El representante del estado de Florida, Joe Harding, encabezó el proyecto de ley de Derechos de los Padres en la Educación de Florida, que fue llamado «Proyecto de Ley de No Decir Gay» por parte de la izquierda progresista. Cree que las escuelas se han envalentonado para pasar por encima de la autoridad de los padres porque se ha producido una desintegración fundamental de la familia y una ruptura del papel de la familia en la sociedad estadounidense.
«Es una ruptura en la comprensión de cuál es el papel de la familia, y no se puede reemplazar a los padres con el gobierno», dijo Harding durante una entrevista el 27 de septiembre con el programa American Thought Leader de EpochTV.
Harding es padre de cuatro hijos y tiene un negocio, y ambas cosas lo mantienen muy ocupado. Pero también son lo que hace que el trabajo que hace como legislador estatal sea aún más significativo, dijo.
Harding fue el autor del proyecto de ley de Derechos de los Padres en la Educación de Florida porque vio que las escuelas estaban tratando de usurpar la autoridad de los padres en la toma de decisiones sobre la educación de sus hijos, especialmente en lo que respecta a la educación sexual y el adoctrinamiento de la ideología de género.
Después de ser elegido en 2020, escuchó varias anécdotas de los padres y se sintió profundamente perturbado por un incidente en particular en el que una niña de 12 años tuvo múltiples reuniones a puerta cerrada con personas del distrito escolar en el condado de León, ayudándola a cambiar su nombre y cambiar su pronombre.
«No podemos tener la idea de que un distrito escolar pueda tener una reunión a puerta cerrada con mi hija, sin incluirme como padre», dijo Harding. Y para agravar la situación, a los padres preocupados se les dijo que la escuela no revelaría lo que se dijo en esas reuniones a puerta cerrada con su hijo.
«Lo que me demostró es que era muy importante que hiciéramos algo ahora antes de que fuera demasiado tarde», dijo Harding.
Esencialmente, la nueva ley de Florida trata de empoderar a los padres designándolos como responsables finales de cualquier cuestión que afecte a sus hijos física o emocionalmente, además de prohibir la enseñanza de la ideología de género en los cursos de preescolar a tercero, y permitir a los padres demandar a los distritos escolares si los empleados violan la ley.
El proyecto de ley original iba a centrarse en contrarrestar las guías curriculares no aprobadas que enseñan ideología de género. Pero cuando Harding vio que algunas escuelas estaban publicando un cuestionario en el que se preguntaba a los alumnos: «¿quieres que tus padres participen en tu transición, en nuestra escuela como él, a ella, o como quieras hacerlo?», supo que el proyecto de ley tenía que abordar este secretismo.
A los niños pequeños se les estaba permitiendo tomar decisiones sin el conocimiento o el consentimiento de sus padres, dijo Harding, lo cual era muy preocupante.
En 2022, 26 estados presentaron o introdujeron proyectos de ley con el objetivo de empoderar a los padres como autoridad final en la vida de sus hijos. Hasta la fecha, se han promulgado seis de estas leyes: dos en Florida, dos en Arizona y una en Georgia y Luisiana. Una de ellas, en Kansas, ha sido aprobada por la legislatura y se encuentra en el escritorio del gobernador.
Algunos de estos proyectos de ley actualizan la «Carta de Derechos de los Padres» existente, mientras que otros son esfuerzos completamente nuevos impulsados por las protestas de los padres sobre lo que está sucediendo en las escuelas de todo el país. Muchos de los proyectos de ley obligan a la transparencia en el plan de estudios, mientras que algunos proyectos de ley describen los derechos que los padres siempre han tenido en las reuniones del consejo escolar.
Los legisladores estatales creen que estas leyes son necesarias porque muchas escuelas de todo el país entrenan a sus empleados para afirmar en secreto cualquier género que un estudiante elija para sí mismo, utilizando los pronombres y nombres preferidos sin decírselo a los padres.
Los padres han empezado a protestar contra los planes de estudio y las actividades extremas, no relacionadas con el ámbito académico, como las horas de cuentos con drag queens, en las que un hombre adulto se viste de mujer y hace un espectáculo de striptease delante de los niños pequeños, y las novelas gráficas sexualmente explícitas en las bibliotecas escolares.
Existe un problema generalizado de grupos activistas que eluden el proceso normal de revisión del plan de estudios y que introducen en las escuelas planes de estudio sobre la identidad de género y la sexualidad, dijo Harding.
«Cada vez había más gente que se acercaba y decía que nuestro condado tenía una [guía curricular relacionada con la identidad de género] igual que ésta. Y esa fue probablemente la parte más aterradora, porque no se voataba por estas guías en las reuniones públicas… Descubrieron una manera de eludirla con una agenda activista».
Activistas, medios de comunicación y corporaciones promueven la ideología
Los grupos activistas luego hicieron girar el proyecto de ley de Derechos de los Padres en la Educación de Florida como un esfuerzo «anti-gay» para quitar los derechos de los estudiantes trans y gay, lo cual era falso, dijo Harding.
Estos grupos de izquierda empezaron a cubrir el capitolio de Florida con panfletos.
«Todos mis colegas de primer año están recibiendo estos panfletos en sus escritorios que básicamente dicen: Ayúdenos a detener el proyecto de ley ‘No diga gay’, este proyecto de ley está dirigido a los niños trans … solo la retórica», dijo Harding. «Fue mi primer vistazo a lo sucio y lo bajo que llegarán estos grupos para hilar una narrativa».
Los medios de comunicación hegemónicos repitieron esta narrativa y los presentadores de las noticias de televisión en horario de máxima audiencia lo llamaron también el proyecto de ley «No digas gay», dijo Harding.
«En muchos sentidos, estábamos perdiendo la guerra de mensajes sobre este proyecto de ley, no porque nuestro mensaje no fuera bueno, sino porque no teníamos el poder de los medios de comunicación».
Harding dijo que incluso algunos de sus colegas demócratas apoyaron en privado el proyecto de ley de Derechos de los Padres en la Educación de Florida, pero que públicamente tuvieron que seguir la narrativa de su partido. Y un demócrata que sí apoyó el proyecto de ley perdió su elección primaria frente a un candidato progresista.
Después de que el proyecto de ley fuera aprobado por ambas cámaras en la legislatura de Florida, la Corporación Disney se hizo oír para oponerse a la legislación, tratando de presionar al gobernador republicano Ron DeSantis para que la vetara.
«Creo que Disney juzgó mal la cantidad de energía que había ya detrás de este proyecto de ley.
«Disney salió con una declaración que [decía] que vamos a trabajar para asegurarnos de que el proyecto de ley 5057 de la Cámara de Representantes, mi proyecto de ley, sea derogado», dijo Harding. «Por desgracia, Disney ya no es la empresa que fundó Walt Disney. Ahora es una compañía con sede en California y con valores californianos y no se alinea con Florida».
Proyecto de ley nacional de derechos de los padres de los republicanos
El representante republicano Mike Johnson (R-La.) en la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentó un proyecto de ley llamado «Ley para detener la sexualización de los niños 2022», que «prohíbe el uso de fondos federales para desarrollar, implementar, facilitar o financiar cualquier programa, evento o literatura de orientación sexual para niños menores de 10 años».
«El proyecto de ley prohíbe que los fondos federales se utilicen para albergar o promover eventos, donde los adultos bailan salazmente o se desnudan para los niños», agregó.
Un grupo de derechos LGBTQ, la presidenta y CEO de GLAAD, Sarah Kate Ellis, respondió al proyecto de ley de los republicanos.
Ellis dijo que el contenido del proyecto de ley de Johnson era «desinformación».
«El pueblo estadounidense ve esto como lo que es: un esfuerzo desesperado y perdedor dirigido a los estudiantes más vulnerables, con el objetivo de difundir mentiras», dijo Ellis en un comunicado de prensa.
Por su parte, el director de Asuntos Gubernamentales de la Campaña de Derechos Humanos, David Stacy, en un comunicado del 19 de octubre, calificó de «extremistas» a los republicanos que apoyan el proyecto de ley y a sus electores.
Sin embargo, Harding cree que la mayoría de los estadounidenses estarían de acuerdo con el contenido de una legislación como la ley de derechos parentales de Florida si la leyeran por sí mismos.
«Creo que la mayoría de los estadounidenses se dan cuenta de lo que está ocurriendo en nuestras escuelas: apuntando a nuestros hijos, tratando de adoctrinarlos. Ya basta», dijo.
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