PUNTA GORDA, Florida –El gobernador Ron DeSantis dijo a una sala llena de gente que agitaba carteles del «Año de los Padres» en Daytona Beach que Florida está «haciendo educación, no adoctrinamiento» al firmar la ley de Transparencia Curricular (HB 1467) el 25 de marzo. La ley prevé la transparencia de los materiales de instrucción para los distritos escolares, establece límites a los periodos de los miembros del consejo escolar y protege los derechos de los padres.
«Vamos a asegurarnos de que los padres tengan un asiento en la mesa», dijo el gobernador republicano sobre el proyecto de ley que permite a los padres ver —y desafiar— el material de instrucción de los profesores, las listas de lecturas obligatorias y los libros en las bibliotecas escolares. «La luz del sol es el mejor desinfectante».
La legislación «pretende preservar el derecho de los padres a tomar decisiones sobre el material al que están expuestos sus hijos en la escuela», dijo.
«Creemos que los padres no solo tienen un papel, sino que (también) tienen un papel fundamental para participar en la educación de sus hijos», dijo DeSantis en la conferencia de prensa del 25 de marzo. «Así es como va a ser en el estado de Florida».
DeSantis dijo que «rechaza a aquellos» que piensan que los padres no deben participar en la educación de sus hijos.
«Nadie está más comprometido con el bienestar adecuado de los niños que los propios padres», dijo.
Una parte del proyecto de ley exige que los distritos escolares celebren reuniones abiertas a la hora de seleccionar el material didáctico, y que se haga pública una notificación de la reunión. Veinte días antes de que el consejo escolar tome cualquier medida oficial sobre los materiales de instrucción, debe proporcionar acceso al público. El Departamento de Educación de Florida debe publicar una lista de materiales objetables que hayan sido retirados o suspendidos por los consejos escolares, y enviar las listas a los 41 distritos escolares para su consideración.
Además, los materiales de los centros de medios de las bibliotecas de los distritos escolares y las listas de lectura de cada grado deben ser revisados por un especialista en medios de comunicación que tenga un certificado válido de especialista en medios educativos. El DOE tendrá que desarrollar un programa de formación online para bibliotecarios y especialistas en medios educativos, y el superintendente de cada distrito deberá certificar al comisionado del DOE que los bibliotecarios escolares y los especialistas en medios de comunicación han asistido a las sesiones de formación.
Los miembros demócratas de la Cámara de Florida tuvieron problemas con el proyecto de ley durante un debate en la sesión legislativa, en el que se opusieron firmemente la representante Anna y el representante Carlos Guillermo Smith.
Eskamani dijo que la propuesta era un «intento de prohibir los libros y silenciar los discursos de las poblaciones marginadas», y añadió que estos temas deberían «mantenerse a nivel local y la Cámara no debería cooptarlos con una solución al estilo de la Carta de Derechos de los Padres».
El representante Smith dijo que tuvo sus «propias luchas» para «verse reflejado en cualquier libro disponible durante su infancia en la década de 1990».
«Los estudiantes LGBTQ necesitan poder verse reflejados en los libros», dijo Smith durante el debate del proyecto de ley en febrero.
A ambos les preocupaba que «los grupos de presión nacionales pudieran utilizar el proyecto de ley como una forma de borrar las propias identidades y existencias de grupos tradicionalmente subrepresentados».
«La prohibición de libros no se da en estados o sociedades libres», advirtió Smith.
Otra parte del proyecto de ley se refiere a los límites de los periodos de los consejos escolares. La Cámara de Representantes de Florida había buscado originalmente un límite de ocho años, pero se conformó con 12. El Senado cambió el límite de los mandatos a 12 años, lo devolvió a la Cámara, donde fue aprobado y enviado a la mesa del gobernador.
El gobernador también se mostró a favor de un límite de mandatos de ocho años, pero dijo que era un «paso en la dirección correcta» y «esperado desde hace mucho tiempo» porque no quiere ver que los consejos escolares terminen en «pequeños pantanos». DeSantis continuó diciendo que le gustaría que los límites de los mandatos se aplicaran a todos los niveles de gobierno, especialmente al Congreso.
«Necesitamos que más estados hagan esto: impulsar los límites de mandato para el Congreso supondría una gran diferencia», dijo. «No veo cómo se puede drenar un pantano cuando hay gente que lleva 30 o 40 años allí. Los límites de mandato no funcionan así en Florida y, si los aplicáramos a D.C., este país estaría mejor».
El proyecto de ley aborda la rendición de cuentas, la transparencia y el empoderamiento de los padres, dijo DeSantis.
«No hay mayor rendición de cuentas que decirle a un político que su carrera termina con certeza en este momento», dijo.
Dos madres de Florida, Rebecca Sarwi del condado de Volusia y Alicia Farrant del condado de Orange, ofrecieron sus puntos de vista sobre el proyecto de ley después de sus propias experiencias con las juntas escolares en sus respectivos distritos. Ambas dijeron que fueron silenciadas en las reuniones de los consejos escolares, mientras que Sarwi y otras seis personas recibieron una «advertencia de infracción» durante un año por no llevar una mascarilla a las reuniones.
Sarwi dijo que las restricciones por el COVID la hicieron «muy consciente del poder detrás de la junta escolar».
«Ahora estamos prestando atención a sus reuniones, agendas y planes de estudio», dijo a la multitud. «Por eso esta legislación es tan importante: garantiza la transparencia en el plan de estudios de nuestros hijos y recupera la confianza, que se ha visto terriblemente quebrantada».
Farrant estuvo de acuerdo. Dijo que su experiencia fue con un «libro pornográfico» que su hijo trajo a casa de la biblioteca de la escuela y que más tarde fue presentado en una reunión del consejo escolar en la que estuvo acompañada por su amigo y reportero Jacob Engels, que forma parte de la comunidad LGBT.
«Jacob leyó un segmento del libro en voz alta durante la reunión con el fin de concienciar a la comunidad del tipo de material de lectura al que nuestros hijos están teniendo acceso», dijo. «Fue retirado abruptamente de la reunión debido al contenido gráfico de lo que leyó a una sala llena de adultos [de] un libro que estaba al alcance de nuestros niños».
Farrant también dijo que es «espantoso» que los libros sexualmente explícitos hayan sido motivo de debate.
«Creo que cada estudiante y cada familia son importantes. También reconozco que los padres tienen una gran variedad de creencias y valores; todos merecen ser respetados. Soy una defensora de asegurar que la literatura que proporcionamos a nuestros estudiantes es legal, apropiada y digna de ser leída en voz alta en un foro público de adultos».
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