Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), dijo el domingo por la mañana que la última actualización de las pautas de las mascarillas de la agencia no tiene nada que ver con la presión política.
En una entrevista en “Fox News Sunday”, se le cuestionó a Walensky qué influyó en la decisión de los CDC para cambiar su postura anterior sobre el uso de mascarillas.
Como señaló el presentador Chris Wallace, hasta el miércoles por la noche, Walensky seguía argumentando que los estadounidenses completamente vacunados deberían continuar usando mascarillas en interiores. Sin embargo, el jueves, las pautas actualizadas de los CDC establecieron que aquellos que hayan sido completamente vacunados «pueden reanudar las actividades que realizaban antes de la pandemia» y no tienen que usar una mascarilla o tomar distancia social en la mayoría de los ambientes en interiores y exteriores.
Wallace luego indicó la «presión creciente» de la gente y los miembros del Congreso, como del senador Bill Cassidy (R-La.), quien expresó durante una audiencia en el Senado «una frustración increíble» con una aparente desconexión entre la ciencia y los funcionarios de salud que dicen seguir la ciencia.
«¿Puede decirle categóricamente al pueblo estadounidense que la presión no tuvo nada que ver con el cambio abrupto en las pautas de los CDC?», preguntó Wallace.
“Sí, puedo”, respondió Walensky. “Puedo decirles que ciertamente hubiera sido más fácil si la ciencia hubiera evolucionado una semana antes y yo no tuviera que ir al Congreso para hacer esas declaraciones, sin embargo, estoy entregando la ciencia como la ciencia se entrega a las revistas médicas».
“Y, ya sabe, esto evolucionó durante la última semana, los casos disminuyeron durante las últimas dos semanas”, continuó, y agregó: «Lo entregué tan pronto como pude cuando tuvimos esa información disponible».
Los comentarios de Walensky se generan también cuando los CDC enfrentan acusaciones de que cambiaron sus pautas de reapertura de escuelas bajo la influencia de la Federación Estadounidense de Maestros (AFT, por sus siglas en inglés), el segundo sindicato de maestros más grande de Estados Unidos. Según varios correos electrónicos obtenidos por el New York Post, la AFT revisó un borrador de esas pautas, y los CDC adoptaron al menos dos de las recomendaciones del sindicato casi textualmente en el comunicado final.
El borrador inicial, según el NY Post, habría permitido la enseñanza en persona independientemente de las tasas de transmisión. Sin embargo, las pautas se ajustaron a favor del sindicato para incluir una disposición que dijera: «En caso de que se produzcan resultados de alta transmisión comunitaria a partir de una nueva variante del SARS-CoV-2, puede ser necesaria una nueva actualización de estas pautas».
«Los correos electrónicos publicados recientemente muestran que los CDC han estado siguiendo las indicaciones de los sindicatos de maestros en lugar de seguir la ciencia», escribió un grupo de cuatro legisladores republicanos en un escrito a Walensky, exigiendo una explicación sobre el artículo del NY Post, y agregó: «Esta interferencia política ha provocado retrasos de meses en la apertura de escuelas en detrimento de los niños estadounidenses».
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