Los empresarios huyen de los lugares tradicionales, como San Francisco y Nueva York, y toman sus ordenadores portátiles y se dirigen a la playa. Es decir, a Miami Beach.
Con un número de dólares destinados a la creación de empresas que se dispara en el aire, parece que la brisa atrae a las empresas tecnológicas para que vengan a tantear el terreno en la zona de Miami. Los acuerdos de emprendimiento han ascendido a 3500 millones de dólares este año a través de 234 transacciones, lo que supone casi tres veces más que lo registrado en 2020, según datos de PitchBook.
Miami se situó en segundo lugar en la clasificación de Forbes de 2021 de los centros tecnológicos emergentes de Estados Unidos, superando a lugares como Austin, Texas, y quedando justo por debajo de la vecina Tampa, que ocupó el primer puesto. Sus nuevas ofertas de empleo tecnológico crecieron más rápido que cualquier otra ciudad importante de Estados Unidos durante el segundo trimestre de 2021, superando a otras zonas como Phoenix y Silicon Valley.
Una oferta de ayuda
De hecho, desde los incentivos fiscales hasta los programas gubernamentales y las ferias tecnológicas, el ambiente de Miami hace que sea cada vez más fácil para las empresas emergentes lanzarse, y luego construir.
Según el South Florida Business Journal, se prevé que el centro de Miami consiga más de 1000 nuevos puestos de trabajo en el sector tecnológico de aquí a 2024.
La ciudad de Miami Beach está ofreciendo pagar a las empresas que cumplan los requisitos para que se instalen dentro de sus fronteras. Las empresas de alta tecnología y servicios financieros que reúnan los requisitos pueden esperar recibir pagos por un total de entre 180,000 y 240,000 dólares por empresa en el transcurso de tres o cuatro años (pdf).
El proceso de revisión y obtención de permisos para las empresas que cumplan los requisitos se ha agilizado y solo tarda 10 días en completarse. La ciudad de Miami Beach anunció por primera vez estas iniciativas en marzo de 2021, en respuesta al creciente interés de las empresas del noreste y de Silicon Valley por instalarse en Florida.
Todas estas iniciativas coinciden con la campaña que el alcalde de Miami, Francis Suárez, lanzó cuando escribió en Twitter «¿Cómo puedo ayudar?» en 2020 en respuesta a las frustraciones expresadas por el capitalista de riesgo Delian Asparouhov. En ese momento, Asparouhov vivía en San Francisco y había sido testigo del aumento de los impuestos y los alquileres en la zona, junto con la tensión entre el segmento tecnológico y los movimientos políticos locales. Cuando el socio de Founders Fund jugó con la idea de trasladarse a Miami, dijo en Twitter: «Vale chicos escúchenme, ¿y si trasladamos Silicon Valley a Miami?».
El alcalde Suárez intervino, ofreciendo personalmente su ayuda a través de Twitter. Su pregunta obtuvo más de 2.7 millones de impresiones. También impulsó a Suárez a cumplir su oferta de ayuda.
La conversación parecía hacerse eco de varias preocupaciones que se extendían por los centros tecnológicos tradicionales, que ahora se están desmoronando. Asparouhov trasladó su empresa de Silicon Valley a Miami, uniéndose a las filas de otras empresas que buscan costos más bajos y una comunidad más abierta.
Las empresas de capital riesgo también han respondido, y gestores como Point72 Ventures, de Steven Cohen, Blackstone y G Squared han abierto o ampliado sus oficinas en Miami. Según PitchBook, Softbank lanzó un fondo de 100 millones de dólares para Miami que ha aumentado a más de 250 millones.
Una comunidad sólida y abierta
Un entorno acogedor para los emprendedores resulta ser uno de los principales atractivos de Miami. Después de establecer una empresa en Los Ángeles, Lauren Weiniger se trasladó a Miami para lanzar otra. «Estamos creciendo rápidamente y decidimos establecer nuestra sede en Miami, lo que ha sido enormemente beneficioso», dijo Weiniger a The Epoch Times. Su segunda empresa, Total Life, es una plataforma de terapia virtual diseñada para personas mayores. «Me trasladé desde Los Ángeles, en parte, porque los recursos empresariales, la comunidad y el alcalde me proporcionaron muchas ventajas», dijo Weiniger.
Al comparar las experiencias de crear una empresa en Los Ángeles y lanzar una en Miami, «es como la noche y el día», afirmó Weiniger.
Además de la apertura a la tecnología y el capital de riesgo que la respalda, el costo de vida más bajo de Miami lleva a algunos a apostar y quedarse. Richard Lavina, director general y cofundador de Taxfyle, que pone en contacto a particulares y empresas con profesionales de la fiscalidad, exploró otras opciones antes de decidirse por Miami como base para su empresa. Antes de fundar la empresa, Lavina se graduó en la Universidad de Miami y pasó un tiempo trabajando en el sur de Florida. Sin embargo, cuando llegó el momento de buscar financiación para la startup Taxfyle, las opciones en la zona eran escasas.
«Cuando empezamos allá por 2016, no había apoyo de capital de riesgo en Miami», recuerda. «Esto nos obligó a ir a Silicon Valley para buscar la financiación que necesitábamos». Él y su equipo caminaron hasta Palo Alto y recorrieron las casas donde potencialmente podrían vivir. ¿La conclusión? El precio de vivir y trabajar allí era demasiado alto. «Las cosas eran tan caras en esa zona que mudarnos nos habría restado ocho meses de presupuesto en comparación con quedarnos en Miami», dijo Lavina a The Epoch Times.
Lavina prefirió volver a casa, a Miami, y a los menores costos generales asociados a la región. «Sí, todo se está encareciendo con la inflación, pero sigue habiendo mejor valor con lo que se consigue en Miami que en San Francisco, Nueva York, Los Ángeles o incluso Austin», explicó Lavina.
La estrategia ha funcionado: La plataforma móvil de fácil uso de Taxfyle ha sido llamada el «uber de los impuestos». Se ha situado entre el 15 por ciento de los primeros puestos de la lista Inc. 5000 durante dos años consecutivos, y fue reconocida como una de las 50 empresas privadas de más rápido crecimiento en 2021 por el South Florida Business Journal.
«Miami ofrece un paraíso fiscal para las empresas y las personas que buscan disminuir la carga y el peso financiero que llevan otros estados y ciudades», compartió con The Epoch Times Jeff Ransdell, director gerente de Fuel Venture Capital, una firma fundada en Miami que se centra en las startups tecnológicas. «Aparte de eso, estás muy cerca de América Latina, actualmente un recurso muy desaprovechado para la innovación y el capital». El aeropuerto de Miami facilita el acceso tanto a Latinoamérica como a Europa, reduciendo la brecha entre estas regiones.
Trabajadores locales y globales
Encontrar trabajadores que se unan a las filas de las empresas tecnológicas ha sido un proceso para algunos, ya que Miami no tiene las profundas reservas de talento que se encuentran fácilmente en otros grandes centros tecnológicos. En Taxfyle, Lavina y su equipo trabajaron para crear un sistema que atrajera y retuviera a los empleados. «La gente tiene que pagar las facturas, y siempre que seas capaz de presentarles trayectorias profesionales viables en la tecnología, creemos que el talento querrá trabajar en un lugar que les proporcione las mejores oportunidades para sus objetivos de vida», compartió Lavina. «Después de seis años, somos la prueba viviente de que se puede dirigir una startup de éxito fuera de Silicon Valley».
Además, con la tendencia a trabajar desde cualquier lugar, acceder al talento es a veces una cuestión de mirar a través de una lente de gran angular que llega más allá de Miami y cruza las fronteras. Carevive, que conecta e involucra a los pacientes a lo largo de la atención oncológica continua, ha operado desde las oficinas de Miami durante más de cinco años, ya que el director general de la empresa estaba radicado en la zona. Cuando la empresa contrató a un nuevo director general con sede en Boston, también siguió ampliando su grupo de trabajo a distancia.
Algunas empresas se están expandiendo por todo el mundo, pero mantienen sus oficinas principales cerca de la playa. «Con el progreso del trabajo a distancia, hemos visto que Miami puede ser un gran centro para sus equipos o trabajadores de todo el mundo», dice Ransdell. Al fin y al cabo, «si puedes gestionar tu equipo a distancia, ¿por qué querrías estar en otro lugar que no sea el paraíso?».
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