El Departamento de Comercio anunció el 23 de agosto que ha añadido siete entidades chinas a la lista negra económica por su papel en la utilización de la tecnología estadounidense para reforzar el ejército chino.
Las entidades en cuestión son corporaciones aeroespaciales y tecnológicas de propiedad estatal, entre ellas el Instituto de Investigación 771 y 772 de la Novena Academia de China Aerospace Science and Technology Corporation, el Instituto de Investigación 502 y 513 de la Academia China de Tecnología Espacial, el Instituto de Investigación 43 y 58 de China Electronics Technology Group Corporation y Zhuhai Orbital Control Systems, según una notificación publicada en el Registro Federal.
Las siete entidades fueron acusadas de «adquirir e intentar adquirir artículos de origen estadounidense en apoyo de los esfuerzos de modernización militar de la República Popular China (RPC)».
«Las tecnologías estadounidenses que apoyan las actividades espaciales y aeroespaciales no deben utilizarse para apoyar la modernización militar de la RPC», dijo en el comunicado el subsecretario de Comercio para la Industria y la Seguridad, Alan Estevez.
«El programa de fusión militar-civil de China requiere que el BIS [el Buró de Industria y Seguridad] esté atento y actúe contundentemente cuando sea necesario para proteger nuestras tecnologías sensibles».
La fusión militar-civil se refiere a una estrategia dirigida por el Estado que busca aprovechar la investigación y la tecnología desarrolladas por civiles para ayudar a la modernización militar de China, difuminando así la línea entre los sectores civil y militar.
Con esta estrategia, el Partido Comunista Chino (PCCh) busca alcanzar sus ambiciones regionales y globales desarrollando el ejército más avanzado tecnológicamente del mundo, dijo el Departamento de Estado de Estados Unidos en un informe (pdf).
«El PCCh está implementando esta estrategia, no solo a través de sus propios esfuerzos de investigación y desarrollo, sino también adquiriendo y desviando las tecnologías de vanguardia del mundo —incluso a través del robo— con el fin de lograr el dominio militar», dijo el Departamento de Estado.
La nueva prohibición comercial se produjo después de que el Departamento de Comercio incluyera en abril en su lista negra a siete entidades de supercomputación chinas por su papel en «la construcción de supercomputadoras utilizadas por los actores militares de China, sus esfuerzos de modernización militar desestabilizadora y/o programas de armas de destrucción masiva».
Las empresas de la lista tienen prohibido el acceso a materiales o servicios estadounidenses sin una licencia especial.
Con las últimas incorporaciones, Estados Unidos ha añadido aproximadamente 600 entidades chinas a la «lista de entidades» del Departamento de Comercio.
«La tecnología tiene un valor neutro, y por eso ejercemos una vigilancia constante con respecto a China, especialmente en sectores como el aeroespacial, en el que el potencial de desviación hacia aplicaciones militares es tan alto», dijo la subsecretaria de Comercio para la Administración de Exportaciones, Thea D. Rozman Kendle.
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