La mayoría de los casos de la variante ómicron reportadas en Estados Unidos están generando síntomas leves hasta ahora, dijo el jueves la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky.
«La enfermedad es leve», dijo Walensky a The Associated Press en una entrevista. Señaló que los síntomas incluyen tos, congestión y fatiga.
Hasta la fecha, no se han informado muertes relacionadas con ómicron en Estados Unidos ni en todo el mundo. Hasta ahora, solo una persona con la nueva cepa en Estados Unidos ha sido hospitalizada.
La variante delta de COVID-19 todavía representa la mayoría de los casos en Estados Unidos, dijeron las autoridades.
Se han informado alrededor de 40 casos en Estados Unidos después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) nombrara por primera vez a la nueva cepa el mes pasado. La mayoría de los casos estadounidenses son de adultos jóvenes y un tercio de los casos se presentaron en personas que viajaron recientemente al extranjero, dijeron los CDC a AP.
“Lo que generalmente sabemos es que cuantas más mutaciones tiene una variante, más alto es el nivel que necesita para su inmunidad… Queremos asegurarnos de reforzar la inmunidad de todos. Y eso es realmente lo que motivó la decisión de ampliar nuestras recomendaciones”, dijo Walensky.
Más de las tres cuartas partes de esos pacientes habían sido vacunados y un tercio tenía refuerzos, dijo Walensky. Los refuerzos tardan aproximadamente dos semanas en alcanzar el efecto completo, y algunos de los pacientes habían recibido su vacuna más reciente dentro de ese período, dijeron los funcionarios de los CDC.
Algunos casos de ómicron pueden volverse cada vez más graves a medida que pasan los días y las semanas, dijo, y agregó que los datos son un primer vistazo de las infecciones por ómicron en EE.UU. La aparición más temprana de los síntomas entre los 40 o más casos fue el 15 de noviembre, según los CDC.
Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, se han confirmado 337 casos de ómicron en la Unión Europea y se han notificado alrededor de 1458 casos en todo el mundo hasta el 8 de diciembre.
La variante ómicron se identificó por primera vez en Sudáfrica el mes pasado y desde entonces se ha informado en 57 países, según la OMS.
A pesar del carácter aparentemente leve de ómicron, la variante sembró el pánico en todo el mundo. Estados Unidos, la Unión Europea y otros países impusieron nuevas restricciones a los viajes tras conocerse el nombre de la cepa, mientras que algunos jefes de Estado afirmaron que serían necesarias nuevas medidas de bloqueo.
Por ejemplo, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció las medidas del llamado «plan B» en Inglaterra para la variante ómicron. Eso incluye nuevas medidas de trabajo desde casa, la extensión de una orden para el uso de mascarillas, la implementación de pasaportes de vacunación en ciertas empresas y más regulaciones.
Los comentarios de Walensky a AP, por su parte, se producen cuando el director general de Netcare, un sistema sanitario sudafricano, dijo que la mayoría de los pacientes con COVID-19 ómicron en Gauteng tienen síntomas leves y no necesitan oxígeno, señalando que eso es un cambio respecto a brotes anteriores.
«Si bien reconocemos plenamente que aún es temprano, si esta tendencia continúa, parecería que, con algunas excepciones de aquellos que requieren atención terciaria, la cuarta ola puede tratarse adecuadamente en un nivel de atención primaria», dijo el CEO de Netcare, Richard Friedland, según la emisora News24.
Las autoridades sudafricanas están «observando contagios en personas que han sido vacunadas, pero las infecciones que estamos viendo son de muy leves a moderadas», dijo Friedland anteriormente a Bloomberg News. «Así que la mayoría de las infecciones en los trabajadores de la salud que se han vacunado son leves. Creo que todo este asunto ha sido muy mal comunicado y se ha generado mucho pánico».
Con información de Associated Press.
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