PUNTA GORDA, Florida –El gobernador Ron DeSantis promulgó el lunes la ley de Derechos de los Padres en la Educación, reforzando los derechos fundamentales de los padres a tomar decisiones sobre la educación y el bienestar de sus hijos. El proyecto de ley, considerado controvertido por algunos, prohíbe la enseñanza de la orientación sexual en los salones de clases desde el jardín de infantes hasta el tercer grado, así como la instrucción que no es apropiada para la edad.
«Nos aseguraremos de que los padres puedan enviar a sus hijos a la escuela para que reciban una educación, no un adoctrinamiento», dijo el gobernador republicano a una multitud en la Classical Preparatory School de Spring Hill antes de firmar la ley.
A lo largo de su recorrido por los comités, así como por la Cámara de Representantes y el Senado, el proyecto de ley ha sido criticado por algunos por ser anti-LGBTQ y apodado el proyecto de ley «No digas gay», aunque la palabra «gay» no aparece en el texto de la legislación.
Incluso la ceremonia de los Premios Óscar hizo alusión a ella el domingo, cuando la copresentadora, la comediante Wanda Sykes, dijo: «Vamos a tener una gran noche esta noche», y luego añadió: «y para ustedes en Florida, vamos a tener una noche gay».
En respuesta a las bromas nacionales, DeSantis culpó a los medios de comunicación hegemónicos y a «la creación de slogans publicitarios de discursos falsos por parte de los políticos de izquierda» que están «inyectando la ideología de género woke» y «tratando de camuflar sus verdaderas intenciones».
«No me importa lo que digan los medios de comunicación corporativos. No me importa lo que diga Hollywood. No me importa lo que digan las grandes corporaciones. Aquí estoy. No voy a retroceder», dijo DeSantis a una multitud que lo aclamaba en la Classical Preparatory School de Spring Hill el 28 de marzo antes de firmar la ley.
«Seguiremos reconociendo que, en el estado de Florida, los padres tienen un papel fundamental en la educación, el cuidado de la salud y el bienestar de sus hijos», declaró.
A pesar de las críticas específicas sobre el texto del proyecto de ley, DeSantis dijo a la multitud que los opositores no se habían «molestado en leer el proyecto de ley.»
El 19 de marzo en Gainesville, 200 opositores al proyecto de ley se reunieron para denunciarlo como «antigay», diciendo que «hace que las personas LGBTQ estén menos seguras». Algunos de los oradores dijeron que creían que prohibir la instrucción en las aulas sobre la identidad de género y la orientación sexual seguramente aumentaría el riesgo de suicidio de los niños que tienen dudas.
Stephen Gaskill, presidente del caucus demócrata LQBTQ+, emitió una declaración diciendo que el gobernador DeSantis «saltó en la oportunidad de demonizar a los floridanos LGBTQ+. Su vergonzoso fanatismo está cínicamente diseñado para la ganancia partidista y el gobierno autoritario a expensas de los estudiantes, educadores y familias LGBTQ+».
«Los estadounidenses apoyan el derecho de los padres a estar informados … Cuando los padres son excluidos de las decisiones críticas que afectan a la salud y el bienestar de sus hijos en la escuela, se envía el mensaje a los niños que la opinión y la autoridad de sus padres ya no son importantes», dijo DeSantis.
January Littlejohn, una consejera de salud mental con licencia, dijo que sus derechos parentales fueron violados cuando su hija de 13 años llegó a casa de la escuela y le dijo que, en una reunión «a puerta cerrada» con su director y otros, le preguntaron qué baño quería usar y con qué sexo prefería alojarse en las excursiones nocturnas. Littlejohn dijo que la escuela nunca se puso en contacto con ella para pedirle permiso para hablar con su hija sobre «tales asuntos».
DeSantis señaló que el proyecto de ley consigue tres cosas. En primer lugar, prohíbe la instrucción en el aula sobre la sexualidad o cosas como la transexualidad en las aulas de K-3, diciendo que «esos planes de estudio deben ser apropiados para la edad».
En segundo lugar, continuó el gobernador, el proyecto de ley garantizaría que al comienzo de cada año escolar, los padres serán notificados acerca de los servicios de salud ofrecidos en la escuela, «con el derecho a rechazar cualquier oferta de servicio».
Por último, el proyecto de ley aborda los cuestionarios, o exámenes de salud, que se realizan a los jóvenes estudiantes. Los padres deben ser notificados y conceder el permiso a la escuela para entregar los cuestionarios a sus hijos.
El comisionado de Educación saliente, Richard Corcoran, dijo que los padres desempeñan el papel número 1 en la vida de un niño.
«Los padres no son el enemigo, son el primer —y mejor— defensor de un niño», dijo a la multitud. «Esta legislación salvaguarda los derechos y las responsabilidades de los padres para decidir la mejor manera de educar a sus hijos».
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