La mayoría de los adultos estadounidenses por ahora no se vacunarán contra la COVID-19 con la nueva dosis de refuerzo, según una nueva encuesta.
Solo el cinco por ciento de los encuestados respondió que ya había recibido la vacuna de refuerzo y el 27 por ciento dijo que se la pondría lo antes posible.
El resto respondió que esperaría y vería, que solo la recibiría si es necesaria o que definitivamente no se la administraría o no podría recibirla porque no se había vacunado con la serie primaria de vacunas.
Estos datos corresponden a una encuesta realizada por la Kaiser Family Foundation, que se llevó a cabo del 15 al 26 de septiembre entre 1534 adultos estadounidenses. El margen de error fue de más/menos 3 por ciento.
Los adultos de mayor edad fueron más propensos a haber recibido o a tener previsto de recibir una dosis de refuerzo actualizada. El 45 por ciento de los mayores de 65 años se encuentra en una de esas categorías. En cambio, solo el tres por ciento de los encuestados con edades entre 18 y 29 años recibieron una dosis de refuerzo actualizada, mientras que solo el 23 por ciento dijo que la recibiría lo antes posible.
Dosis de refuerzo actualizadas
Las dosis de refuerzo actualizadas son fabricadas por Moderna y Pfizer. Las anteriores dosis de refuerzo, que ya no están disponibles, solo contenían elementos contra la cepa de Wuhan del virus de COVID-19. Las nuevas dosis de refuerzo añaden al elemento contra la cepa de Wuhan un componente de proteína de espiga con elementos contra las cepas BA.4 y BA.5, convirtiéndose en una vacuna de refuerzo bivalente.
Las vacunas bivalentes no se han probado; los resultados de las pruebas en humanos no estuvieron disponibles antes de que la Administración de Alimentos y Medicamentos las autorizara el 31 de agosto. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) las recomendaron para prácticamente todos los estadounidenses a partir de los 12 años de edad que hayan recibido un régimen primario de vacunas, independientemente de cuántas dosis de refuerzo anteriores haya recibido una persona.
Hasta el 29 de septiembre se habían administrado aproximadamente 7.5 millones de vacunas bivalentes, según los CDC. Antes de la puesta en marcha, los CDC indicaron que unos 209 millones de estadounidenses podrían recibir una dosis de refuerzo actualizada.
Según los CDC, las personas no deben recibir un refuerzo si han transcurrido menos dos meses desde su última dosis de alguna vacuna. En general, las autoridades recomiendan no recibir otra vacuna en los tres meses siguientes a la infección por COVID-19. La recuperación de COVID-19 confiere a la persona una fuerte protección; los estudios han demostrado que la protección de la inmunidad natural es superior a la conferida por la vacuna.
Poco conocimiento
Muchos adultos saben poco sobre las nuevas vacunas de refuerzo, entre ellos el 66 por ciento de los adultos de 18 a 29 años, según la encuesta de Kaiser.
La mitad de los adultos dijo saber poco o nada sobre ellas, siendo los estadounidenses de más edad los más propensos a responder que saben algo o mucho.
Cuando los resultados se desglosaron por afiliación partidista, los demócratas fueron los más propensos a decir que sabían algo o mucho, mientras que los republicanos fueron los menos propensos y los independientes se situaron en el medio de ambos grupos.
Ese patrón también se manifestó cuando la gente respondió sobre su intención u oposición a recibir una dosis de refuerzo. Una quinta parte de los encuestados republicanos dijo que definitivamente no se vacunaría, frente al ocho por ciento de los independientes y el seis por ciento de los demócratas.
Además, los vacunados fueron más propensos a responder que sabían algo o mucho, aunque de las personas no vacunadas, el 19 por ciento dijo que sabía mucho en comparación con el 16 por ciento de los encuestados vacunados.
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