La Oficina del Inspector General (OIG) del Departamento de Defensa (DoD) está lista para investigar las acusaciones de los denunciantes de que cientos de refugiados afganos fueron autorizados a entrar en Estados Unidos a pesar de aparecer en la lista de vigilancia biométrica del departamento (BEWL).
“Como parte de nuestro cuerpo de trabajo continuo sobre los evacuados afganos, estamos iniciando una evaluación, que comenzará en el primer trimestre del año fiscal 2023, para abordar sus preguntas relacionadas con el papel del Departamento de Defensa en la revisión de las bases de datos del Departamento de Defensa para obtener información sobre los evacuados afganos cuando lo solicitan otras agencias”, decía el inspector general interino del Departamento de Defensa, Sean W. O’Donnell, a los senadores Josh Hawley (R-Mo.) y Ron Johnson (R-Wis.), en una carta del 6 de septiembre.
Acusaciones de denunciantes
La carta respondía a una carta del 4 de agosto enviada por Johnson y Hawley a O’Donnell, la cual llamaba la atención sobre las denuncias de los denunciantes.
Los senadores habían destacado el informe anterior de O’Donnell titulado «Evaluación de la detección de personas desplazadas de Afganistán», en el que se afirmaba que los evacuados afganos no eran investigados por el Centro Nacional de Lucha contra el Terrorismo utilizando datos del Departamento de Defensa antes de su llegada a Estados Unidos.
El informe de O’Donnell también reveló que el personal del Departamento de Defensa había identificado a 50 afganos en Estados Unidos con registros del Departamento de Defensa que los señalaban como «problemas de seguridad potencialmente importantes». Este número había aumentado a 65 en el momento en que los senadores escribieron la carta.
El denunciante reveló «un panorama aún más oscuro», afirmando que se permitió la entrada en el país de 324 evacuados afganos a pesar de aparecer en el BEWL. Esto se sumaba a los 65 individuos.
«La BEWL—conocida comúnmente como ‘la lista de vigilancia’—identifica a las personas cuyos datos biométricos han sido recogidos y determinados por los analistas como amenazas o potenciales amenazas para la seguridad nacional, incluidos presuntos terroristas conocidos», señalaba la carta.
El Departamento de Defensa no respondió a una solicitud de comentarios al momento de la publicación.
Cuestión de seguridad de los migrantes afganos
La carta de los senadores republicanos también destacó los laxos protocolos de seguridad seguidos por los departamentos responsables de permitir el ingreso de los evacuados afganos a Estados Unidos.
Se alega que los designados políticos en el Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa le pidieron al personal que «tomara atajos» al procesar a los evacuados.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), encargado de examinar a los evacuados afganos, eliminó datos biométricos antiguos, algo que los legisladores calificaron como un «hecho preocupante» para la seguridad nacional.
Un informe reciente emitido por la OIG del DHS afirmaba que el departamento no investigó completamente a unos 80,000 afganos que ingresaron a Estados Unidos. Muchos de ellos no tenían nombres completos. Más de 11,000 habían anotado fechas de nacimiento como el 1 de enero.
En un informe de febrero, el Centro Nacional de Inteligencia Terrestre del Pentágono había identificado a 50 afganos admitidos en el país con información en los registros del Departamento de Defensa que indicaba que podían ser un problema de seguridad importante.
La población afgana en Estados Unidos ha aumentado rápidamente durante décadas. Al comienzo de la guerra de Afganistán en 2001, había alrededor de 44,000 afganos viviendo en Estados Unidos. Este número aumentó a 133,000 en 2019.
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