El New York Times publicó el 9 de marzo de 2021 un artículo que contenía información incorrecta sobre The Epoch Times preparada por una dudosa compañía.
El artículo, escrito por Davey Alba, se centra en la afirmación errónea de que The Epoch Times está conectado con «más de una docena de sitios». El New York Times hace esta afirmación falsa sin proveer ninguna evidencia ni indicar a qué sitios web se refiere.
Es probable que esto se deba a que la afirmación no es el resultado de una cobertura propia del New York Times, sino que se basa en información que un tercero le proporcionó al periódico.
Si bien la versión inicial del artículo de Alba no revela la fuente de la información falsa, el New York Times reveló la identidad de la compañía en una declaración de corrección.
En su corrección, el New York Times afirma que la «fuente de los datos» real es «Advance Democracy». (Desde entonces, el periódico también ha actualizado su artículo).
El NYT describe a Advance Democracy de manera inocua como «un grupo de investigación», pero no revela los intereses especiales detrás del grupo, incluida la financiación de Silicon Valley y los vínculos de su fundador Daniel Jones con Fusion GPS, la firma responsable del ampliamente desacreditado expediente Steele.
Jones, un exempleado del Congreso, fundó Advance Democracy Inc. en 2018. La organización opera principalmente en las sombras, y tiene un sitio web que solo dice: «Advance Democracy, Inc. (ADI) es una organización independiente y no partidista que realiza investigaciones globales para promover la rendición de cuentas, la transparencia, y el buen gobierno».
Una investigación realizada por The Daily Caller en 2019 descubrió que los donantes de la organización «han sido mantenidos en gran parte en secreto, ya que Jones ha evitado revelar a sus patrocinadores». El artículo también alega que Jones «se atribuyó el mérito de plantar historias anti-Trump en la prensa».
En su corrección, el New York Times también revela una conexión entre Advance Democracy y una entidad extranjera llamada «Global Disinformation Index», que dice: «Los datos fueron proporcionados por Advance Democracy, un grupo de investigación, y analizados por la organización sin fines de lucro Global Disinformation Index, no fueron proporcionados únicamente por GDI».
Global Disinformation Index tiene su sede en el Reino Unido. Su objetivo declarado es «desfinanciar y degradar» a los sitios web que considera que contienen «desinformación». El grupo ha admitido trabajar con «gobiernos».
El hecho de que el New York Times confiara en una entidad extranjera para atacar a una organización mediática con sede en Estados Unidos es preocupante. También hay una cuestión ética más amplia sobre la relación entre los denominados reporteros de “desinformación” y los grupos de intereses especiales.
Esta participación de otras entidades en el artículo del New York Times probablemente explica por qué la experiencia de comunicarse con Alba fue tan inusual para The Epoch Times. Alba no proporcionó información a The Epoch Times para respaldar su afirmación de que hay una conexión con los sitios web citados, a pesar de una solicitud específica. Además, a pesar de que The Epoch Times aclaró varias veces que no estaba relacionado con los sitios web citados, Alba rompió con las convenciones periodísticas y optó por no incluir la aclaración de The Epoch Times en su artículo.
Esta no es la primera vez que el New York Times recurre a publicar información falsa sobre The Epoch Times. En noviembre del año pasado, el periódico publicó un artículo que contenía numerosas acusaciones falsas. En ese momento, The Epoch Times produjo un análisis en profundidad que se puede leer en nuestro sitio web (“La ‘investigación’ de 8 meses del New York Times sobre The Epoch Times: Pocos datos, mucho sesgo”).
Otra preocupación son los continuos intentos del New York Times por criticar a The Epoch Times debido a nuestra postura crítica sobre el Partido Comunista Chino, especialmente dados los vínculos comerciales del New York Times con medios de comunicación estatales chinos, de los cuales ha recibido financiación por publicidad.
En su último artículo, el New York Times sugiere que The Epoch Times se encuentra entre las «organizaciones de medios de comunicación conservadores que difunden información engañosa» y luego señala que publicamos regularmente «contenido anti Partido Comunista Chino», como si esto fuera un ejemplo de «información engañosa».
The Epoch Times fue fundado por americanos de origen chino que huyeron de la China comunista y sufrieron su horror de primera mano. Es triste ver que un medio de comunicación americano ataque a un competidor por exponer los crímenes cometidos por un régimen comunista.
En The Epoch Times, creemos que el trabajo de un medio de comunicación es señalar las malas acciones cuando suceden, y el Partido Comunista Chino es el peor violador de los derechos humanos del mundo. Esperamos sinceramente que el New York Times reconozca la amenaza que este régimen representa no solo para el pueblo chino, sino para el resto del mundo.
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