El propietario de una cafetería de Texas está pidiendo a un tribunal federal que bloquee temporalmente a la Administración de Pequeñas Empresas (SBA) de Estados Unidos para que no priorice sus subvenciones a ciertos propietarios de negocios.
Philip Greer, el propietario de Greer’s Ranch Cafe, presentó una orden de restricción temporal que busca impedir de inmediato que la SBA priorice a las mujeres, veteranos y propietarios de negocios social y económicamente desfavorecidos para su Fondo de Revitalización de Restaurantes de 28,600 millones de dólares.
Greer argumentó en una moción, presentada por America First Legal, que la SBA ya recibió 147,000 solicitudes de mujeres, veteranos y propietarios de negocios social y económicamente desfavorecidos que solicitaron un total de 29,000 millones de dólares en fondos de ayuda. Esto significa que los fondos se agotarán antes de que otros grupos puedan ser considerados para la ayuda.
«El Sr. Greer y su restaurante solicitan respetuosamente una orden de restricción temporal para poner fin inmediatamente a estas preferencias inconstitucionales por raza y sexo», escribieron (pdf) los abogados de America First Legal (AFL).
Según la normativa de la SBA, las personas socialmente desfavorecidas son aquellas «que han sido objeto de prejuicios raciales o étnicos o de prejuicios culturales dentro de la sociedad estadounidense debido a su identidad como miembros de grupos y sin tener en cuenta sus cualidades individuales. La desventaja social debe provenir de circunstancias ajenas a su voluntad».
En cambio las personas económicamente desfavorecidas son aquellas cuya «capacidad para competir en el sistema de libre empresa se ha visto mermada debido a la disminución de las oportunidades de capital y crédito en comparación con otras personas de la misma o similar línea de negocio que no están socialmente desfavorecidas”.
Greer, quien está representado por America First Legal y la Texas Public Policy Foundation, argumentó que dicha política excluye activamente a clases enteras de estadounidenses no mencionadas en el grupo «prioritario» que también están sufriendo importantes pérdidas financieras causadas por la pandemia. Además alegó que la SBA está, de hecho, dando prioridad a las mujeres y a los grupos raciales minoritarios a través de su normativa.
«La Administración de la Pequeña Empresa hace retroceder peligrosamente a Estados Unidos, invirtiendo el reloj del progreso estadounidense y violando nuestros principios más sagrados y venerados al discriminar activa e envidiosamente a los ciudadanos estadounidenses únicamente por su raza y su sexo. Esto es ilegal, es inconstitucional, está mal y debe terminar», afirma la demanda (pdf).
La demanda, presentada la semana pasada, pide al tribunal que bloquee la aplicación de cualquier política que discrimine a ciertas clases de estadounidenses, argumentando que esto sería necesario para «promover la igualdad de derechos ante la ley para todos los ciudadanos estadounidenses y promover los esfuerzos para detener la discriminación racial».
En un comunicado, el presidente de la AFL, Stephen Miller, argumentó que la decisión sobre qué individuo recibe la ayuda no debería decidirse en función de la raza, ya que agrava la «injusticia para todos».
«Hay que poner fin a esta atroz violación de los derechos civiles. La pandemia, y los cierres que le siguieron, causaron daños extraordinarios a los propietarios de bares y restaurantes de todos los orígenes», dijo Miller.
La SBA dijo previamente a The Epoch Times que la agencia no comenta sobre litigios pendientes.
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