Un hombre de Nueva York fue detenido y acusado de incendiar una escuela y una sinagoga judías en Brooklyn, según informó el Departamento de Justicia.
El hombre, Ali Alaheri, de 29 años, de Brooklyn, está acusado de apilar bolsas de basura contra el lateral de una yeshiva, o escuela judía, y una sinagoga en la calle 36 de Brooklyn, y de prender fuego a las bolsas en la madrugada del 19 de mayo, según una denuncia penal (pdf).
Alaheri fue captado en las grabaciones de vigilancia cometiendo supuestamente el acto, así como golpeando a un hombre que vestía el traje tradicional jasídico varias horas después, sin que mediara provocación alguna. Los fiscales federales dijeron que Alaheri y la víctima no habían tenido interacciones previas antes de la supuesta agresión.
El oficial del grupo de trabajo responsable de la investigación de Alaheri dijo que identificó al joven de 29 años a partir de fotografías disponibles en la base de datos del Departamento de Policía de Nueva York. Alaheri fue detenido llevando supuestamente la misma ropa que se veía en el sospechoso en las imágenes de video de la agresión.
La denuncia penal también alega que Alaheri estaba en posesión de una bicicleta robada durante el transcurso del incidente.
«Como se alega en la denuncia y en la carta de detención, Alaheri prendió fuego deliberadamente a la casa sagrada de una yeshiva y una sinagoga, y atacó con saña a un hombre que llevaba la vestimenta tradicional jasídica, demostrando un odio violento que no se puede tolerar», dijo el fiscal federal en funciones Mark J. Lesko en un comunicado. «Esta Fiscalía condena enérgicamente este tipo de actos intencionados de violencia y haremos todo lo posible para perseguir este tipo de conducta hasta sus últimas consecuencias».
«Las presuntas acciones del acusado pusieron en peligro la vida de numerosas personas, desde los congregantes y estudiantes de la sinagoga y la yeshiva, hasta los primeros intervinientes que llegaron para extinguir las llamas, pasando por los miembros vecinos de la comunidad», dijo el agente especial de la ATF DeVito.
Si se le declara culpable, Alaheri podría enfrentarse a una pena mínima obligatoria de cinco años de prisión y a una máxima de 20 años.
La detención se produce tras una serie de ataques antisemitas contra individuos judíos esta semana. Uno de los incidentes se produjo en Times Square, en Nueva York, donde un grupo de cinco o seis hombres atacó a un judío de 29 años durante las manifestaciones por el conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás, según confirmó la policía de Nueva York.
«La víctima fue abordada por un grupo de cinco o seis varones que lo tiraron al suelo y lo agredieron mientras hacían declaraciones antisemitas», dijo a Reuters por teléfono la sargento Jessica McRorie, portavoz de la policía. «Le dieron puñetazos, patadas, le rociaron con gas pimienta y le golpearon con unas muletas durante la agresión».
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha condenado desde entonces el ataque, diciendo en un comunicado que Nueva York «no tolerará el acoso y la intimidación antisemita violenta de las bandas».
«Nueva York es el hogar vibrante y dinámico de personas de todo el mundo. Este tapiz hace de Nueva York el lugar extraordinario que es», dijo Cuomo, un demócrata. «Las personas de todos los credos, orígenes y etnias deben poder caminar por las calles con seguridad y libres de acoso y violencia».
También ha dado instrucciones al Grupo de Trabajo de Crímenes de Odio de la Policía de Nueva York para que colabore en la investigación.
Asimismo, en el otro extremo del país, las autoridades de Los Ángeles confirmaron que el Departamento de Policía de Los Ángeles está investigando un presunto ataque violento contra personas judías que comían en un restaurante. Testigos dijeron a ABC7 que un grupo pro-palestino gritó comentarios antisemitas a los comensales, y las imágenes de video mostraron a un hombre golpeando a otro en la acera.
El mortífero conflicto de 11 días terminó cuando el grupo terrorista Hamás e Israel acordaron un alto al fuego mutuo.
Durante el conflicto, Hamás disparó más de 4000 cohetes contra zonas civiles israelíes donde viven israelíes y árabes a partir del 10 de mayo. Israel respondió con cientos de ataques aéreos selectivos y varios ataques terrestres en Gaza para derribar las infraestructuras ofensivas y de apoyo de Hamás, que según las Fuerzas de Defensa israelíes fueron construidas a propósito junto a escuelas civiles y otras zonas muy pobladas.
Netanyahu dijo previamente en unas declaraciones a la prensa que las operaciones de Israel tenían como objetivo eliminar a los grupos terroristas que amenazaban la seguridad de los israelíes y «devolver la tranquilidad y la seguridad a ustedes, los ciudadanos de Israel».
Hamás dijo que su asalto con cohetes era una represalia a semanas de tensiones por un caso judicial para desalojar a varias familias palestinas en Jerusalén Este, y por las medidas de la policía israelí contra varios alborotadores palestinos que, según la oficina de Netanyahu, planearon los disturbios cerca de la mezquita de Al-Aqsa de la ciudad, el tercer lugar más sagrado del Islam, el 10 de mayo durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.
Jack Phillips contribuyó a la elaboración de este artículo.
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