Flores, velas y ofrendas como panes de distintas formas son algunos de los elementos que comparten los altares preparados por Bolivia, Ecuador, México y Perú para recibir a las almas de sus muertos en el Día de los Difuntos.
Los altares llenos de adornos de colores, frutas, panes, bebidas y otros elementos cargados de simbolismo son exhibidos en el museo Tambo Quirquincho en La Paz, con el objetivo de que los bolivianos conozcan las tradiciones de otros países, relacionadas con la creencia de que las almas visitan a los vivos desde este miércoles y se retiran el 2 de noviembre en el día de Todos Santos.
«Es un momento especial en el cual recordamos a aquellos que ya no están físicamente entre nosotros, entonces compartir esta tradición, que es muy rica, con nuestros países hermanos es importante», manifestó a EFE la directora de museos municipales de la Alcaldía de La Paz, Vania Coronado.
Es así como las embajadas de los países prepararon estos altares, todos con elementos similares, como los panes con forma de humanos, que se ven en las mesas de Bolivia, llamados tantawawa, en Ecuador el «guagua de pan» y en México el «pan de muerto». También tienen en común el uso de las velas blancas o de colores para iluminar su camino de las almas.
Utilizan una diversidad de flores, como en México las tradicionales cempasúchil que se cree guían la ruta de los difuntos hacia sus altares, mientras que en Bolivia se usa la retama para ahuyentar a los malos espíritus.
Algunas de las peculiaridades de cada altar está en, por ejemplo, en México el uso de calaveras o las catrinas, mientras que en Ecuador las personas escriben deseos a sus difuntos y los envuelven en textiles junto a semillas para que el mensaje llegue a su familiar, comentó Coronado.
En algunas partes de Perú desde hace varios años las personas sacaban los restos de sus familiares para pasar un tiempo con ellos, lo cual está representado en su altar, mientras que en Bolivia se pone las fotografías de las almas, hojas de coca, cigarros, entre otros elementos.
Coronado resaltó la importancia de que estas prácticas no se pierdan en ninguno de los países y que los niños conozcan su significado.
De la misma manera hoy se realizó un «festival de tantawawas y catrinas» en la que se mostraba un altar de Bolivia y otro de México en La Paz.
La idea de este evento es «fortalecer las culturas latinoamericanas» y de celebrar a los difuntos que según la creencia en Bolivia y en los otros países el 1 de noviembre Día de Difuntos llegan a la tierra a comer, beber y pasar un tiempo con la familia para despedirse a mediodía del 2 de noviembre en Todos Santos, comentó a EFE Iveliz Asturizaga, directora de Desarrollo Económico y Social de la Alcaldía de La Paz.
También hubo demostraciones de bailes de niñas pintadas de catrinas y música de ambos países acompañada de gastronomía tradicional.
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