Una diseñadora de páginas web de Colorado ha pedido a la Corte Suprema de EE. UU. que acepte su apelación a una decisión de un tribunal inferior que la privaba del derecho a dirigir su negocio de acuerdo con sus creencias religiosas.
Los abogados de Lorie Smith, propietaria y única empleada de 303 Creative, presentaron un recurso de amparo ante la Corte Suprema el 24 de septiembre, pidiendo a los magistrados que anulen una decisión de la Corte de Apelaciones del 10º Circuito de Denver que sostenía que los funcionarios de Colorado pueden «obligar a [Lorie] a crear páginas web personalizadas que [ella] no haría de otro modo».
Smith está representada en el caso por la Alliance Defending Freedom (ADF), un bufete de abogados de interés público con sede en Arizona que se especializa en litigios sobre la Primera Enmienda y la libertad religiosa.
La ADF ha conseguido 13 victorias en la Corte Suprema en los últimos años, incluyendo el caso Masterpiece Cakeshop Ltd. contra la Comisión de Derechos Civiles de Colorado en 2018, que defendió el derecho de otro artista de Colorado, Jack Phillips, a practicar su fe en su negocio de pasteles de boda.
El auto judicial describía a Smith como «una diseñadora de páginas web que crea contenidos originales por internet coherentes con su fe. Planea (1) diseñar páginas web de bodas que promuevan su forma de entender el matrimonio y (2) publicar una declaración en la que explique que solo puede emitir mensajes coherentes con su fe.
«Pero la Ley contra la Discriminación de Colorado (CADA) le exige que cree páginas web personalizadas que celebren el matrimonio entre personas del mismo sexo y le prohíbe su declaración, a pesar de que Colorado estipula que ella ‘trabaja con todas las personas independientemente de su (…) orientación sexual’. Ap. 53a, 184a», continúa el auto.
«El Décimo Circuito aplicó un escrutinio estricto y concluyó asombrosamente que el gobierno puede, basándose en el contenido y el punto de vista, obligar a Lorie a transmitir mensajes que violan sus creencias religiosas y la restringen de explicar su fe».
El auto dijo que el caso plantea dos cuestiones clave, entre ellas «si la aplicación de una ley de acomodación pública para obligar a un artista a hablar o a permanecer en silencio, en contra de las creencias religiosas sinceras del artista, viola las cláusulas de libertad de expresión o de libre ejercicio de la Primera Enmienda», y «si una ley de acomodación pública que autoriza exenciones seculares pero no religiosas es generalmente aplicable en virtud de Smith y, en caso afirmativo, si este tribunal debe invalidar Smith».
Smith se refiere a la decisión de la Corte Suprema de 1990 en el caso de la División de Empleo contra Smith que, según el auto, los funcionarios de Colorado citaron como apoyo a la CADA, a pesar de que esa ley estatal «crea un ‘gerrymander’ en el que los artistas laicos pueden negarse a hablar pero los religiosos no, lo que significa que el gobierno puede imponer sus mensajes aprobados».
El caso de Lorie Smith impugna a Aubrey Elenis, directora de la División de Derechos Civiles de Colorado (CCRD), así como a cada uno de los miembros de la división, incluidos Sergio Raudel Cordova, Charles García, Richard Lee Lewis Jr., Ajay Menon, Cherylin Peniston y Meremy Ross. También ha sido impugnado el fiscal general de Colorado, Phil Weiser.
Si el alto tribunal acepta el caso, escucharía los argumentos orales la próxima primavera y podría emitir una decisión en julio de 2022.
Dada la decisión de Masterpiece Cakeshop, el caso de Lorie Smith podría verse como una oportunidad directa para que los magistrados recuerden a los tribunales inferiores y a los funcionarios estatales que la Primera Enmienda garantiza a cada estadounidense el derecho a practicar y expresar su religión, o la falta de ella, según la consejera general de la ADF, Kristen Waggoner.
«El gobierno no debe utilizar la ley como arma para obligar a una diseñadora de páginas web a pronunciar mensajes que violan sus creencias. Este caso implica la quintaesencia de la libertad de expresión y la libertad artística, que el 10º Circuito dejó peligrosamente de lado», dijo Waggoner, que argumentó ante el 10º Circuito en nombre de Smith.
«El artista de pasteles de Colorado Jack Phillips ha sido acosado durante años, y ahora se le dice a Lorie Smith que debe expresar opiniones a las que se opone y que no puede publicar sobre sus creencias en la página web de su propio negocio. El razonamiento del 10º Circuito da la vuelta a las protecciones de la libertad de expresión al decir que cuanto más ‘único’ sea el discurso, más puede obligarlo el gobierno. Ese tipo de razonamiento peligroso e inconstitucional es la razón por la que hemos pedido a la Corte Suprema de EE. UU. que se ocupe del caso de Lorie».
Waggoner se refería a las acciones emprendidas por la CCRD contra Phillips tras la decisión de Masterpiece, incluyendo nuevas acusaciones de violaciones de la CADA que le obligaron a desandar el mismo costoso camino de litigios que dio lugar a la histórica decisión de 2018.
El alto tribunal también podría inclinarse por aceptar el caso Smith porque, según el auto, la decisión del 10º Circuito «cimenta una división a tres bandas sobre los conflictos entre la libertad de expresión y leyes como la CADA, enfrentando al Décimo Circuito y a varios tribunales estatales de última instancia contra el Octavo y el Undécimo Circuitos y la Corte Suprema de Arizona».
«Al mismo tiempo, la opinión contradice los precedentes de este tribunal en materia de libertad de expresión, que han declarado repetidamente como anatemas de la Primera Enmienda todos los intentos del gobierno de obligar a hablar, de regular el discurso en función del contenido y de acabar con el discurso desfavorecido».
Se ha enviado un correo electrónico a la directora de la División de Derechos Civiles de Colorado, Elenis, solicitando sus comentarios.
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