El diario nicaragüense La Prensa salió a la calle hoy con una histórica versión sin color como consecuencia del bloqueo de tinta y otros materiales por parte del régimen de Ortega, en medio de la peor crisis sociopolítica del país en décadas.
«Se nos agota la tinta, pero no las noticias», fue el titular principal este lunes de La Prensa, en una edición en la que apenas se observan las letras e imágenes en color azul pálido.
La primera página del diario muestra el impacto de seis meses sin tener acceso a los materiales necesarios para salir a la calle en versión impresa, explicó el rotativo, fundado el 2 de marzo de 1926 y considerado el más influyente de Nicaragua.
«Este diseño es un mensaje de protesta contra el régimen de Daniel Ortega, que desde hace 30 semanas tiene secuestrados el papel, la tinta y otros materiales indispensables para imprimir la edición en papel», explicó La Prensa en su editorial de hoy.
#Editorial Este lunes la portada ha sido impresa en un color desvaneciente… Este diseño es un mensaje de protesta contra el régimen de Daniel Ortega, que desde hace 30 semanas tiene secuestrados los insumos para imprimir LA PRENSA #SOSNicaragua https://t.co/IpJ1Vy4BQi
— LA PRENSA Nicaragua (@laprensa) 25 de marzo de 2019
El periódico recordó que tiene todas las facturas y permisos imprescindibles, y ha realizado las gestiones necesarias, para que la Dirección General de Aduanas entregue el material incautado.
Explicó que el régimen, no obstante, ha decidido proseguir una retención que también afecta al diario Hoy, que pertenece al mismo grupo empresarial.
La retención de material fue interpretado por La Prensa como una represalia por publicar casos como la muerte el año pasado del periodista Ángel Gahona, quien falleció por arma de fuego.
Las autoridades inculparon del crimen a dos jóvenes pero según testigos, vecinos, familiares de la víctima y un vídeo filmado por el mismo reportero, el autor fue un funcionario.
La retención de material a La Prensa coincide con una crisis sociopolítica que en casi un año ha dejado cientos de muertos, desaparecidos y presos, así como decenas de miles de exiliados, en su mayoría tras protestar contra Ortega.
Durante la crisis han desaparecido varios programas televisivos, un canal dejó de salir al aire y permanece ocupado por la Policía Nacional, y al menos dos emisoras de radio de la ciudad de León fueron saboteadas en varias ocasiones.
A consecuencia de la violencia y el asedio de la Policía y militantes oficialistas, al menos 66 periodistas se han tenido que ir del país, según la Fundación Violeta Barrios de Chamorro.
Esa organización registró entre abril y diciembre pasados al menos 712 casos de violación a la libertad de prensa.
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