La economía mexicana vivió el 3 de junio un lunes negro tras las elecciones del domingo que dieron como ganadora a la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo, y a su partido, que obtuvo mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso.
El 3 de junio, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se desplomó en un 6.11 %, su peor caída desde la pandemia de COVID-19 en marzo de 2020, y el peso mexicano se depreció un 4.36% ante el dólar al cotizarse en 17.71 pesos.
La exjefa de gobierno de la Ciudad de México se convirtió en la mandataria más votada en la historia de México con cerca de 35 millones de votos, lo que equivale a casi el 60% del electorado, según el recuento rápido del Instituto Nacional Electoral (INE), publicado la noche del domingo.
El triunfo de Sheinbaum se anticipó desde meses atrás, según las tendencias de las encuestas, pero no se esperaba que su partido ganara una mayoría de dos tercios en el Congreso, lo que le da la facultad de hacer grandes reformas constitucionales sin negociar con la oposición.
Ante la inestabilidad en la bolsa, Sheinbaum anunció el mismo día, el 3 de junio, que mantendrá al secretario de Hacienda y Crédito Público del gobierno actual, Rogelio Ramírez de la O, en el cargo «de manera indefinida».
La presidenta electa también bosquejó un plan económico de cuatro puntos que seguirá cuando inicie su mandato. En primer lugar, aseguró que mantendrá el déficit fiscal en un rango sostenible, equivalente al 3% del Producto Interno Bruto (PIB).
En segundo lugar, su gobierno mantendrá conversaciones con inversionistas y agencias calificadoras para detallar sus políticas en materia de estabilidad macroeconómica, prudencia fiscal y la viabilidad de sus objetivos fiscales.
Respecto al tercer punto, Sheinbaum mantendrá estrecha colaboración con Pemex para optimizar el buen uso de los recursos públicos. Y por último, reiteró que su proyecto se basa en la disciplina financiera, acatando la autonomía del Banco de México, el apego al estado de derecho, y la apertura para la inversión privada nacional y extranjera.
En respuesta, el grupo Bolsa Mexicana de Valores dijo que «desde el grupo MVE reconocemos y celebramos» este miércoles la continuidad de Ramírez de la O en el cargo, agregando que «representa un mensaje contundente y de certeza para el sector financiero del país, la comunidad financiera global y los mercados locales e internacionales».
Señaló que el anuncio demuestra que la nueva administración «busca mantener una comunicación cercana y de confianza con el gran público inversionista y una política económica y financiera firme, prudente y disciplinada».
En entrevista con The Epoch Times, la politóloga, Maribel Flores Sánchez, dijo que cree que la presidenta electa dará continuidad al proyecto político del gobierno saliente, aunque con cautela.
«Lo que yo estoy observando es que la presidenta que ha sido votada este domingo, (…) en las últimas comunicaciones que ha emitido horas después de la elección, ha enviado un mensaje [que] me parece contundente, de confianza en el sentido de las decisiones que impactarán en el ámbito económico», señaló.
Flores dijo que Sheinbaum mantendrá «la política de austeridad, de finanzas públicas sanas, donde va a buscar obviamente también tener esta cautela precisamente para poder ser congruente y consistente con la continuidad del proyecto político actual».
«En ese sentido lo que se va a buscar es justamente el seguir impulsando una política de austeridad, el poder también tener mecanismos para poder establecer justamente finanzas públicas sanas», agregó.
Siga a Eduardo Tzompa en X: @JEduardoTzompa
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