados de Orange y Osceola.
El anuncio vino como otra parte en la disputa en curso entre Disney y DeSantis desde que el gobernador firmó el proyecto de ley. Después de enfrentar la presión de las comunidades LGBTQ y los empleados por su silencio, el CEO de Disney Bob Chapek emitió una declaración a sus empleados el 11 de marzo, pidiendo disculpas por no ser un «aliado más fuerte» para ellos, diciendo que el proyecto de ley representa «otro desafío a los derechos humanos básicos». Chapek anunció entonces que Disney suspendería inmediatamente todas las donaciones políticas en Florida.
El 30 de marzo, el representante de Florida Joe Harding, el legislador republicano que patrocinó el proyecto de ley, anunció que iba a devolver los 3126 dólares que había recibido en donaciones políticas asociadas a Disney.
Disney Corporation emitió un comunicado el 28 de marzo en el que prometía que su nuevo objetivo era «que esta ley sea derogada por la legislatura o anulada en los tribunales», prometiendo apoyar a las organizaciones que trabajen para que esto ocurra.
DeSantis dijo que la posible derogación no sería totalmente una represalia en respuesta al comportamiento de Disney, sino que se haría como parte de un esfuerzo mayor para despojar a Disney de lo que llamó «privilegios especiales».
«No diría que eso sería una represalia. Quiero decir, la forma en que lo veo es que hay ciertas entidades que han ejercido mucha influencia a través de medios corporativos para generar privilegios especiales en la ley», dijo DeSantis. «No creo que debamos tener privilegios especiales en la ley en absoluto».
El representante de Florida Spencer Roach reveló a través de las redes sociales que los legisladores ya se reunieron dos veces para discutir la posible derogación del RCID.
«Ayer fue la segunda reunión en una semana con colegas legisladores para discutir la derogación de la Ley de Mejora de Reedy Creek de 1967, que permite a Disney actuar como su propio gobierno», tuiteó Roach. «Si Disney quiere abrazar la ideología woke, parece adecuado que sean regulados por el Condado de Orange».
La ley de Derechos de los Padres en la Educación, que no contiene la palabra «gay», prohíbe la enseñanza en las aulas sobre la orientación sexual desde el jardín de infancia hasta el tercer grado.
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