Un distrito escolar K-8 en el sur de California planea abrir un nuevo programa para alumnos no vacunados, si la orden de vacunación COVID-19 del gobernador Gavin Newsom entra en vigor y les impide recibir clases presenciales.
En un mensaje del 23 de noviembre enviado a las familias del Distrito Escolar Alpine Union (AUSD, por sus siglas en inglés), el superintendente Rich Newman dijo que él y el distrito creen que es su «responsabilidad moral» brindar clases presenciales a todos los estudiantes, incluyendo a aquellos cuyos padres rechazan la vacunación.
“Nos dimos cuenta de que hay estudiantes en nuestra comunidad cuyos padres optarán por no vacunar a sus hijos”, dijo Newman. «De hecho, me he reunido con muchos de estos padres para escuchar sus opiniones y desarrollar planes para garantizar que sus estudiantes también tengan la misma oportunidad de aprender en persona si entra en vigor el decreto que exige que los estudiantes se vacunen».
Según Newman, el distrito ha creado un programa llamado «Alpine Choice Academy» (ACA) para abordar el impacto potencial de la orden propuesta, la cual exigiría que los estudiantes de todas las escuelas públicas, autónomas y privadas se apliquen las vacunas contra COVID-19 tras la aprobación federal completa de las vacunas para su grado.
“Este programa único es el primero de su tipo diseñado para brindar apoyo presencial a los estudiantes que no podrían asistir a la escuela en el campus si no están vacunados”, dijo Newman, y agregó que el distrito continuará recibiendo contribuciones de los padres y comunicando más detalles sobre ACA en un futuro próximo.
El AUSD está ubicado en las montañas Cuyamaca del condado de San Diego y está a cargo de una comunidad de aproximadamente 15,000 residentes. Sus cinco escuelas inscriben a aproximadamente 1750 estudiantes en los grados de K-8, según el sitio web del distrito.
California se convirtió en el primer estado de la nación en anunciar la vacunación obligatoria contra COVID-19 para las escuelas de K-12 en octubre, cuando las vacunas pediátricas aún estaban pendientes de una recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). La orden no se aplicaría hasta que las vacunas recibieran la aprobación total de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para su uso en niños.
“El estado ya exige que los estudiantes estén vacunados contra los virus que causan el sarampión, las paperas y la rubéola”, dijo Newsom al anunciar la orden. «No hay ninguna razón por la que no haríamos lo mismo con la COVID-19».
“Las vacunas funcionan. Es por eso que California lidera el país en la prevención del cierre de escuelas y tiene las tasas de casos más bajas”, dijo el gobernador demócrata, quien sobrevivió a un intento de destitución impulsado por la desaprobación pública de su gestión a la pandemia. «Alentamos a otros estados a seguir nuestro ejemplo para mantener seguros a nuestros niños y prevenir la propagación de COVID-19».
Desde entonces, la orden ha hecho que muchos padres en el Estado Dorado abandonen por completo la escolarización tradicional. La Asociación de Defensa Legal de la Escuela en el Hogar(HSLDA, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro con sede en Virginia que se dedica a brindar asesoramiento legal a las familias que dan clases en el hogar, dijo a The Epoch Times en octubre que estaba percibiendo un aumento de padres californianos que buscaban un apoyo para la escuela en el hogar.
“Estamos teniendo un aumento en nuestro número de nuestros miembros en California. Gran parte de ese aumento se debe a la orden de vacunación del gobernador Newsom”, dijo el presidente de HSLDA, J. Michael Smith, en un comunicado. «Recibimos comentarios a diario de padres que de otra manera no hubieran elegido sacar a sus estudiantes de la escuela pública, indicando que sus razones para hacerlo se deben simplemente a la [orden]».
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