Un importante derrame de aguas residuales en las aguas del Río Grande (Río Bravo en México) en la sección de El Paso, Texas, fue informado este miércoles por las autoridades estadounidenses a México, emitiendo también una advertencia a migrantes y la Patrulla Fronteriza sobre el peligro.
La Sección de Estados Unidos en la Comisión Internacional de Límites y Aguas notificó sobre una fuga «importante» de aguas residuales desde el 15 de agosto al Río Grande, informó el miércoles el medio digital Border Report.
La Comisión confirmó a Border Report que parte de las aguas residuales de El Paso que desembocan en el Río Grande están ingresando a las aguas internacionales del río.
La alerta también se ha dado a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos para que los agentes tengan cuidado en la vigilancia del río, así como a las organizaciones que ayudan a los migrantes.
Atravesar las aguas del Río Grande se ha vuelto una constante entre un gran número de migrantes que intentan cruzar la frontera hacia Estados Unidos sin ser detectados.
Las aguas residuales que desembocan en el río pueden exponer a los seres humanos que tienen contacto con estas a patógenos peligrosos y causar infecciones intestinales, según las advertencias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
En una reunión la semana pasada con el Ayuntamiento de El Paso, John E. Balliew, presidente y director ejecutivo de El Paso Water, explicó que hay “una cascada” de fallas que están originando el derrame de aguas residuales, entre las que se cuentan la corrosión de las tuberías.
El problema no parece tener una solución en las próximas semanas. Las reparaciones se realizarán bien entrado noviembre, con un objetivo de normalización para el 3 de diciembre, según Border Report.
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