Según el Dr. Harvey Risch, existe evidencia de que los cánceres ocurren en exceso después de que las personas reciben la vacuna anti-COVID-19.
El Dr. Risch es profesor emérito de epidemiología en el Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la Escuela de Salud Pública y de Medicina de Yale. Su investigación se ha centrado ampliamente en las causas del cáncer, así como en la prevención y el diagnóstico temprano.
En una entrevista para «American Thought Leaders» de EpochTV, el Dr. Risch dijo que los pacientes ahora deben esperar meses, no semanas, para conseguir una cita en una clínica de oncología en Nueva York.
Es difícil observar si una vacuna puede causar cáncer, porque el cáncer suele tardar en desarrollarse, afirmó el Dr. Risch. Puede tardar entre dos y 30 años, dependiendo de los diferentes tipos de cáncer, desde leucemia hasta cáncer de colon.
«Lo que los médicos han estado viendo», dijo el Dr. Risch, «son cosas muy extrañas: Por ejemplo, personas de 25 años con cáncer de colon, que no tienen antecedentes familiares de la enfermedad; eso es básicamente imposible según el paradigma conocido sobre el funcionamiento del cáncer de colon y otros cánceres de latencia prolongada que se están observando en personas muy jóvenes».
Dijo que no es así como normalmente se desarrolla el cáncer.
«Tiene que haber algún estímulo inicial que explique por qué sucede esto», dijo.
Luchando contra el cáncer
El Dr. Risch dijo que, en su opinión, el cáncer es algo que un cuerpo humano sano puede combatir y desactivar, ya que las células cancerosas anormales son devoradas cuando se detectan en un cuerpo con un sistema inmunológico funcional.
Sin embargo, si el sistema inmunológico está comprometido, no puede hacer frente a la tarea de neutralizar las células cancerosas, y se deja que las células cancerosas se multipliquen y crezcan, lo que provoca síntomas de cáncer.
«Creo que ese es el mecanismo más probable aquí», dijo el Dr. Risch. «Sabemos que las vacunas anti-COVID han causado diversos grados de daño al sistema inmunológico en una fracción de las personas que las han recibido».
Ese daño podría traducirse en contraer COVID con más frecuencia, contraer otras enfermedades infecciosas o contraer cáncer.
Otro ejemplo que dio el Dr. Risch fue el cáncer de mama, que normalmente, si hay una remanifestación después de la extirpación quirúrgica, la remanifestación ocurre después de dos décadas. Sin embargo, ahora se observa que las mujeres vacunadas remanifestan el cáncer de mama en períodos de tiempo mucho más cortos.
«Esas son las señales iniciales que hemos estado viendo, y debido a que estos cánceres les han estado ocurriendo a personas que eran demasiado jóvenes para padecerlos, básicamente, en comparación con la forma normal en que funcionan, han sido designados como turbocánceres», dijo el Dr. Risch.
«Algunos de estos cánceres son tan agresivos que entre el momento en que se detectan por primera vez y cuando regresan para recibir tratamiento después de unas semanas, han crecido dramáticamente en comparación con lo que los oncólogos hubieran esperado por la forma en que normalmente progresa el cáncer», añadió.
“Esté en sintonía con su cuerpo”, recomendó el Dr. Risch, para notar cualquier señal nueva que el cuerpo pueda enviar.
Eventos adversos después de la vacunación
El Dr. Risch también se refirió al aspecto de que los organismos médicos oficiales no reconozcan a alguien como vacunado dentro de las dos primeras semanas de vacunación. Esto sucede, dijo, porque las agencias médicas dicen que los efectos de la vacuna necesitan dos semanas para empezar a manifestarse. Los efectos adversos que se producen unos días después de la vacunación se contabilizan oficialmente como afecciones que se manifiestan en personas no vacunadas, dijo.
Sin embargo, se han producido eventos adversos graves después de recibir la vacuna dentro de los primeros cuatro días, dijo el Dr. Risch. Dijo que se registra que tres cuartas partes de los efectos adversos ocurren en personas no vacunadas.
Los tomadores de decisiones que estuvieron a cargo durante la pandemia «desecharon los principios de salud pública seis días después de la pandemia e hicieron lo contrario de todo lo que sabíamos que se debía hacer con los virus respiratorios», dijo.
Un ejemplo fue la denegación de un tratamiento temprano eficaz y vacunas innecesarias, lo que demuestra un «fracaso colosal de la salud pública durante este período», afirmó.
El Dr. Risch afirmó que ahora es menos probable que se «haga propaganda» sobre el COVID, y que las noticias sobre una nueva variante que va a conquistar el mundo en el próximo mes son «propaganda para vender el próximo lote de vacunas que saldrá en unas semanas”.
«La gente está harta de esto y habrá mucho más rechazo», dijo.
Riesgos para la sociedad
El Dr. Risch dijo que, si bien el riesgo individual de una reacción adversa a la vacuna es relativamente bajo, una vez que ese riesgo se manifiesta a mayor escala, cuando millones de personas han recibido la vacuna, el resultado es que cientos de miles de personas quedan con lesiones y eventos adversos graves que a menudo son peores que el propio virus.
La opinión del Dr. Risch es que nadie debería vacunarse con una vacuna de ARNm, ya que las nuevas variantes son leves y no ponen en peligro la vida. Ha oído hablar de algunas hospitalizaciones que duraron algunos días, pero como la mayoría de las personas tuvieron COVID en el pasado, también tienen cierta inmunidad a estas nuevas variantes.
«No hay ningún motivo para que la gente se vacune ahora, en ningún grado», afirmó.
Dijo que el COVID se ha convertido en una enfermedad similar a la gripe en su nivel de gravedad, y que el gobierno está impulsando propaganda para asustar a la gente en nombre de las compañías farmacéuticas para vender más vacunas.
“Vivimos en contacto social unos con otros y, por tanto, propagamos infecciones de bajo nivel. Es parte de la vida humana que damos por sentada e intentamos tratarla lo mejor que podemos», dijo. «Así es como deberíamos gestionar esto”.
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