La Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) anunció este jueves que llevará a cabo una “iniciativa global” para llevar ayuda a Venezuela.
La iniciativa coordinada junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tiene como objetivo principal “movilizar recursos masivos, financiar y ampliar soluciones innovadoras para apoyar a los venezolanos y a las comunidades anfitrionas afectadas por la crisis regional”.
Los organismos explicaron que la decisión se tomó para poder hacer frente a “la mayor crisis migratoria que ha tenido el hemisferio”, la que mantiene alerta y en tensión a varios países de la región como Colombia, Perú y Ecuador.
El lanzamiento oficial será realizado el 21 de octubre en un evento donde se abordarán las urgencias que plantea la crisis migratoria en el hemisferio, las medidas tomadas hasta el momento y cómo las propuestas innovadoras pueden mejorar y acelerar las respuestas.
“Una profunda crisis política humanitaria y económica provocada por el hombre ha llevado a la gente dentro de Venezuela a sufrir una grave escasez de alimentos, electricidad, medicinas, agua y otras necesidades básicas. La crisis también ha llevado a casi 4,5 millones de personas a huir de su país, el mayor desplazamiento externo de personas en la historia del Hemisferio Occidental”, puede leerse en el comunicado de USAID.
Según la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), el número de venezolanos que abandonaron su país a causa de la crisis económica y política traída por el régimen chavista ha superado los 4 millones, de acuerdo un informe de mediados de 2019.
Según la OIM y la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR), el “ritmo de salida de Venezuela ha sido asombroso”. De unos 695.000 refugiados y migrantes registrados a finales de 2015, la cifra se disparó a más de 4 millones para julio de 2019.
En su gran mayoría, los venezolanos son acogidos en otras naciones de Latinoamérica.
Por su cercanía, Colombia es el país que mayor número de migrantes acoge, alrededor de 1,3 millones; seguido de Perú, con 768.000; luego Chile, con 288.000; seguidos por Ecuador, Argentina, Brasil, México, e incluso otros países de América Central y el Caribe, que también albergan cantidades considerables de migrantes y refugiados procedentes de Venezuela.
«Estas cifras alarmantes resaltan la necesidad urgente de apoyar a las comunidades de acogida en los países receptores», señaló Eduardo Stein, representante especial conjunto de ACNUR-OIM. «Los países de América Latina y el Caribe están haciendo su parte para responder a esta crisis sin precedentes, pero no se puede esperar que sigan haciéndolo sin ayuda», añadió.
Para coordinar los procesos de respuesta y facilitar la asistencia e inclusión legal, social y económica a los ciudadanos venezolanos, los gobiernos de las regiones involucradas establecieron diferentes mecanismos para trabajar en conjunto, entre los cuales puede mencionarse como el más importante al Proceso de Quito, que reúne a 11 países latinoamericanos afectados.
En este sentido, Stein destacó la solidaridad mostrada por los países de la región y la implementación de soluciones ingeniosas para brindar ayuda, alertando al mismo tiempo que “las cifras mencionadas ponen de relieve la presión que sufren las comunidades de acogida y la permanente necesidad de recibir apoyo por parte de la comunidad internacional, en un momento en el que la atención mundial está puesta sobre los acontecimientos políticos que se están dando en el interior de Venezuela”.
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