La ira se desató en todo Estados Unidos este fin de semana, mientras una oleada de dolor por la muerte de George Floyd bajo custodia policial se convirtió en disturbios, saqueos y violencia contra propiedades y personas.
Se produjeron incendios cerca de la Casa Blanca, las tiendas fueron saqueadas en todo el país, e imágenes perturbadoras de los actos violentos inundaron las redes sociales, incluyendo una turba que golpeaba a una anciana propietaria de una tienda en Rochester, Nueva York.
Los disturbios comenzaron con protestas pacíficas por la muerte el 25 de mayo de Floyd, un hombre negro, que dijo tener problemas para respirar mientras Derek Chauvin, un policía blanco, lo inmovilizó con una rodilla en el cuello y la zona de la cabeza durante casi 9 minutos
Chauvin, despedido del Departamento de Policía de Minneapolis, fue acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado, aunque eso no sirvió para contener la furia.
«Entiendo el dolor que la gente está sintiendo. Apoyamos el derecho de los manifestantes pacíficos, y escuchamos sus súplicas», dijo el presidente Donald Trump, en un discurso después del lanzamiento el sábado de un cohete que envió a dos astronautas de la NASA al espacio.
«Pero lo que estamos viendo ahora en las calles de nuestras ciudades no tiene nada que ver con la justicia o la paz», continuó Trump, diciendo que «la memoria de George Floyd está siendo deshonrada por alborotadores, saqueadores y anarquistas».
El ayuntamiento de Nashville se vio incendiado durante los disturbios del fin de semana y tanto las tiendas a lo largo de la famosa área de Rodeo Drive de Beverly Hills como a lo largo de Magnificent Mile en Chicago fueron saqueadas y destrozadas.
«La violencia y el vandalismo están siendo liderados por Antifa y otros grupos radicales de izquierda que están aterrorizando a los inocentes, destruyendo puestos de trabajo, dañando negocios y quemando edificios», dijo Trump.
En su lucha por hacer frente a los disturbios civiles, las fuerzas del orden locales se vieron reforzadas por unos 5000 miembros de la Guardia Nacional, que se desplegaron en 15 estados y en Washington, D.C., según el general de la Fuerza Aérea Joseph Lengyel, jefe de la Oficina de la Guardia Nacional.
«La misión más difícil que tenemos es responder en tiempos de disturbios civiles», dijo Lengyel en un comunicado.
Los miembros de la Guardia realizaron varias tareas, incluyendo apagar los incendios provocados por los alborotadores.
«Las tripulaciones estaban usando equipos para incendios forestales, incluyendo baldes de agua de helicópteros, para apagar los incendios de edificios en las protestas de anoche», dijo Lengyel.
Entre las primeras pérdidas por los incendios provocados por los disturbios se encontraba un edificio de seis pisos en construcción en Minneapolis, el epicentro de la violencia, que iba a proporcionar cerca de 200 apartamentos de vivienda asequible.
«Estamos quemando nuestro propio vecindario», dijo angustiada Deona Brown, una mujer de 24 años que estaba con una amiga fuera de la comisaría, donde un pequeño grupo de manifestantes gritaba a una docena de policías impávidos y con equipo antidisturbios. «Aquí es donde vivimos, donde compramos, y lo destruyeron».
En otras partes del país, una protesta a lo largo de la histórica Ruta 66 hacia el centro de Albuquerque, Nuevo México, se tornó violenta a primeras horas del lunes, después de que la policía informó que los manifestantes provocaron pequeños incendios y los oficiales dijeron que les dispararon.
Una tarde de domingo de protestas mayormente pacíficas en Boston se interrumpió al anochecer cuando los manifestantes se enfrentaron con los oficiales, lanzando piedras, irrumpiendo en varias tiendas y prendiendo fuego a un vehículo policial.
La policía de Boston tweeteó que al menos 40 personas habían sido arrestadas hasta las 3 a.m. del lunes. La policía dijo que siete policías habían sido hospitalizados y 21 patrullas fueron dañadas.
Trump, en declaraciones separadas el sábado antes de su partida a Cabo Cañaveral, Florida, a bordo del Marine One, pidió a las fuerzas del orden que fueran más duras con los manifestantes violentos.
«Tienen que ser duros. Tienen que ser fuertes. Tienen que ser respetados, porque esta gente, los Antifa —hay mucha gente radical de izquierda, malas personas. Y hay que enseñarles que no se puede hacer esto», dijo Trump.
«Las principales víctimas de esta horrible, horrible situación, son los ciudadanos que viven en estas comunidades que una vez fueron encantadoras. Las turbas están devastando el trabajo de la vida de la gente buena y destruyendo sus sueños», dijo el presidente en un discurso después del lanzamiento.
«En este momento, Estados Unidos necesita creación, no destrucción; cooperación, no desacato; seguridad, no anarquía», dijo el presidente.
«Y no habrá anarquía. La civilización debe ser valorada, defendida y protegida», añadió.
Trump también dijo que habló con la familia de Floyd para expresar su dolor por su muerte. Añadió que los oficiales involucrados en el incidente han sido despedidos, uno de ellos ha sido acusado de asesinato, y que se podrían presentar cargos contra los otros tres.
«Me presento ante ustedes como amigo y aliado de todos los estadounidenses que buscan justicia y paz», dijo. «Y me presento ante ustedes en firme oposición a cualquiera que explote esta tragedia para saquear, robar, atacar y amenazar».
«Curar, no odiar, la justicia, no el caos, es la misión que tenemos en mano», dijo Trump.
Mientras tanto, las protestas se extienden por todo el mundo, con eventos en Londres y Berlín el domingo y otros el lunes, incluyendo Nueva Zelanda, Australia y los Países Bajos.
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