La creciente deuda nacional de Estados Unidos superó la marca de los 30 billones de dólares por primera vez en la historia, según los datos del Departamento del Tesoro.
Al 31 de enero, la deuda pública total pendiente fue de 30,012 billones de dólares, lo que equivale a poco más de 90,000 dólares por ciudadano o casi 240,000 dólares por contribuyente, dijo el Departamento del Tesoro a través de una declaración (pdf).
La deuda alimentada por el gasto se disparó durante la pandemia por varios programas destinados a proteger a los estadounidenses de las consecuencias económicas de los cierres y otras restricciones empresariales, la pérdida de empleos y la reducción del gasto de los consumidores.
Las cifras del Departamento del Tesoro revelan que el total de la deuda pública pendiente al 30 de septiembre de 2019 —al final del año fiscal— fue de 22.7 billones de dólares. Apenas 12 meses después, el 30 de septiembre de 2020, la deuda se elevó a 26.9 billones de dólares y un año más tarde llegó a 28.4 billones, lo que refleja el masivo gasto fiscal.
Aunque el entorno de bajas tasas de interés llevó a algunos funcionarios de la administración Biden a desestimar las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda, algunos economistas dicen que todo este endeudamiento es profundamente problemático.
«El hito de los 30 billones de dólares de deuda debería ser una gigantesca advertencia para todos nosotros sobre la futura salud económica de Estados Unidos, la equidad generacional y su rol en el mundo», dijo en un declaración Michael Peterson, director ejecutivo de la Fundación Peter G. Peterson, un grupo no partidista que promueve la reducción del déficit.
Peterson dijo que la elevada y creciente deuda hace que Estados Unidos sea más vulnerable a futuras crisis como las pandemias, al tiempo que hace que el país sea menos seguro frente a los adversarios.
«La buena noticia es que el presupuesto está totalmente bajo nuestro control. El éxito de Estados Unidos a lo largo de cientos de años se basa en un espíritu de futuro, con líderes que muestran una determinación moral y un compromiso para dejar un futuro más brillante que el pasado», dijo Peterson, argumentando que, por el bien de las generaciones futuras, lo responsable es llevar al país a una senda fiscal sostenible.
Stephen Moore, quien fuera un asesor económico superior del expresidente Donald Trump, argumentó en un reciente artículo de opinión en The Epoch Times que el «gasto gubernamental desbocado» era el «virus más peligroso de hoy en día».
«En 2021, el primer año de mandato del presidente Joe Biden, el gasto federal ascendió a cerca 7 billones de dólares (6.81 billones, para ser exactos). Así que, en menos de cuatro décadas, el presupuesto se multiplicó por siete», escribió Moore. «Mucho más rápido que la inflación. Mucho más rápido que la economía. El gobierno está ahora devorando la economía, gastando hasta el 30 por ciento de nuestra producción nacional».
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