El discurso histórico del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, titulado «La China comunista y el mundo libre», ha sido anunciado como el «comienzo de una nueva era» en los asuntos globales y un marcado cambio en la política exterior hacia Beijing.
El Dr. Jin Chin, presidente de la Federación para una China Democrática con sede en Sydney, dijo a The Epoch Times el 13 de agosto que el discurso es lo que los activistas chinos por la democracia «han estado esperando por mucho tiempo».
Según Chin, desde que Estados Unidos y la República Popular China entablaron relaciones diplomáticas formales, las administraciones estadounidenses de ambos lados se han comprometido «ingenuamente y con ganas» con el régimen.
La Federación por una China Democrática está activa desde 1989 y se estableció a raíz de la Masacre de la Plaza de Tiananmen.
El discurso de Pompeo a finales de julio hizo un llamado a las naciones con ideas afines a «inducir el cambio» en el Partido Comunista Chino (PCCh).
El discurso fue pronunciado en la Biblioteca y Museo Richard Nixon, simbolizando la enormidad del cambio en la estrategia de compromiso de 50 años que apuntaló las relaciones entre EE.UU. y China desde su establecimiento por el expresidente Richard Nixon en 1972.
Pompeo señaló, sin embargo, que en última instancia Nixon lamentaría haberse comprometido con el régimen y temería haber creado un «monstruo de Frankenstein» abriendo el mundo al PCCh.
El secretario de Estado dijo que a partir de ahora las naciones no deberían estar satisfechas con simplemente «ponerse duros» con Beijing y, en cambio, pidió a los gobiernos que «induzcan a China a cambiar de maneras más creativas y asertivas».
«También debemos involucrar y empoderar al pueblo chino, un pueblo dinámico, amante de la libertad que es completamente distinto del Partido Comunista Chino», dijo Pompeo.
“Pero cambiar el comportamiento del PCCh no puede ser la misión únicamente del pueblo chino. Las naciones libres tienen trabajo que hacer para defender la libertad», continuó.
Para Chin, el discurso de Pompeo indica que la comunidad internacional está llegando a una encrucijada en la que el mundo civilizado no puede coexistir con el PCCh.
«Si el mundo libre no se da cuenta de este conflicto de vida o muerte con el PCCh (el último bastión del totalitarismo), entonces el PCCh derrotará al mundo libre y lo dominará», dijo.
Chin dice que la caída potencial del comunismo en China se estaba volviendo «claramente visible» en los últimos años con una serie de presiones externas e internas que se fusionaron sobre el régimen.
Dijo que había tres escenarios probables para el futuro del gobierno de Beijing. El primero es que Beijing se aferre al poder y continúe su declive económico.
El segundo, podría ver al régimen responder a las “disputas dentro del partido” con purgas políticas y reformas, debilitando aún más la estructura totalitaria del PCCh.
Por último, argumenta que el PCCh podría colapsar casi de la noche a la mañana como la ex-Unión Soviética.
«Especulo que el tercer escenario es más probable», dijo Chin. «Las regiones de minorías étnicas y Taiwán pueden aprovechar la situación para salir de la Gran China».
Un escenario que tiene cierta credibilidad dada la desintegración de la Unión Soviética vio a muchos países anteriormente vinculados a la unión liderada por Rusia, reafirmar rápidamente su independencia.
Chin señaló la propuesta del expresidente taiwanés, Lee Teng-hui, de que una Gran China podría convertirse en las siete regiones autónomas más grandes, es decir, Taiwán, Tíbet, Xinjiang, Mongolia, el sur de China, el norte de China y el noreste de China.
“En la era posterior al PCCh, la posibilidad de que la Gran China reconstruya una democracia unida y constitucional en la que permanezcan todas las minorías étnicas, sería muy escasa”, dijo Chin.
«Esa sería la dura y cruda realidad que enfrentará la mayoría de los chinos cuando el PCCh deje de existir», agregó.
“Al PCCh se le ha dado una oportunidad de oro para elegir la mejor manera para China y el pueblo chino. Sin embargo, ningún líder del PCCh ha tenido la percepción y el sentido de responsabilidad histórica por la nación», concluyó.
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