Una experta médica fue despedida por uno de sus empleadores tras plantear dudas sobre la seguridad de las vacunas contra el COVID-19 durante un acto celebrado por un senador estadounidense, según documentos recientemente revelados.
Después de que la Dra. Renata Moon testificara durante el acto celebrado en diciembre de 2022 en el Capitolio, los funcionarios de la Universidad Estatal de Washington le comunicaron que estaban alertando a una comisión médica estatal porque supuestamente promovía información errónea, según muestra uno de los documentos.
La Comisión Médica de Washington (WMC, por sus siglas en inglés) ha declarado que los médicos que ofrecen información errónea sobre las vacunas, los tratamientos y las medidas preventivas para el COVID-19 «erosionan la confianza pública en la profesión médica y ponen en peligro a los pacientes», que la gente debe presentar denuncias contra los médicos que supuestamente proporcionan información errónea, y que puede revocar las licencias de los médicos que se descubra que han difundido información errónea».
Los doctores Jeff Haney y James Record, funcionarios de la Universidad Estatal de Washington, se refirieron a la comisión en una carta a la Dra. Moon con fecha del 3 de marzo de 2023.
«La WMC ha pedido al público y a los profesionales que informen sobre la posible difusión de información errónea. Hay componentes de tu presentación que podrían interpretarse como una posible difusión», escribieron. «Como tal, estamos éticamente obligados a hacer un informe a la WMC para investigar el posible incumplimiento de esta expectativa».
La universidad informó a la Dra. Moon en junio de 2023 que la despedía de hecho al no renovar su nombramiento como profesora asociada clínica de medicina, según otros documentos revisados por The Epoch Times.
«En este momento, las necesidades de la facultad van en otra dirección y su participación ya no es necesaria», escribieron los doctores Haney y Record.
No se proporcionaron más razones.
«No se trata de mi situación personal con la universidad. Se trata de la libertad de expresión de todos los estadounidenses», dijo el Dr. Moon a The Epoch Times en un correo electrónico. «Debemos crear un sistema sanitario ético que sólo se preocupe por el bienestar de los pacientes individuales y no por los intereses financieros de las grandes empresas. Nos enfrentamos a conflictos de intereses mayores de lo que ninguno de nosotros imaginó jamás».
Testimonio
El senador Ron Johnson (R-Wis.) convocó a la Dra. Moon y a otros expertos, entre ellos los doctores Peter McCullough y Robert Malone, para hablar sobre las vacunas contra el COVID-19. El evento se tituló «Vacunas contra el COVID-19: Qué son, cómo funcionan y posibles causas de lesiones».
La Dra. Moon declaró que sólo había visto dos o tres casos de miocarditis, una forma de inflamación del corazón, mientras ejerció durante más de 20 años. Pero tras la introducción de las vacunas contra el COVID-19, dijo, ha visto más casos y ha oído hablar de otros a otros médicos.
«Está claro que ha habido un aumento masivo», dijo la Dra. Moon.
La Dra. Moon también sacó el prospecto de las vacunas, es decir, un trozo de papel en el que normalmente se describen las advertencias, los ingredientes y otra información de una vacuna. El prospecto de las vacunas contra el COVID-19 no tiene información y dice «intencionadamente en blanco», según ha reconocido la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés).
«¿Cómo voy a dar un consentimiento informado a los padres si esto es lo que tengo?», dijo la Dra. Moon.
Los reguladores dicen que la gente puede acceder a la información que suele figurar en el papel en el sitio web de la administración. Uno de los fabricantes de vacunas ha dicho que los prospectos de la vacuna contra el COVID-19 se dejaron en blanco porque la información se estaba actualizando durante la pandemia de COVID-19.
«Tengo un gobierno que me dice que tengo que decir ‘seguro y eficaz’ y que si no lo hago, mi licencia está en peligro. Estamos viendo un repunte de la miocarditis. Estamos viendo un aumento de las reacciones adversas. Hemos confiado en estas agencias reguladoras —yo lo he hecho— durante toda mi carrera hasta ahora», declaró el Dr. Moon. «Algo va muy mal, y esa es la historia anecdótica que tengo».
La miocarditis es causada por las vacunas contra el COVID-19, según han confirmado las autoridades estadounidenses. La inflamación cardiaca afecta sobre todo a varones jóvenes y puede causar la muerte.
«Es mi obligación hablar claro. Es obligación de cualquier médico que piense que hay un problema con un producto hablar sobre ese producto, tenga o no razón, sinceramente», dijo la Dra. Moon en el programa «ATL: Now». «Y en este caso, todo lo que dije era completamente objetivo».
Otras preocupaciones
Los doctores Haney y Record afirmaron que la Dra. Moon no solicitó ni comunicó una ausencia para viajar a Washington y testificar en el panel, lo que violaría las normas de la facultad.
También dijeron que la Dra. Moon no dejó claro que no hablaba en nombre de la Universidad Estatal de Washington, otra posible infracción de las normas, y que otras partes de la mesa redonda eran «incoherentes con las expectativas de la educación médica basada en pruebas que se espera en el desarrollo de una futura generación de médicos».
Y añadieron: «Las opiniones expresadas nos obligarán a revisar sus tareas docentes en el marco de la educación de nuestros estudiantes».
Los correos electrónicos revisados por The Epoch Times muestran que la Dra. Moon no mencionó la universidad en una biografía que proporcionó a la oficina del Sr. Johnson. La biografía afirmaba que sus opiniones eran propias y que no hablaba en nombre de ninguna institución a la que estuviera afiliada.
El Sr. Johnson, al presentar a la Dra. Moon, no mencionó ninguna institución, pero tampoco la última parte de la biografía.
En la pancarta de la Dra. Moon no figuraba ninguna institución. En una de las secuencias de video del panel aparecía la Universidad Estatal de Washington. Un investigador de la universidad señaló en un correo electrónico.
«No tenía conocimiento de que esto ocurriera e hice todo lo que estuvo en mi mano para evitarlo enviando el comunicado de prensa y asegurándome de no mencionar el nombre de ningún empleador ni con mis palabras ni en la pancarta de cartón que tenía delante», dijo la Dra. Moon a The Epoch Times.
Según otros correos electrónicos, la Dra. Moon solicitó sustitutos para el 6 de diciembre de 2021 y el 8 de diciembre de 2021, los días anteriores y posteriores al panel. No estaba previsto que diera clase el día del panel. Los empleados de la universidad respondieron a los mensajes diciendo que buscaban o habían encontrado sustitutos, y el investigador de la universidad confirmó que finalmente se encontraron sustitutos para ambos días.
«Lo hice como siempre lo hemos hecho. Mis médicos superiores lo aprobaron; teníamos sustitutos para mis clases», dijo la Dra. Moon a The Epoch Times.
Un portavoz de la universidad no quiso hacer comentarios sobre la situación.
«Por política, la WSU no hace comentarios sobre asuntos de personal», dijo el portavoz a The Epoch Times por correo electrónico.
No está claro si la universidad remitió finalmente al Dr. Moon a la comisión médica. La Dra. Moon forma parte de una demanda contra la comisión por aplicar su declaración de desinformación sin la debida adopción. Afirma que la amenaza de revocación de su licencia le ha impedido renovarla y ha afectado a su derecho constitucional a la libertad de expresión.
¿Tendencia?
La Dra. Moon dijo que le preocupa que las facultades de medicina ya no sirvan como lugares de debate y pensamiento crítico.
Recuerda que la llamaron al despacho de un superior por las quejas de unos estudiantes. Se enteró de que los estudiantes se quejaban de que la Dra. Moon había señalado correctamente que se desconocía cierta información sobre las vacunas contra el COVID-19, como en qué parte del cuerpo se distribuían los ingredientes y si causarían ciertos problemas de salud.
«Me dediqué al pensamiento crítico con mis alumnos. Pensé que era algo que se supone que debemos hacer en los grupos de debate, y ellos me lo habían preguntado, ¿verdad?», dijo el Dr. Moon.
«Dijeron que les había causado trauma y daño al decirles que las vacunas podrían no ser seguras al 100%. De nuevo, se trata de estudiantes de medicina. Esto es una facultad de medicina. Nada es seguro al 100%, ni siquiera la aspirina es segura al 100%. Todo puede provocar una reacción. Por eso, que eso fuera una queja contra mí me sorprendió mucho y me preocupó».
Otra queja se refería a cómo la Dra. Moon, después de que los alumnos le preguntaran cómo le había ido la semana en la clínica, relató cómo había visto a niños ansiosos y deprimidos.
La Dra. Moon atribuyó los problemas a los duros cierres impuestos en el estado de Washington, como en gran parte del país, y se preguntó por qué se habían puesto en marcha esas políticas cuando los niños corren poco riesgo de contraer el COVID-19.
«Acabo de decir a mis alumnos, creo que tenemos que replantearnos este uso de mascarillas que estamos haciendo y el distanciamiento social y el aislamiento, me pregunto si los CDC han considerado que tenemos que pensar en aislar quizá son más vulnerables en nuestras comunidades y mantenerlos más seguros y mantenerlos en casa pero dejando que nuestros niños salgan ahí fuera», dijo la Dra. Moon, refiriéndose a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.
«Mis estudiantes volvieron a afirmar que se sintieron traumatizados y perjudicados por ese debate, en un grupo de discusión en una facultad de medicina de posgrado», dijo la Dra. Moon. «Esto ocurre en todo el país. Creo que nuestros estudiantes han perdido la capacidad de tolerar el pensamiento crítico y de escuchar puntos de vista diferentes de la narrativa principal o de la línea principal del partido que se está impulsando».
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