Más de 400 personas fueron detenidas en Brasil hasta última hora del 8 de enero, después de que manifestantes irrumpieran y atacaran el Congreso, la Corte Suprema y el palacio presidencial de la nación en la capital de Brasilia, una semana después de la toma de mando del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Múltiples vídeos de emisoras locales y grupos afines al expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, mostraron a alborotadores dentro del palacio presidencial, destrozando mobiliario en el Congreso y la Corte Suprema. Al principio, las fuerzas de seguridad se vieron sobrepasadas por los alborotadores.
En mensajes en Twitter a última hora del 8 de enero, Bolsonaro condenó los ataques contra los edificios gubernamentales y contraatacó a Lula, a quien culpó de los disturbios.
«Las manifestaciones pacíficas, en la forma de la ley, son parte de la democracia», dijo Bolsonaro, según una versión traducida del mensaje de Twitter. «Sin embargo, depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla».
«Además, repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuye el actual jefe del Ejecutivo de Brasil», agregó el expresidente. «A lo largo de mi mandato, siempre he estado dentro de las cuatro líneas de la Constitución, respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y nuestra sagrada libertad».
Bolsonaro respondió así a Lula, quien a primera hora del día lo había responsabilizado de los hechos.
«Ellos aprovecharon el silencio del domingo, cuando aún estábamos constituyendo el gobierno, para hacer lo que hicieron», escribió Lula da Silva en una serie de mensajes en Twitter, refiriéndose a los revoltosos. «Ustedes saben que hay varios discursos del expresidente alentando esto y esto también es responsabilidad suya y de los partidos que lo apoyaron».
Lula decreta la «intervención federal de seguridad»
Ibaneis Rocha, gobernador de Brasilia, confirmó a última hora del 8 de enero que más de 400 personas habían sido detenidas.
‘[M]ás de 400 personas ya fueron detenidas y pagarán por los crímenes cometidos’, dijo en Twitter. «Nosotros seguimos trabajando para identificar a todos los demás que participaron en estos actos terroristas esta tarde en el Distrito Federal. Seguimos trabajando para restablecer el orden», dijo Rocha.
Los legisladores de Brasil se encuentran actualmente en receso.
Cuando estallaron los atentados, Lula, que se encontraba de viaje en Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil, decretó una «intervención federal de seguridad» hasta finales de enero.
«Todas estas personas que hicieron esto serán encontradas y serán castigadas», dijo el presidente en rueda de prensa.
Desde el resultado de las elecciones nacionales del 30 de octubre del año pasado, las protestas masivas no se han detenido.
Los partidarios de Bolsonaro dudan de la autenticidad de los resultados. Ellos han bloqueado las principales carreteras de Brasil y han exigido la intervención del ejército.
El socialista Lula fue declarado vencedor con el 50.9% de los votos. Bolsonaro no lo ha reconocido públicamente, pero dijo en un discurso de noviembre de 2022, dijo que respetaría la Constitución del país.
Con la colaboración de Ivan Pentchoukov e información de Reuters y The Associated Press.
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