Donald Trump Jr.. fue el primero de los hijos de Trump en subir al estrado de los testigos en el caso de fraude que la fiscal general de Nueva York, Letitia James, ha presentado contra ejecutivos de la Organización Trump.
«Debería haberme puesto maquillaje», dijo el 1 de noviembre mientras los fotógrafos le tomaban fotos.
El señor Trump fue acusado junto a su padre, el expresidente Donald Trump, en el multimillonario caso que puede prohibirles ocupar cargos empresariales ejecutivos en el estado de Nueva York durante cinco años.
El juez de Nueva York Arthur Engoron preside el juicio, que comenzó el 2 de octubre, y ya ha dictaminado en un juicio sumario que el presidente Trump es responsable de fraude.
Los fiscales preguntaron al señor Trump sobre sus cargos y responsabilidades dentro de la «Organización Trump», que él describió como un término general para los negocios de la familia.
Cuando el presidente Trump asumió el cargo en 2017, transfirió la propiedad de la Organización Trump a un fideicomiso, y el señor Trump se desempeñó como fideicomisario.
En el centro del caso están las declaraciones de situación financiera (SFC, por sus siglas en inglés) de la Organización Trump, que enumeran los activos de la familia y el patrimonio neto total del presidente Trump cada año.
Los fiscales interrogaron al Sr. Trump sobre los documentos y las normas contables utilizadas en ellos.
El Sr. Trump dijo que no tenía conocimiento de las normas de contabilidad y que confiaba en la experiencia de los contadores contratados para preparar los SFC para la Organización Trump.
«Estas personas tenían un conocimiento increíblemente profundo. Confié en ellos», dijo. «Los contadores trabajaron en ello. Para eso les pagamos».
El Sr. Trump dijo que no estuvo involucrado en la compilación de los SFC, pero podría haber participado en las discusiones que llevaron a llegar a números particulares, sin saber que era para un SFC.
Su testimonio continuará el 2 de noviembre, y su hermano Eric Trump subirá al estrado de los testigos a continuación.
Ivanka Trump
El juez Engoron había ordenado que Ivanka Trump testificara, pero el 1 de noviembre su abogado, Bennet Moskowitz, presentó una notificación de apelación.
El Sr. Moskowitz había argumentado en una audiencia ante el juez Engoron que la Sra. Trump no realiza transacciones comerciales en la Torre Trump, contrariamente a su citación, y que Nueva York ya no es su residencia principal.
«Desde 2018, ella ha estado allí una o dos veces al año, nunca por negocios, para saludar, a la gente, incluidos los miembros de la familia durante 15 minutos, 30 minutos, cosas por el estilo».
«Así que no hay base para decir que un servicio a una entidad en la Torre Trump es un servicio a ella individualmente. Eso es simplemente erróneo», dijo, según una transcripción de la audiencia.
El juez Engoron denegó la moción, ordenando a la Sra. Trump que compareciera en persona para prestar declaración, pero programando su comparecencia más tarde que la de sus hermanos para que la decisión pudiera ser apelada.
«Los documentos de la demandante aportan pruebas documentales muy claras de que la señora Trump posee propiedades en Nueva York y ha hecho negocios en Nueva York», dijo.
Si ella testifica, será el 8 de noviembre, después del testimonio de su padre, que se espera para el 6 de noviembre y posiblemente se prolongue hasta un segundo día.
El 1 de noviembre, el presidente Trump arremetió contra el juez por la orden.
«Deje en paz a mis hijos, Engoron. ¡Eres una vergüenza para la profesión legal!», escribió en Truth Social.
Testimonio de expertos
Basándose en los cálculos del Sr. McCarty, los fiscales habían determinado que los bancos perdieron millones de dólares en intereses que podrían haberse cobrado si los SFC del presidente Trump hubieran tenido números diferentes.
Los abogados defensores habían tratado de impedir el testimonio del Sr. McCarty, argumentando en una presentación que a los testigos expertos se les permite opinar sobre los hechos, pero el informe del Sr. McCarty aborda «qué acciones podrían, teóricamente, haber sido tomadas por los prestamistas en cuanto a las transacciones de préstamos».
Se le permitió testificar y, durante el interrogatorio, el Sr. McCarty declaró que varios factores, entre ellos la deuda y las acciones, habrían aumentado el riesgo y, por tanto, el tipo de interés de los préstamos a la Organización Trump.
Los abogados de la defensa se opusieron, argumentando que no hay base para decir que los bancos habrían actuado de manera diferente si las cifras de los SFC hubieran sido diferentes, y por lo tanto las ganancias no fueron «ilícitas».
Argumentaron que el Sr. McCarty estaba testificando sobre las «matemáticas» de sus análisis, «no sobre la naturaleza ilícita de la ganancia».
Durante el contrainterrogatorio, el Sr. McCarty confirmó que no estaba familiarizado específicamente con las políticas crediticias del Deutsche Bank, que prestó dinero a la Organización Trump para varios desarrollos.
Dijo que había mirado las políticas de préstamo y crédito del Deutsche Bank antes de presentar su informe a la oficina del fiscal general.
El Sr. McCarty añadió que «no creía que fuera relevante» que el presidente Trump se encontrara en el «nivel superior de patrimonio neto verificable» en el mercado regional que estaba desarrollando, y señaló anteriormente que los bancos han estado históricamente dispuestos a prestar a personas con patrimonios netos elevados porque devuelven los préstamos.
También dijo que el Deutsche Bank sí comercializaba con el presidente Trump y quería su negocio.
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