El expresidente Donald Trump hizo varias publicaciones en Truth Social sobre el juez y el fiscal después de los acontecimientos del juicio del miércoles, donde el testigo Michael Cohen pareció dar marcha atrás en su testimonio contra el presidente Trump, y el juez federal multó al presidente Trump con 10,000 dólares por violar una orden de mordaza.
«El juez del caso del fiscal general de Nueva York se niega a aceptar que el Tribunal de Apelaciones anule sus decisiones. ¡Es la primera vez en la historia del Estado! SE HA VUELTO LOCO EN SU ODIO A ‘TRUMP'», escribió en la mañana del jueves.
«Además, su testigo ‘ESTRELLA’ acaba de admitir que sus declaraciones eran todas una gran mentira. Se quebró en la corte. El Juez de Izquierda Radical dijo que no le importa. Está tratando de proteger a la racista A.G. Letitia James, que no tiene caso, perdió la apelación, pero tiene un juez tiránico y desquiciado que odia a Trump. Ella hizo campaña a favor de A.G. con el lema «Atraparé a Trump», mucho antes de saber nada de mí. Esto es mala conducta judicial, junto con la mala conducta del fiscal, y alguien del Estado de Nueva York debe intervenir y detener este completo y total error judicial».
«A su lado»
El miércoles, el presidente Trump llamó al juez «partidista» en declaraciones a los periodistas, así como a la persona «a su lado», sin nombrar a la persona.
«Este juez es un juez muy partidista con una persona que es muy partidista sentada a su lado, tal vez incluso mucho más partidista que él», dijo.
El juez de la Corte Suprema de Nueva York Arthur Engoron delibera frecuentemente con su principal asistente jurídica Allison Greenfield, que se sienta a su lado en el estrado.
Después de que Associated Press informara de que el presidente Trump había vuelto a atacar a Greenfield -su publicación del 3 de octubre, ahora borrada, en la que compartía una foto de ella con el senador demócrata Chuck Schumer- el juez leyó los comentarios en la sala.
Chris Kise, abogado del presidente Trump, dijo al juez que su cliente se había referido al señor Cohen, que estaba sentado en el estrado junto al juez.
Poco después, el juez dijo que iba a convocar una vista sobre el asunto, y subió al presidente Trump al estrado, donde dijo que se había estado refiriendo a Cohen en esos comentarios.
El juez Engoron consideró que el testigo «no era creíble» y le impuso una multa de 10.000 dólares por violar la orden de silencio.
En su orden escrita presentada el jueves, el juez escribió que «encuentro que este testimonio suena hueco y falso».
El estrado de los testigos está separado del banco del juez con una barrera de madera, mientras que su secretario judicial principal se sienta justo a su lado, explicó, refiriéndose a las definiciones de diccionario de «al lado».
«Los testigos no se sientan ‘al lado’ del juez, se sientan en el estrado, separados del juez por una barrera de madera baja», escribió en el auto.
» Además, las declaraciones públicas pasadas de Donald Trump demuestran que se refiere a Michael Cohen directamente por su nombre, o por un nombre despectivo, pero en todas las circunstancias, no es ambiguo al hacer saber que se refiere a Michael Cohen», escribió el juez. «Usar un lenguaje impreciso como excusa para crear una ambigüedad plausible sobre si el acusado violó la inequívoca orden de mordaza de este Tribunal no es una defensa».
En la sala, el juez se había mostrado escéptico de la defensa, señalando que el equipo del presidente Trump ha estado atacando la «deshonestidad» de Cohen en lugar del hecho de que es «partidista.»
Después de que decidiera imponer la multa de 10.000 dólares, los abogados del presidente Trump señalaron que Greenfield sí había influido en el proceso, conversando frecuentemente con el juez durante el interrogatorio de los testigos y pasándole muchas notas. La abogada Alina Habba dijo que no apreciaba que Greenfield le «pusiera los ojos en blanco» cuando interrogaba a los testigos.
A lo largo del proceso, el presidente Trump ha seguido publicando mensajes sobre el juez y la fiscal general Letitia James, afirmando que le «odian» y que el juicio se ha celebrado en circunstancias injustas.
El jueves por la tarde afirmó que el caso debería haber sido desestimado, acusando al juez de ignorar las decisiones del tribunal de apelaciones y de negarse a desestimar el caso después del testimonio del Sr. Cohen.
La corte de apelaciones previamente puso una pausa en la orden del juez Engoron de disolver la Organización Trump y sus compañías de responsabilidad limitada (LLC) relacionadas, y también previamente puso un estatuto de limitaciones en el caso. El juez ha seguido permitiendo pruebas y argumentos sobre documentos antes de la prescripción, con la condición de que los fiscales puedan vincularlos a cuestiones relevantes dentro del plazo de prescripción.
Cohen, antaño abogado personal del presidente Trump pero ahora convertido en crítico, testificó el martes y el miércoles.
El martes, afirmó que el presidente Trump le ordenó hacer «ingeniería inversa» de números para cumplir con un patrimonio neto «arbitrario» que quería alcanzar. El miércoles por la mañana, al presentársele una transcripción del testimonio de 2019 en la que daba a entender que tal cosa nunca había ocurrido, afirmó que había mentido a la comisión del Congreso. Pero luego, el miércoles por la tarde, dio marcha atrás y dijo que no había mentido, y que mantenía su respuesta de 2019 en la que no podía «recordar» que el presidente Trump le hubiera pedido alguna vez que «inflara» las cifras.
El equipo del presidente Trump pidió al juez más de una vez que terminara y desestimara el caso basándose en el descrédito de Cohen como testigo, pero el juez rechazó esos argumentos, diciendo que no consideraba que Cohen fuera el testigo «clave» del caso, y que había otras pruebas a tener en cuenta.
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