El 14 de agosto, el fiscal John Durham acusó a un exabogado del FBI de haber hecho una declaración falsa, la primera acusación presentada como parte de una investigación sobre el manejo de Crossfire Hurricane, el nombre en clave de la problemática investigación del FBI sobre la campaña Trump.
Durham acusó a Kevin Clinesmith de haber hecho una declaración falsa en el proceso de investigación de la solicitud de la orden para espiar a un exasociado de la campaña de Trump, Carter Page.
Según una información criminal presentada el viernes en una corte federal en Washington, Clinesmith alteró el contenido de un correo electrónico que reenvió a un agente especial del FBI para decir que Page «no era una fuente» de la CIA, a pesar de que la CIA había advertido a Clinesmith que lo contrario era cierto. El agente especial se basó entonces en el correo electrónico adulterado para firmar una solicitud de orden judicial en virtud de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) para espiar a Page.
Según un informe del inspector general del Departamento de Justicia y la información penal, como parte de los preparativos para renovar la orden de espionaje, Clinesmith se puso en contacto con el enlace de la CIA en junio de 2017 para averiguar si Page era una fuente de la agencia. El enlace respondió con una lista de documentos e informó a Clinesmith de que Page había proporcionado información directa a la CIA en el pasado.
Cuando el inspector general del Departamento de Justicia le preguntó a Clinesmith por qué posteriormente describió a Page como «no como fuente» de la CIA, Clinesmith dijo que recordaba al enlace «diciendo que [Page] no era una fuente suya», sino más bien «informando accidentalmente la información a través de una fuente suya». Cuando el inspector general preguntó al enlace de la CIA sobre lo mismo, el enlace dijo «su correo electrónico decía justo lo contrario», según el informe.
El abogado de Clinesmith, Justin Shur, dijo a The Associated Press que es de esperar que su cliente se declare culpable. Shur no respondió a una petición de The Epoch Times para confirmar tal afirmación.
El fiscal general William Barr señaló el jueves que Durham haría un anuncio hoy.
«Va a haber avances significativos en esto antes de las elecciones», dijo Barr al presentador de Fox News Sean Hannity el jueves por la noche.
«Pero no vamos a hacer esto según el calendario electoral», añadió. «Estamos al tanto de las elecciones. No vamos a hacer nada inapropiado antes de las elecciones. Pero este calendario no nos exige que lo hagamos».
Barr dijo que el avance no sería «demoledor», sino que proporcionaría «una indicación de que las cosas están yendo a un ritmo adecuado, según lo dictan los hechos de esta investigación».
Barr le dijo a Hannity que la investigación avanza rápidamente, a pesar de algún retraso debido a la pandemia de virus del PCCh (Partido Comunista Chino). Añadió que está «satisfecho» con el progreso que ha hecho Durham.
El mes pasado, Barr dijo que las elecciones de noviembre no retrasarán la investigación de Durham y el informe que está pendiente.
Barr encargó a Durham en mayo de 2019 que examinara los orígenes de la investigación del FBI sobre la colusión Rusia-Trump, cuyo nombre en clave es “Crossfire Hurricane”. La investigación trata de determinar si la recopilación de información de inteligencia sobre la campaña Trump en 2016 por parte de altos funcionarios de la administración Obama fue “legal y apropiada”, y está evaluando si la vigilancia del FBI al antiguo ayudante de la campaña Trump, Carter Page, estuvo libre de motivos impropios.
La investigación fue designada como una investigación penal formal en octubre de 2019, lo que da al equipo de Durham la capacidad de emitir citaciones, formar un gran jurado, obligar a los testigos a prestar testimonio y presentar cargos penales federales. Esto incluye la persecución de la conducta de los actuales y antiguos altos funcionarios del FBI que participaron en la obtención de una orden judicial en octubre de 2016 para vigilar a Page y el envío de al menos dos espías para perseguir al asesor de la campaña Trump George Papadopoulos.
El inspector general del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, concluyó el año pasado que las cuatro solicitudes FISA que el FBI utilizó para espiar a Page contenían 17 errores y omisiones importantes. El inspector general dijo al Congreso que era inconcebible cómo un equipo escogido a dedo que trabajaba en el caso más delicado del FBI podía cometer tantos errores. El FBI admitió posteriormente que los errores invalidaron dos de las órdenes de espionaje.
Otra auditoría de Horowitz no encontró tales errores en una muestra de 29 solicitudes de vigilancia no relacionadas con Crossfire Hurricane.
El personal clave del FBI que se ocupó de Crossfire Hurricane también trabajó en la investigación del uso por parte de Hillary Clinton de un servidor privado de correo electrónico no autorizado para llevar a cabo tareas gubernamentales. En un examen anterior, Horowitz llegó a la conclusión de que la investigación sobre el correo electrónico de Clinton estaba empañada por el sesgo anti-Trump y pro-Clinton expresado en los mensajes del personal del FBI. En particular, el agente especial Peter Strzok y la abogada del FBI Lisa Page hablaron de impedir que Trump se convirtiera en presidente y de crear una «póliza de seguro» en el improbable caso de que ganara las elecciones.
Barr había señalado en mayo que no esperaba que el expresidente Barrack Obama y el exvicepresidente Joe Biden se enfrentaran a acusaciones penales como resultado de la investigación de Durham, diciendo «No espero que el trabajo del Sr. Durham conduzca a una investigación penal de ninguno de los dos. Nuestra preocupación por la potencial criminalidad se centra en los demás».
Le dijo a Hannity el jueves que «si la gente cruzó la línea, si las personas involucradas en esa actividad violaron la ley criminal, serán acusadas» si el Departamento de Justicia considera que puede probar un crimen más allá de una duda razonable.
La investigación de contra-inteligencia del FBI sobre la campaña Trump 2016 fue lanzada en julio de 2016 para investigar las acusaciones de interferencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, incluyendo posibles vínculos entre Rusia y cualquier campaña política.
La investigación fue asumida en mayo de 2017 por el entonces asesor especial y exdirector del FBI Robert Mueller. En abril de 2019, llegó a la conclusión de que la investigación no había encontrado pruebas que determinaran que Trump o su campaña habían conspirado o coordinado a sabiendas con el Gobierno ruso para influir en el resultado de las elecciones, aunque se determinó que el Gobierno ruso había interferido en las elecciones de 2016.
El presidente Donald Trump volvió a afirmar recientemente que funcionarios de la administración anterior habían espiado su campaña “tanto antes como después” de su victoria presidencial, y que habían cometido traición al hacerlo.
“Espiaron mi campaña, lo cual es traición. Espiaron tanto antes como después de que ganara. Piensen en eso. Usar el aparato de inteligencia de los Estados Unidos para derribar a un presidente”, dijo Trump durante una entrevista telefónica en vivo con Fox Business.
Janita Kan, Mimi Nguyen Li y Zachary Stieber contribuyeron a la elaboración de este artículo.
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