La dictadura cubana a través del proyecto de ley del nuevo Código de Familia «urge de recursos para poder reprimir» y mantenerse en el poder, dijo un experto cubano en el exilio.
En enero el régimen comunista de Cuba publicó en su Gaceta Oficial, el llamado «Proyecto de ley Código de las Familias», la cual obligaría a las personas a proporcionar alimentos y cuidados a sus parientes, incluidos hermanos, tíos y sobrinos, etc. y que según el texto aplicaría para todas las familias cubanas «cualquiera que sea la forma de organización que adopten».
Julio M. Shiling politólogo cubano y director del foro político dijo en una entrevista con NTD medio afiliado a The Epoch Times que todos los regímenes en el mundo se apegan a una legalidad, señalando que en este caso sobre el «Código de las Familias» Cuba no es la excepción.
«La Alemania nazi, la China comunista, la Unión Soviética antigua—todas tenían una legalidad de la cual cometieron crímenes de lesa humanidad y que se siguen cometiendo en muchos casos», dijo Shiling.
Cuando se ve la intención de modificar el sistema económico por parte del régimen cubano para establecer una dependencia de familiares, incluso de familiares que viven en el exterior, «obedece a objetivos políticos—la supervivencia de la dictadura, que urge de la entrada de dinero, recursos para poder reprimir» agregó.
Contar con una legalidad y por otro lado, tener la represión y el terrorismo de estado son factores fundamentales para que un régimen pueda mantenerse en el poder como el caso del castro-comunismo, dijo el experto.
Sin embargo, el régimen no contempla en el código qué sucedería con los ancianos que no cuenten con familias en el exterior que puedan hacerse cargo de su cuidado y alimentación, o que no cuenten con bienes para intercambiar y poder conseguir alimentos dentro de la isla.
Respondiendo a estos casos que se plantean, Shiling dijo «De hecho es un gran problema porque la dictadura castrista se formuló basado en promesas de igualación, que nunca se cumplieron», como en cualquier país comunista.
«Siempre hay una casta privilegiada allegada al poder que vive muy diferente al resto de la población», explicó.
Shiling dice que hay enormes brechas en Cuba, señalando que primero están «la cúpula alta del poder [la familia de los Castro y allegados], después están cubanos que tienen vínculos con personas que viven en el extranjero porque están recibiendo divisas, remesas» y artículos que no están disponibles en la isla salvo en algunos lugares.
«Esos cubanos que no tienen familiares en el exterior están abandonados a la miseria absoluta, bordando una penuria porque la comida y los servicios disponibles [como la canasta básica] para la población no son suficientes para que una persona se pueda alimentar», agregó.
Explicó que los cubanos que no están dentro de la cúpula del poder se alimentan a través de la compra de artículos en marcados irregulares.
Es decir, una persona que recibe dinero de afuera lo puede cambiar o recibir determinados artículos para después intercambiarlos, encontrándose en una «posición privilegiada para acceder a productos que no están al acceso del resto de la población», dijo.
«Es un sistemas de castas donde contrario a las sociedades libres y abiertas donde hay movilidad social. En Cuba comunista no hay movilidad social», agregó. «Excepto si entras a la política y te sometes a la aceptación de las normas y abrazas el régimen dictatorial—es el único camino para el crecimiento».
El proyecto del código del nuevo código de las familias en su fundamentación señala que dentro de los principales aspectos que contempla es situar «el amor, el afecto, la solidaridad y la responsabilidad en lo más alto de los valores familiares».
Shiling dijo que cuando salió el proyecto le recordó a leyes que facilitaron el camino a crímenes de lesa humanidad en la historia, como al Holocausto en Alemania nazi, en la Unión Soviética la legalidad socialista que en efecto facilitó los Gulag, en China comunista lo mismo con los campos de trabajos forzados que continúan hasta hoy en día donde minorías uigures y practicantes de Falun Gong son recluidos.
A opinión del experto, el llamado código de familia de la dictadura castrista «es en efecto una reacción a lo que ocurrió el domingo 11 de julio en Cuba» del 2021 donde miles de cubanos de manera espontánea salieron a las calles a pedir la libertad y un cambio del sistema en la isla.
Para una dictadura como la cubana, dijo, como muchos regímenes totalitarios su gran fortaleza es su organización del poder político en la sociedad y eso requiere eliminar la espontaneidad pública de los ciudadanos como la que ocurrió en julio pasado.
«El titulado Código de Familia de la dictadura castrista, pretende dar licencia—presentar dentro de su legalidad un marco para quitarle los hijos a los padres si hay determinado desorden en los propósitos dictatoriales», agregó. Es decir, «tomar custodia de los hijos».
Y recordó que las recientes condenas que muchos de los cubanos han recibido tras las protestas han sido de décadas, y de los cuales muchos han sido acusados de sedición y traición únicamente por acudir a una protesta pacífica contra el régimen cubano.
Tan solo este martes, ocho personas fueron condenadas a hasta por 12 años de cárcel cada una por un tribunal de Santiago de Cuba por participar en las protestas del 11 de julio.
«La lecciones que quiere dar para domesticar a la población en particular de la juventud es [responsabilizar] a los padres por la actividad de sus hijos en expresiones públicas y el Estado es el que tendría la potestad», dijo. «Y si recordamos que el comunismo siempre tenía como objetivo destruir la familia, dentro del marxismo es fundamental».
Con información de NTD en Español.
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