El hijo de un ministro menor del gobierno de la India fue detenido por la policía el sábado después de que una protesta reciente se intensificara y acabara dejando nueve muertos.
Funcionarios y líderes agrícolas dijeron que cuatro agricultores murieron después de que un coche atropellara a un grupo de agricultores que protestaban el 3 de octubre en Lakhimpur Kheri, una ciudad del estado de Uttar Pradesh.
El coche pertenecía al ministro del Interior subalterno Ajay Mishra. Los líderes agrícolas acusaron al hijo de Mishra de haber estado en el coche cuando atropelló a los manifestantes, pero éste lo negó.
Los manifestantes golpearon a los ocupantes del coche con palos después del incidente. El conductor de Mishra y tres miembros del gobernante Partido Bharatiya Janata, que iban en el coche, murieron.
Ashish Mishra, el hijo del ministro, fue detenido en relación con la muerte de los cuatro campesinos. No pudo presentar ninguna prueba que demostrara que no estaba presente en «ninguno de los tres vehículos que arrollaron a una multitud de agricultores matando a cuatro de ellos», dijo el sábado el oficial de policía Upendra Agarwal.
Pero Ajay Mishra mantuvo que su hijo era inocente porque no estaba en la zona.
Por otra parte, la policía dijo que también había recuperado el cuerpo de un periodista local en la zona, pero no dio más detalles.
La policía dijo a principios de esta semana que hasta ahora había detenido a un total de seis personas y presentado una denuncia penal contra otras 14, entre ellas Ashish Mishra.
Mientras tanto, el Partido Bharatiya Janata presentó una denuncia penal contra los agricultores por la muerte del conductor y de los miembros del BJP que iban en el coche, dijo Arvind Chaurasia, un alto funcionario a cargo del distrito.
Las continuas protestas han tenido lugar en la India desde que el gobierno de Modi promulgó en septiembre de 2020 leyes para desregular la industria agrícola india y dotar a los agricultores de más autonomía para vender sus productos a compradores independientes, en lugar de a compradores autorizados por el gobierno.
El gobierno dijo que las nuevas leyes agrícolas fomentarían el crecimiento del sector agrícola mediante inversiones privadas.
Algunos agricultores que protestan contra las nuevas leyes han afirmado que las reformas agrícolas acabarían con los precios garantizados para las cosechas que venden, lo que significa que tendrían que vender sus cosechas a las corporaciones a precios más baratos.
Varios expertos han dicho que las reformas son necesarias y que lo que está ocurriendo es un desafío que se ve a menudo cada vez que un gobierno en una democracia funcional trata de promulgar reformas masivas, informó previamente The Epoch Times.
Con información de Venus Upadhayaya y The Associated Press.
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