Que Brasil sea la sede de un tribunal para juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de los Castro fue una de las propuestas que el hijo del presidente de Brasil, Eduardo Bolsonaro, apoyó durante la Cumbre Conservadora de las Américas el pasado 8 de diciembre.
«Sería una satisfacción para Brasil, quién sabe, recibir a este tribunal para juzgarlos por crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen cubano», dijo el congresista durante la cumbre realizada en Foz de Iguazú, una localidad brasileña ubicada en el extremo oeste del estado de Paraná en la frontera con Argentina y Paraguay.
La declaración se dio después de la presentación de Orlando Gutiérrez, un representante de los exiliados cubanos en Estados Unidos, quien dijo que se debería apoyar un juicio en contra de los líderes del régimen cubano por los crímenes de lesa humanidad que han cometido, según el Jornal de Brasil
AO VIVO agora na Cúpula Conservadora das Américas mesa sobre Cultura com ??Olavo de Carvalho ??Orlando Gutierrez ??Roderick Navarro e ??Príncipe Luiz Phillips de Orleans e Bragança. Compartilhe:https://t.co/1TBkN5yjxj
— Eduardo Bolsonaro?? (@BolsonaroSP) December 8, 2018
Al llamado de Gutiérrez se unió también Olavo Carvalho, un filósofo referente del presidente Jair Bolsonaro, quien piensa que es importante apoyar la creación de un tribunal de este tipo. Dijo: “Estos crímenes tienen que ser juzgados, son crímenes serios. Tenemos que comenzar a investigar y castigar estos crímenes rápidamente”.
Cumbre Conservadora
La Cumbre Conservadora de las Américas fue un evento copatrocinado por Eduardo Bolsonaro y organizado, entre otras personas, por el diputado Fernando Francischino con el objetivo de servir como contraparte al Foro de Sao Paulo.
“Siempre cuestionamos los objetivos del foro y no su existencia misma. Esta fue una política de multiplicación de la izquierda en América del Sur. Lo que nos diferenciará dependerá del resultado de la cumbre. Nuestro objetivo es el bien común de los ciudadanos de los países sudamericanos al desarrollar el comercio y la seguridad”, dijo Francischino en declaraciones consignadas en el diario Jornal de Brasilia.
Uno de los resultados de la cumbre fue la Carta de Foz, un documento que reúne la síntesis de los conservadores de Brasil, de los asistentes y panelistas de la reunión. En ella se sintetizan los análisis de los cuatro grupos de trabajo en los que se dividía la cumbre, cultura, economía, seguridad pública y política.
En el campo de la política la carta realza su objetivo de defender la familia y fortalecer los valores de la cultura occidental, en el campo de la economía la disminución de la burocracia, en la parte de la seguridad uno de los objetivos fue actualizar los códigos penales y, finalmente, en la parte de la cultura la carta busca el fortalecimiento de los principios basados en Dios, la patria, la familia, la libertad individual y el derecho a la autodefensa.
Al referirse a uno de los puntos clave del evento Eduardo Bolsonaro dijo, “durante mucho tiempo el pensamiento conservador y los valores familiares que prevalecen en nuestra sociedad han sido marginados gracias a un proyecto de poder revolucionario tocado por los lideres izquierdistas de todo el continente”.
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