PUNTA GORDA, Florida. El proyecto de ley de los Everglades fue vetado por el gobernador Ron DeSantis quien dijo que le preocupaba la destrucción de los humedales.
En una carta de veto al secretario de Estado, DeSantis dijo que el proyecto de ley podría haber obstaculizado la restauración de los Everglades. Cuando DeSantis asumió el cargo en 2019 dijo que los humedales eran un recurso importante.
“Si bien el proyecto de ley que finalmente aprobó la Legislatura es una mejora con respecto a lo que se presentó inicialmente, la SB 2508 aún crea obstáculos regulatorios innecesarios y redundantes que pueden comprometer la ejecución e implementación oportunas de los proyectos de restauración de los Everglades, los planes de control y los cronogramas de regulación”, le escribió el gobernador al secretario de Estado, Cord Byrd.
El presidente saliente del Senado estatal, Wilton Simpson, había presionado a los legisladores para que aprobaran el proyecto de ley durante la sesión ordinaria que finalizó en marzo. A DeSantis no le gustó la versión original y la criticó, lo que llevó a los legisladores a reelaborar el proyecto de ley que se basa en un enorme proyecto de embalse en los Everglades.
“Queremos continuar por el camino que empezamos en enero de 2019. Y no queremos que nada nos desvíe de eso”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa el 8 de junio en Fort Myers Beach. “Hubo mucha gente que brindó muchos buenos aportes. Gente muy, muy apasionada: Los escuchamos y vamos a continuar en el curso que comenzamos hace poco más de tres años”.
Después de que se presentó el proyecto de ley, DeSantis dijo que el estado necesitaba priorizar el dinero para el embalse.
Los senadores dijeron que los críticos del proyecto de ley «lo malinterpretaron» y que el embalse no recibiría menos prioridad. Sin embargo, respondieron a las críticas reescribiendo el proyecto de ley para incluir la revisión de los cronogramas de liberación de agua del lago Okeechobee o el recorte de fondos para el proyecto del embalse.
Antes de que DeSantis asumiera el cargo en 2019, el embalse fue aprobado en 2017 para ayudar a reducir la liberación de agua contaminada del lago Okeechobee en los estuarios de St. Lucie y Caloosahatchee. Se culpa a dicha liberación de agua de destruir la hierba marina de la que dependen los manatíes para su sustento, además, se han presentado problemas en los últimos años para mover el agua hacia el sur en los Everglades.
Durante las conversaciones sobre el presupuesto entre el Senado y la Cámara de Representantes de Florida, se añadieron y aprobaron cambios adicionales al proyecto de ley, proporcionándole más capacidades supervisión a DeSantis y a la Legislatura sobre las directivas dadas al Distrito de Gestión del Agua del Sur de Florida (SFWMD) en relación con la gestión del agua del lago Okeechobee.
Sin embargo, los grupos ambientalistas han dicho que les preocupa que el proyecto de ley pueda causar la destrucción de los humedales. El proyecto de ley habría permitido que el Departamento de Protección Ambiental (DEP) celebrara contratos con entidades públicas, en particular empresas de servicios públicos como Florida Power and Light, para acelerar los permisos de recursos ambientales o pagarle a un fondo estatal por el trabajo.
La semana pasada, antes de que DeSantis vetara el proyecto de ley, el grupo ambientalista Audubon Florida envió una apelación final diciéndole al gobernador que, si bien el proyecto de ley había “mejorado mucho”, todavía “crea una burocracia innecesaria para la restauración de los Everglades y socava a Florida Forever, el programa de conservación de tierras del estado”.
Después de que DeSantis anunciara el veto, Jonathan Webber, director legislativo y político de Florida Conservation Voters, dijo por escrito: “Esta será una señal para que los legisladores dejen de usar trucos legislativos para colar políticas ambientales dañinas entre el público de Florida”.
Otro grupo, la Federación de Vida Silvestre de Florida, declaró: “Vetar este mal proyecto de ley es necesario para restaurar los Everglades y proteger la calidad de nuestra agua”.
Sin embargo, el veto no fue bien recibido por algunos.
South Florida Water Coalition dijo que el veto se basó en “preocupaciones limitadas e inexactas”.
“Al vetar esta legislación, el gobernador DeSantis ha decepcionado a más de siete millones de personas en el sur de Florida que dependen de un suministro estable de agua dulce del lago Okeechobee”, dijo Ryan Rossi, director de South Florida Water Coalition en una declaración escrita.
A DeSantis se le unió en la conferencia de prensa Daniel Andrews, director ejecutivo de Captains for Clean Water (Capitanes para el Agua Limpia), quien dijo que la acción del gobernador «envía un mensaje increíblemente poderoso» a las personas que abogan por «contrarrestar los esfuerzos por los problemas de calidad del agua”.
La semana pasada, DeSantis firmó un presupuesto para el periodo 2022-2023 que incluía USD 500 millones para proyectos de restauración de los Everglades y aproximadamente USD 558 millones para proyectos de calidad del agua que apuntan a la reducción de los niveles de nutrientes en vías fluviales clave en todo el estado. El gobernador vetó USD 350 millones para pozos de almacenamiento de acuíferos que reducen los contaminantes que ingresan al lado norte del lago Okeechobee, que era una de las prioridades del (presidente del Senado), Simpson.
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