El Departamento de Justicia (DOJ) dice que no proporcionará las cintas de audio de la entrevista del presidente Joe Biden con el abogado especial Robert Hur, que fue solicitada por el GOP de la Cámara.
En una carta al Comité de Supervisión de la Cámara y al Comité Judicial de la Cámara el 8 de abril, el Fiscal General Adjunto Carlos Felipe Uriarte lamentó que a pesar de que el departamento cooperó con las citaciones de los comités el 27 de febrero, «los comités han respondido con una escalada y amenazas de desacato criminal».
«Instamos a los comités a evitar el conflicto en lugar de buscarlo», añadió. «No es demasiado tarde para que los comités elijan un camino diferente, para tomar una vía de salida hacia el ‘espíritu de compromiso dinámico’ que la Constitución nos exige a ambos».
La cita del «espíritu de compromiso dinámico» procede de un caso ante un tribunal federal.
La citación del 27 de febrero se refería a notas, archivos de audio, vídeo y transcripciones de la investigación del Sr. Hur. Los comités fijaron el 7 de marzo como fecha límite, según una copia de la citación obtenida por The Epoch Times.
«Los estadounidenses esperan una justicia equitativa ante la ley y el Departamento de Justicia está permitiendo que los Biden actúen por encima de ella», declaró en un comunicado el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer (R-Ky.).
«El informe del consejero especial Hur esbozó que los documentos clasificados que Joe Biden escondió durante años se refieren a países donde su familia sacó provecho de la marca Biden».
Esta ha sido la segunda vez que los comités han pedido al DOJ que entregue estos registros, la primera fue el 12 de febrero.
Uriarte subrayó que el Departamento de Justicia había atendido con celeridad las peticiones de los comités.
En respuesta a las peticiones de audio de las entrevistas del autor Mark Zwonitzer con el Presidente Biden, cuyas dos memorias escribió, el Sr. Uriarte dijo que no hay necesidad de que el departamento las entregue, teniendo en cuenta que los comités tienen transcripciones de las entrevistas.
Además, escribió: «Ir más allá mediante la producción de los archivos de audio agravaría la probabilidad de que los futuros fiscales sean incapaces de asegurar este nivel de cooperación».
«Podrían tener más dificultades para obtener el consentimiento para una entrevista. Evidentemente, no redunda en interés público hacer menos probable en el futuro esa cooperación con los fiscales y los investigadores».
Además, Uriarte insistió en que el departamento ha dado a los comités lo que necesitaban.
«El departamento está dispuesto a escuchar más de los comités, pero en este momento sus solicitudes adicionales parecen alejadas de los propósitos declarados de los comités: con la producción de hoy, ahora tienen la información que solicitaron. Dados los extraordinarios intereses de confidencialidad del poder ejecutivo implicados aquí, es fundamental una demostración específica y adecuada de la necesidad de cualquier información adicional, vinculada a la autoridad bajo la cual los comités pretenden actuar», escribió.
Por último, Uriarte pidió a los comités que no hicieran público el material que recibieran del DOJ.
«Para garantizar una oportunidad adecuada de revisar estos materiales y determinar si son adecuados para su publicación, solicitamos respetuosamente que los comités no difundan ni revelen de ningún otro modo los documentos o la información que contienen sin consultar previamente con el Departamento», escribió.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con los comités para conocer sus reacciones a la carta.
Las pruebas no demuestran la culpabilidad de Biden
Hur anunció el 8 de febrero que el presidente Biden no sería acusado.
«Nuestra investigación descubrió pruebas de que el presidente Biden retuvo y divulgó voluntariamente material clasificado después de su vicepresidencia, cuando era un ciudadano privado», escribió Hur en un informe de 388 páginas dirigido al fiscal general Merrick Garland.
Los materiales, según el informe, incluían «documentos clasificados marcados sobre política militar y exterior en Afganistán, y cuadernos que contenían anotaciones manuscritas del Sr. Biden sobre cuestiones de seguridad nacional y política exterior que implicaban fuentes y métodos de inteligencia sensibles». El FBI recogió estos objetos durante un registro efectuado el año pasado en la residencia del presidente Biden en Wilmington (Delaware).
El FBI también registró el año pasado la casa del presidente en Rehoboth Beach, Delaware, donde también encontró material clasificado.
No obstante, el Sr. Hur dijo que «las pruebas no establecen la culpabilidad del Sr. Biden más allá de toda duda razonable» y que «el procesamiento del Sr. Biden tampoco está justificado sobre la base de nuestra consideración de los factores agravantes y atenuantes establecidos en los Principios de Procesamiento Federal del Departamento de Justicia».
Los documentos clasificados pertenecen a la carrera política de más de cuatro décadas del Presidente Biden, incluyendo el Senado, la vicepresidencia y ahora la presidencia.
El Sr. Hur entrevistó al Presidente Biden durante dos días el año pasado.
Al decidir no acusar al presidente, el Sr. Hur dijo que un jurado probablemente no lo condenaría, en parte debido a sus problemas cognitivos.
«También hemos considerado que, en el juicio, el Sr. Biden probablemente se presentaría ante un jurado, como lo hizo durante nuestra entrevista con él, como un hombre simpático, bien intencionado, de edad avanzada y con mala memoria», escribió el Sr. Hur.
«Basándonos en nuestras interacciones directas con él y en nuestras observaciones, es alguien para quien muchos jurados querrán identificar una duda razonable. Sería difícil convencer a un jurado de que debe condenarle —por entonces un ex presidente bien entrado en los ochenta— por un delito grave que requiere un estado mental de voluntariedad».
Los documentos de Afganistán, que tenían el nivel más alto de clasificación en Estados Unidos, eran de 2009. Estos papeles estaban en una casa de Virginia que el presidente Biden alquiló en 2019, donde se reunió con el Sr. Zwonitzer para sus dos libros antes de que los documentos clasificados fueran enviados a Delaware.
«Sin embargo, no creemos que esta evidencia sea suficiente, ya que los miembros del jurado probablemente encontrarían una duda razonable por una o más de varias razones», escribió el Sr. Hur.
«Tanto cuando ejercía como vicepresidente como cuando se encontraron los documentos de Afganistán en el garaje de Delaware del Sr. Biden en 2022, la posesión de los mismos en su casa de Delaware no era una base para la acusación porque, como vicepresidente y presidente, tenía autoridad para guardar documentos clasificados en su casa», continuó.
«El mejor caso para los cargos se basaría en la posesión del Sr. Biden de los documentos de Afganistán en su casa de Virginia en febrero de 2017, cuando era un ciudadano privado y cuando le dijo a su escritor fantasma que acababa de encontrar material clasificado».
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