El Departamento de Defensa (DOD), en coordinación con el Departamento de Salud y Servicios Humanos, ha otorgado a la corporación multinacional de conglomerados 3M un contrato por USD 126 millones para aumentar a 26 millones la producción de máscaras N95 por mes, a partir de octubre de 2020.
La Fuerza de Tarea de Adquisición Conjunta del Departamento (JATF) encabezó el nuevo contrato con 3M, dijo el portavoz del DOD, teniente coronel Mike Andrews, en un comunicado de prensa el 6 de mayo. El financiamiento se proporcionará a través del proyecto de ley bipartidista de estímulo económico contra el coronavirus (Ley CARES), de USD 2 billones, promulgada por el presidente Donald Trump en marzo.
«Este aumento de la capacidad de producción industrial continuará asegurando una cadena de suministro sostenible de respiradores N95 y reabastecerá la Reserva Estratégica Nacional, en respuesta al aumento de la demanda nacional causada por la pandemia de COVID 19», dijo el portavoz.
Andrews agregó que el departamento sigue «estrechamente asociado con FEMA y HHS, proporcionando casi USD 800 millones en suministros y equipos esenciales a los miembros del servicio y agencias federales, [todo esto dentro] del enfoque del gobierno de la nación para la pandemia de coronavirus».
Según el nuevo contrato, 3M aumentará la producción de respiradores N95 a, al menos, 312 millones de unidades en los próximos 12 meses. La compañía dijo que ampliará su fábrica en Aberdeen, Dakota del Sur, y comenzará la producción inicial en Wisconsin para satisfacer la demanda.
Según el Departamento de Defensa, 3M ya ha realizado pedidos de materia prima e inició dos nuevas líneas de fabricación N95.
El último contrato se produjo después de que Trump activó, el mes pasado, la Ley de Producción de Defensa (DPA) en relación con 3M, diciendo que no estaba contento con la cantidad de máscaras N95 que la compañía estaba entregando a los trabajadores de la salud de EE.UU. en la primera línea de lucha contra el virus del PCCh.
La orden de DPA del 3 de abril autorizó al secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, a «usar cualquier autoridad» para adquirir tantos respiradores de la compañía, o de sus afiliados, como se considere «apropiado».
Más tarde ese día, Trump escribió en Twitter diciendo: «Golpeamos a 3M hoy después de ver lo que estaban haciendo con sus máscaras», en una referencia aparente a informes de que el gigante manufacturero había estado exportando muchas de sus máscaras a otros países, en lugar de reservarlas para uso doméstico.
Pero 3M dijo en un comunicado, en ese momento, que había «superado ampliamente los límites que consideraba posibles para la fabricación de N95 para el mercado estadounidense», y «ha estado trabajando estrechamente con la administración para hacer exactamente eso». Agregó que cesar la exportación de respiradores a los mercados canadienses y latinoamericanos podría tener «implicaciones humanitarias significativas».
Más tarde, Trump dijo que «la historia con 3M ha tenido una feliz conclusión» y que estaba «muy orgulloso de tratar con 3M», después de llegar a un acuerdo con el gigante manufacturero para entregar mensualmente más de 55.5 millones de respiradores N95 en Estados Unidos, con el fin de apoyar a los trabajadores de la salud
El DOD anunció el 11 de abril que gastaría USD 133 millones en contratos para aumentar la producción de máscaras N95 domésticas en más de 39 millones de unidades, para los próximos 90 días. 3M recibió USD 76 millones de ese contrato, mientras que la compañía global de logística de atención médica Owens & Minor recibió USD 29 millones y el conglomerado multinacional Honeywell recibió USD 27.4 millones.
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