El director del FBI, Christopher Wray, declaró el miércoles ante el Congreso que se quedó «horrorizado» cuando se enteró de un memorándum interno que señalaba a las comunidades católicas como extremistas.
En febrero, un memorándum filtrado de enero de 2023 de la Oficina de Campo de Richmond, en Virginia, mostraba que la agencia se había interesado por las parroquias católicas tradicionalistas y de misa en latín, afirmando que los extremistas probablemente se interesarían por estas parroquias «en el periodo previo al próximo ciclo de elecciones generales».
Para contrarrestar esta supuesta amenaza extremista de los «católicos tradicionalistas radicales», el memorándum, firmado por al menos cinco funcionarios de la Oficina de Campo de Richmond, recomendaba colocar informadores confidenciales en las parroquias católicas antes de las elecciones de 2024.
En él se hablaba de la perspectiva de «nuevas oportunidades para mitigar la amenaza extremista mediante el acercamiento a las parroquias católicas tradicionales y el desarrollo de fuentes con la ubicación y el acceso necesarios para informar sobre los lugares de culto».
El memorándum filtrado provocó la indignación tanto de republicanos como de católicos. Los republicanos calificaron el descubrimiento como el último avance en el uso del gobierno federal como arma contra los conservadores. El obispo Barry Knestout, de la diócesis de Richmond, calificó el memorándum de «amenaza para la libertad religiosa».
Durante su testimonio del miércoles ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, el Sr. Wray respondió a preguntas sobre el memorándum.
«¿Cuál es la diferencia entre un católico tradicional y un católico tradicional radical?», preguntó el presidente Jim Jordan (R-Ohio) al Sr. Wray.
«Bueno, no soy un experto en las órdenes católicas», respondió el Sr. Wray.
Cuando Jordan le recordó el contexto de la pregunta, refiriéndose al memorando de enero, Wray trató de restar importancia a su alcance, señalando que procedía de una única oficina de campo y que, por lo demás, no afectaba a la política del FBI.
«Te refieres al producto Richmond, que es un producto único de una única oficina de campo», dijo el Sr. Wray. «En cuanto me enteré, me horroricé y ordené que se retirara y eliminara de los sistemas del FBI».
El Sr. Wray volvió a insistir más tarde en que el documento no era «algo que vaya a defender o excusar. Es algo que me pareció espantoso y lo retiré».
Dijo al comité que el FBI no recluta ni utiliza fuentes humanas confidenciales para infiltrarse, atacar o informar sobre instituciones religiosas, y que el memorándum representaba una infracción de la política del FBI.
Se impidió a la comisión hablar con los autores
Aunque el Sr. Wray dijo que no estaba satisfecho con el documento, subrayó que, por lo que él sabía, no había dado lugar a nuevas medidas de investigación.
Después de que el Sr. Wray expresara su condena del documento, el Sr. Jordan contraatacó repitiendo la petición de que se permitiera al grupo hablar con sus autores y con los funcionarios de la Oficina de Campo de Richmond que autorizaron el memorándum.
«Te quedaste horrorizado, así que ¿por qué no nos dejas hablar con las personas que lo elaboraron?», preguntó el Sr. Jordan.
«Estamos trabajando en la finalización de una revisión interna sobre lo ocurrido…», empezó el Sr. Wray antes de que el Sr. Jordan le cortara.
«Tenemos que esperar, nosotros, el Congreso y el pueblo estadounidense, hasta que hagan una revisión interna —no se trata de una investigación criminal— una revisión interna antes de que podamos hablar con las personas que redactaron esto», dijo el Sr. Jordan.
El Sr. Wray respondió con la promesa de que cuando la agencia hubiera concluido su revisión, que dijo «debería ser muy pronto, volveremos… y proporcionaremos una sesión informativa sobre lo que hemos encontrado».
Frustrado, el Sr. Jordan dijo que no «necesitaba una revisión interna» para saber que el motivo del memorándum era todo «política».
Citó del memorándum: «los acontecimientos en los que los católicos extremistas y los católicos tradicionales radicales podrían tener causas comunes incluyen la legislación, las decisiones judiciales en áreas como el derecho al aborto, la inmigración, la acción afirmativa y las protecciones LGBTQ».
«Es política», dijo el Sr. Jordan. «Ésa es la motivación de cara a las próximas elecciones. Hablan de la frontera, de la discriminación positiva y del derecho al aborto: política total».
Wray defiende al FBI antes de una audiencia contradictoria
En su discurso de apertura previo a la audiencia de confrontación, que se produce tras una serie de presuntos abusos perpetrados por la agencia, el Sr. Wray defendió ante el panel la conducta del FBI.
«En el tiempo de que dispongo antes de pasar a sus preguntas, quiero hablar de la amplitud y el impacto del trabajo que los 38,000 empleados del FBI realizan cada día», dijo Wray en su discurso de apertura. «Porque el trabajo que hacen los hombres y mujeres del FBI para proteger al pueblo estadounidense va mucho más allá de una o dos investigaciones que parecen acaparar todos los titulares».
El Sr. Wray señaló que el año pasado la agencia había efectuado 20,000 detenciones de delincuentes violentos y depredadores de menores.
El Sr. Wray dijo que la agencia también está «trabajando para perseguir a los cárteles que explotan nuestra frontera sudoccidental para traficar con fentanilo y otras drogas peligrosas en comunidades de todo el país».
Dijo que esa cifra incluye más de 300 investigaciones sobre los cárteles de la droga centroamericanos que actualmente explotan la inseguridad a lo largo de la frontera sur.
El Sr. Wray también señaló el trabajo de la agencia para combatir la distribución e importación de fentanilo en Estados Unidos.
«Ya hemos incautado cientos de kilogramos de fentanilo sólo este año, impidiendo que drogas mortales lleguen a sus destinos previstos en estados de todo el país y salvando innumerables vidas estadounidenses», declaró.
Además, destacó el trabajo de la agencia para contrarrestar «los esfuerzos del gobierno chino por robar nuestros secretos más preciados, despojar a nuestras empresas de sus ideas e innovación, y reprimir la libertad de expresión aquí mismo, en Estados Unidos».
El Sr. Wray dio la imagen de que este tipo de actividades constituían la identidad y el trabajo principales del FBI.
Aun así, muchos republicanos y demócratas por igual están preocupados por la agencia, en particular por su mal manejo de herramientas de vigilancia como la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera.
Además, la mayoría de los principales candidatos a la candidatura presidencial republicana de 2024, como el expresidente Donald Trump, el gobernador de Florida Ron DeSantis, el ex vicepresidente Mike Pence y la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, han dicho que destituirían al asediado director del FBI casi inmediatamente después de asumir el cargo.
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