El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dio inicio a una reunión de alrededor de 600 madres conservadoras el 15 de julio en Tampa, donde las instó a confrontar la ideología woke, especialmente en las escuelas.
En un discurso de 50 minutos que recibió vítores de aprobación en varias oportunidades, el gobernador republicano alentó a las madres de todo el país a tener el coraje de investigar las decisiones de las juntas escolares, desafiar a los representantes electos e incluso postularse para algún cargo.
Los ataques de «la prensa» y «la izquierda» serán brutales, advirtió DeSantis.
Pero prometió que la lucha valdrá la pena para los padres que eligen confrontar a las iniciativas liberales, como la teoría crítica de la raza mezclada en el currículo escolar o el hecho de que se enseñen temáticas sexuales a niños en los primeros años de escolaridad.
Las personas a favor de tales prácticas «no quieren a nadie que vaya a echar luz sobre los problemas de estas narrativas», dijo el padre de tres niños menores de seis años.
El discurso de DeSantis dio inicio a Joyful Warriors National Summit (Cumbre Nacional de los Guerreros Alegres), una convención organizada por Moms for Liberty (Mamás por la Libertad), una organización de rápido crecimiento.
Pero no todos aplaudían.
Afuera había un puñado de manifestantes con pancartas que objetaban lo que dijo DeSantis de que algunos maestros adoctrinan a los niños y decían que el gobernador les debe una disculpa a los maestros.
«No tenemos custodia compartida con el gobierno»
Esta fue la primera reunión nacional de Moms for Liberty desde el inicio del grupo en Florida en 2021. La organización primero lanzó dos oficinas locales en las que reunían a madres enojadas por los cierres de escuelas debido a la pandemia, la obligación de que los niños usaran mascarillas, materiales sexuales explícitos en las bibliotecas de las escuelas, entre otros temas.
El movimiento rápidamente se difundió por todo el país. Las madres se movilizaron y comenzaron a asistir a las reuniones de las juntas escolares con camisetas que decían «¡No tenemos custodia compartida con el gobierno!»
Ahora, más de 100,000 progenitores –tanto madres como padres– conforman las más de 200 oficinas en 38 estados.
Compuesto en su mayoría por cristianos, la misión del grupo incluye responsabilizar a los funcionarios de gobierno por sus decisiones y trabajar para reemplazar a los que no tienen «mentalidad de libertad».
El grupo promueve la visión de un gobierno limitado y se opone a la «extralimitación del gobierno y sus tácticas de intimidación».
Sus miembros suelen pedir cambios en las reuniones de las juntas escolares y en los capitolios estatales. Algunos se han postulado a cargos públicos y ganaron con el apoyo de los demás integrantes de Moms for Liberty.
Estrictas medidas de seguridad
Antes de que comenzara la convención del 15 de julio, agentes del orden público del estado examinaron con sus perros el hotel donde se realizaría el acto para detectar cualquier peligro.
Los participantes tuvieron que alinearse para pasar por detectores de metales, abrir sus bolsos para que se los examinen y estirar sus brazos para que les escanearan el cuerpo.
Estas medidas de seguridad fueron inusualmente estrictas para una participación del gobernador, aunque los agentes no supieron decir por qué. Algunos especularon que se debió a temores de que hubiera choques con demócratas que se estaban reuniendo en un hotel ubicado en la vereda de enfrente.
Allí, el Partido Demócrata de Florida estaba por lanzar su Leadership Blue 2022 (Liderazgo Azul 2022), un evento de tres días en el que iban a participar los dos principales candidatos demócratas para reemplazar a DeSantis, el congresista nacional por el estado de Florida Charlie Crist y la Comisionada de Agricultura del estado Nikki Fried. También se esperaba la participación del Rep. Val Demings (D-Fla), el principal contendiente del actual Sen. Marco Rubio (R-Fla).
A unas pocas yardas de distancia, derrotar a esos demócratas y otros en noviembre fue uno de los focos principales de los conservadores en la conferencia de Moms for Liberty. Se organizaron sesiones de estrategia privadas, en las que solo los miembros podían participar, para capacitar a los padres a «defender los derechos parentales en todos los niveles del gobierno», dijo la cofundadora del grupo Tina Descovich.
«La mayoría de nosotros concordamos en que los niños de Estados Unidos se han llevado la peor parte de los efectos de los cierres y una enfermedad misteriosa, y luego la invasión del gobierno en nuestras vidas de formas que nunca nos hubiéramos imaginado», dijo otra cofundadora, Tiffany Justice, ante el público.
Pero las acciones de DeSantis respecto al COVID-19 –mantener las escuelas abiertas, prohibir la obligación de usar mascarillas, prometer no forzar las vacunas para los niños– «han dado esperanzas a los padres de todo el país», dijo Justice.
«Hablo con madres de todo el país que desearían que Ron DeSantis fuera su gobernador, y me suelen decir que no ven la hora de votar por él para presidente», agregó, provocando una ola de vítores y aplausos.
DeSantis espera ganar la reelección como gobernador de Florida el 8 de noviembre. Los analistas políticos dicen que su victoria es muy probable.
Aún no ha anunciado intenciones de postularse para presidente, pero se lo considera uno de los principales contendientes para ser el candidato republicano. Encuestas recientes señalan que su popularidad con los republicanos en todo el país se está acercando a la del expresidente Donald Trump, que aún no anuncia si planea postularse.
Los americanos están «hartos» del activismo woke
El discurso de DeSantis sonó tanto como un acto de campaña para su reelección como un discurso de campaña para presidente, dijo la analista política Susan MacManus, profesora emérita de la Universidad del Sur de Florida en Tampa.
Si DeSantis gana la reelección con al menos un 5 o 6 por ciento de ventaja «sería óptimo para su futuro político», dijo MacManus.
Claramente cómodo con el ambiente acogedor que lo recibió, DeSantis comenzó ostentando los 22,000 millones de dólares de superávit en el presupuesto estatal y el récord en turismo.
Pero la multitud patriota estaba más enfocada en los derechos de los padres para decidir sobre la educación y la salud de sus niños. DeSantis rápidamente pasó a describir su iniciativa para que la educación cívica sea una prioridad del estado y los bonos de 3,000 dólares para los maestros que mejoren su capacitación en educación cívica.
También elogió la nueva legislación «Stop WOKE» que impide que se enseñe la teoría crítica de la raza (TCR) en las escuelas y en las capacitaciones laborales.
Destacó una nueva ley que otorga a los padres el derecho de exigir que se les muestren los libros de texto y materiales que se usan en las escuelas y delinea las consecuencias para los administrativos escolares que no cooperen.
Además celebró una nueva ley que prohíbe que se enseñe sobre orientación sexual e ideología de género a niños desde jardín de infantes hasta el tercer grado. Esta ley fue engañosamente catalogada como la ley «No digas gay» por sus oponentes, lo que provocó un debate nacional.
Aunque no fue la única corporación que manifestó su desaprobación de la ley, Disney fue quien expresó su oposición más fuertemente, algo que los ejecutivos creyeron que «mataría a la ley», se mofó DeSantis. «Bueno, se equivocaron con eso».
Contó que su reacción inicial a la postura de Disney fue, «¿No quieren dar el brazo a torcer en cuanto a forzar la sexualidad y la ideología de género en la escuela primaria? ¡Deben estar bromeando!»
El público abucheó ante la mención de Disney, pero manifestó su aprobación cuando DeSantis dijo que el estado ya no va a financiar el «activismo woke» de la compañía. Siguiendo sus indicaciones, los legisladores estatales recientemente revocaron reglas especiales que permitían que la compañía se autoregulara en la zona que corresponde al Walt Disney World Resort cerca de Orlando.
Ahora Disney «vivirá bajo las mismas reglas que todos los demás y pagará su porción de impuestos», dijo DeSantis.
«Los americanos están hartos de estas compañías y su estúpido activismo».
Las madres se pusieron de pie para vitorear a DeSantis cuando exclamó: «Hemos marcado un límite muy claro que dice que nuestro sistema escolar es para educar a los niños, no para adoctrinar a los niños».
«Mantengan firmes sus convicciones»
DeSantis dijo que soportó «histeria y ataques partidistas» por parte de la prensa, los demócratas, los burócratas y algunos «republicanos del sistema» por sus batallas contra la ideología woke y por su respuesta al COVID. Efectivamente, ha sido ampliamente criticado por ambas cuestiones, desde que decidió abrir las escuelas y negocios de Florida mientras que otros estados permanecieron cerrados.
Él dice que sus decisiones, basadas en la ciencia, resguardaron empleos y mantuvieron la economía del estado activa. Agregó que estadísticas educativas recientes prueban que haber mantenido el aprendizaje en persona en las escuelas ayudó a los niños a mantener el ritmo.
Recientemente volvió a desafiar a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) al poner fin a la cuarentena obligatoria de alumnos que estuvieron expuestos a COVID-19 pero no están enfermos.
Y los niños del estado no se verán forzados a vacunarse, «no mientras yo sea gobernador», dijo.
Oponerse a la ideología woke y a las políticas del presidente Joe Biden se ha convertido en su marca personal.
Le recordó a la multitud que hace poco sus críticos protestaron fuertemente diciendo que estaba «prohibiendo libros» cuando su administración rechazó textos escolares que metían la TCR en lecciones de matemáticas.
Los editores luego revisaron los libros «y nos enviaron un plan de estudios normal», dijo DeSantis.
Advirtió que quienes impulsan las iniciativas liberales seguirán criticándolo e intentando desmantelar sus políticas, a pesar de que «personas en todo el país rechazan esos disparates».
Pero «ser líder significa estar dispuesto a defender lo que es correcto, incluso cuando te atacan», dijo. «Recibo críticas cada mañana cuando me levanto de la cama. Es parte del trabajo».
«Si de alguna manera eso pone en riesgo mi trabajo, si no me sirve políticamente, que así sea», añadió.
Los padres que confrontan las políticas liberales y progresistas sufrirán ataques similares, dijo. El antídoto es el coraje.
«Si vas a la reunión de la junta escolar y dices la verdad, ¿acaso la prensa dirá que eres un héroe? No. Van a tratar de difamarte», dijo. Y va a ser lo mismo si se postulan para un cargo.
«Solo tienen que estar dispuestos a mantener firmes sus convicciones cuando no sea fácil».
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